1. Contra mi voluntad

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Freen.

—Entonces, ¿crees estar lista para este trabajo?

—Sí, señor. Por supuesto que estoy lista.

Este cargo representa mi primer trabajo de alta seguridad desde que ingresé a la agencia. Durante años, me he preparado para enfrentar situaciones como esta, y lo mejor de todo es que el Sr. Armstrong ha decidido depositar toda su confianza en mí.

Mis motivaciones y habilidades tienen sus raíces en la trágica muerte de mi madre, que fue víctima de la violencia de dos delincuentes. Su pérdida dejó un profundo vacío en mi existencia y la de mi padre, que se propuso prepararme física y mentalmente para las situaciones más extremas. Yo no elegí este camino, pero la adversidad me enseñó a mantenerme firme y sobrevivir. Y he aprendido a vivir alerta desde ese día.

Afortunadamente, esa experiencia me condujo a la agencia de seguridad del Sr. Armstrong, donde tuve la oportunidad de prepararme profesionalmente, aparte de conocerlo de cerca por la estrecha relación que tiene con mi padre. Además de liderar esta agencia de seguridad, Armstrong es un exitoso empresario sin una sola mancha en su trayectoria. Y aunque su apariencia pueda resultar algo dura, sé que en el fondo tiene un buen corazón. Lo he comprobado en varias ocasiones, y creo que hemos desarrollado un afecto mutuo, aunque nunca lo hayamos mencionado.

—Confío en ti, Sarocha. Estoy dejando lo más importante de mi vida en tus manos. Procura demostrarme que sabes llevar a cabo todo aquello que has aprendido durante este tiempo. Eres la mujer con mejor rendimiento en esta agencia, y quiero que en esta misión lo seas el doble.

Sus palabras me dejaron con un nudo en la garganta debido a la presión que conlleva esta misión, pero asentí con seguridad. Estoy preparada para enfrentar cualquier situación que se me presente, y a entregar mi vida si es necesario por proteger a su hija.

—No se preocupe, señor, le aseguro que Rebecca estará en buenas manos.

—Tadow — dijo volteándose hacia mi compañero— lleva a Freen y encárgate de Rebecca. Nos veremos en el Four Seasons.

—Sí, señor.

Becky.

Me levanto temprano por las mañanas, buscando el silencio que precede al bullicio del día. Y después de estirar mi cuerpo con algunas poses de yoga, abro las ventanas para dejar que la brisa fresca de la mañana y la luz del sol se filtren en mi habitación, mientras me sumerjo en las páginas de mi libro.

Tras 40 minutos de ejercicio, me doy una ducha revitalizante, preparándome para iniciar el día con energía.

Son las 8 a.m., el aroma a café recién hecho se mezcla con la suave fragancia de mi perfume de vainilla y yo disfruto de mi desayuno en soledad, pero me resulta algo extraño no compartir la primer comida del día con mi padre. Su silla está vacía y el eco de sus palabras habituales de buenos días no resuenan en la habitación como cada mañana.

Anoche, antes de dormir, mencionó que necesitaba hablar conmigo a primera hora, pero su ausencia en la mesa crea un nudo de incertidumbre en mi estómago.

¿Dónde estás, papá? ¿Qué tienes para decirme?

Mi hermano Richie, por su parte, parece haberse sumido en un extraño nerviosismo. Hace días camina cauteloso por la casa y sus ojos se deslizan constantemente hacia los rincones, como si una sombra invisible lo persiguiera. Los últimos días ha intensificado su papel protector conmigo, casi fusionándose con su trabajo en la agencia de seguridad de papá aunque él ni siquiera sea agente. Ahora parece obsesionado con la idea de "protegerme", ahogándome con sus preocupaciones y atenciones constantes. Y aunque la mayoría del tiempo trato de ignorarlo, me pregunto qué es lo que realmente lo perturba.

Contra nuestras reglas; FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora