Arigato... [No.6 Shion x Nezumi]

Cap. 5: "Te amo".

-Sigo teniendo miedo, Nezumi... -Decía el chico de cabellos claros, mientras se cubría el rostro y parecía estar escondiéndose de algo.

"Es tan tonto... y tan lindo... ", se decía el pelinegro y suspiraba. De repente, el dueño de casa se irguió.  Alzó la mano y fue acariciando el cabello del contrario, hasta que poco a poco se acercó y sin siquiera esperarlo, le comenzó a besar.

La boca de Shion seguía siendo cálida, como en aquella vez que ambos se besaron y luego se separaron. Sus ojos grisáceos permanecían fijos en aquellos que eran de color carmín; estaban tan abiertos que podría decirse que ambos sabían lo que pensaban.

Finalmente, Shion empujó a quién había besado y se le colocó encima, aprisionándolo en aquella cama que ahora parecía desordenada. Quitó la liga que sostenía el cabello de Nezumi y le acarició.   Había algo raro en la situación... bueno, mejor dicho, una sensación extraña. El cuerpo de Nezumi se movía sin poder controlarlo y su respiración se aceleraba. La lengua de Shion se habría paso por la piel de su cuello y fue allí, que decidió hablar.

- Shion... no... -

-Nezumi... no debes preocuparte... creo que estos 6 años me han dado la madurez necesaria para saber qué hacer...

La voz del de ojos carmesí sonaba tan convencida que el recién llegado se estremeció y tragó saliva.

¿A caso Shion planeaba hacer algo más que besarlo...?

¿Desde cuando él era tan autoritario...?

O mejor dicho...

¿Desde cuándo Nezumi pasó a ser el que obedecía?

...

La piel pálida de Nezumi se veía muy tersa a la escasa luz del cuarto de Shion. La ropa estaba tirada en cualquier lugar de la habitación y las mantas de la cama estaban alborotadas.  Lo único que se escuchaba era un pequeño sonido de unos labios tocar su piel. Jadeaba, y se retorcía, enrojeciendo y escondiendo su rostro entre sus manos.

No podía creerlo.

-S-Shion... basta...

Le pedía con la voz quebrada; el nombrado alzó la vista justo cuando su boca rozó el muslo del pelinegro. Le mordió y rozó su nariz con su piel, antes de hablar.

-¿Por qué...? Ambos lo estamos disfrutando...

- Es que... es raro...

-¿Raro? -Le interrumpió rápidamente y se sentó, observando a Nezumi con cara de pocos amigos.

- Mejor dicho... se siente raro...

Shion soltó una carcajada que dejó helado a Nezumi.

"¿Por qué demonios se burla de mí ahora?".

- Pronto se sentirá bien, no raro.

Dicho esto, el peliblanco volvió a lo suyo, lamiendo partes del cuerpo de Nezumi que nunca antes imaginó; se le hacía tan excitante hacerlo siendo él el que mandaba... bueno, tampoco es como si lo hubiese hecho antes.

(...)

Nezumi despertó con un dolor casi insoportable en la espalda.ñ baja.  Al abrir los ojos, la luz le llegaba dirdcto en la cara y por eso se quejaba.

A su lado, otro cuerpo descansaba; Shion dormía plácidamente, con una boba sonrisa en el rostro. Para qué mentir; Nezumi también tenía una sonrisa de idiota enamorado.
Acomodó su propio cabello (ahora era aún más largo), y se acercó hasta el que ahora era más alto. Se acurrucó contra su cuerpo y susurró, como si estuviese completamente solo.
Que lástima que no supiera que Shion estaba más que despierto.

-Realmente te amo... y créeme que me da más miedo a mí decirlo que a ti...