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EPÍLOGO

2 AÑOS DESPUÉS

Taemin trabajó de todo en aquel tiempo. Fue mesero, ladrón, modelo, presentador de clubes baratos, hasta había grabado un video pornográfico un día en el que la música a todo volumen y la gran cantidad de marihuana nublaron su juicio. El video seguiría en la red y no le importaba mucho. En fin, conseguía dinero de donde podía y evitaba prestarse de tipos mafiosos como SoMan, a quien ya no veía desde que pagó la deuda pendiente. Su rastro se esfumó y Taemin prometió no volver a prestarse dinero. Lo conseguiría trabajando o robando.
Ahora trabajaba en el supermercado de Yoona, ella le pagaba por día y descontaba si es que su mal carácter hacía que perdiera clientela. Taemin se encargaba de servir café en la pequeña cafetería del supermercado. Usaba un sombrero café y un delantal blanco con el logo del local. El lugar era famoso, tenía el mejor café del lugar. En las mañanas era un sitio lleno de movimiento, antes de ir a sus oficinas las personas pasaban por el lugar a disfrutar un buen desayuno. En las noches era lo mismo, un café suave con un pequeño pedazo de brazo gitano era lo que era más vendido en aquel lugar. "Mantessi" era un lugar en el que la familia podía pasar junta.
Su trabajo era desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche. La paga era buena, Yoona se encargaba de depositarle personalmente, por eso seguía en aquel lugar. El ambiente de familiaridad que había ahí era la gloria. Conocía a todos, desde el personal de limpieza hasta la cabeza del lugar.
Hace medio año se declaró a Yoona, con el valor dado por el alcohol le dijo que se casara con él. Por supuesto que ella se rió de él y le tiró una cubeta de hielo para que volviera a sus sentidos. Ella ya tenía un hijo, una pantera negra como su madre y con un llanto que perforaba sus oídos.
A veces Taemin se preguntaba la situación de aquella manada a la que alguna vez perteneció. También se ponía a pensar en aquel cachorro que había sido entregado a los lobos negros para así calmar un poco el tiempo. Yoona le explicó que aquello era necesario. Que era un pacto entre manadas dar una cabeza a cambio de paz. También le enseñó la foto de la madre del cachorro. Yoona investigó todo sobre ella. Definitivamente el guepardo estaba en el momento equivocado a la hora equivocada. Aunque tenía la certeza de que Kibum tal vez haya ido a buscarlo, su hermano no era alguien que se daba por vencido con las cosas.
Evitaba pensar en Minho , el hecho de hacerlo le causaba cierto cosquilleo en sus entrañas y no estaba con humor para arruinar su día.
Las cosas con Kai finalmente habían vuelto a una amistad un tanto frágil. Si este lo volvía a engañar entonces Taemin estaba listo y armado para traspasar su cabeza. Kai sabía de ello así que se mantenía sumiso a su lado.
Aquella mañana fue inevitablemente llena. Un niña estaba gritándole a cada rato que le debía su cajita feliz. Tal parece que la niña pensaba que estaba en un McDonald. Taemin intentó respirar profundo varias veces antes de gritarle a la niña que se vaya a la mierda y que sus padres pronto la abandonarían por ser tan llorona. La pequeña dejó de llorar en ese instante y su susto la llevó a esconder su cabeza en el hombro de su padre quien la cargaba.
La mirada fulminante de la madre de la niña no se hizo esperar y en segundos aquella familia salió y los gritos de Yoona le advirtieron su futuro.
—¡Te lo descontaré de tu paga!
Taemin había aceptado que lo que sentía por Yoona fue mera admiración, la pantera había salido adelante con su propio esfuerzo. Ella le dio una mano ayuda cuando lo necesitaba.
—¡Bien!
La normalidad del medio día fue pasable, Taemin se mantuvo lanzando pedazos de papel hasta el basurero que estaba a lado de la puerta. Ninguno daba en el blanco pero le gustaba intentarlo. El gorrito abultado café que llevaba en su cabeza fue dejado en alguna mesa. Le gustaba pensar que había perdido la boina y que Yoona no tenía un repuesto porque odiaba aquel objeto.
Ya en la tarde, una hora antes de que todo se llenara, la campanilla de la puerta se hizo oír y Taemin se levantó de su silla de mala gana y fue a la computadora para registrar el pedido. La música tras él sonaba con fuerza, a Yoona le encantaba tener la música a todo volumen. Mientras tarareaba la cancion en su cabeza, se acercó a la computadora para así registrar el pedido del cliente.
—Bienvenido a Mantessi ¿Qué desea ordenar? —dijo su diálogo a la perfección mientras intentaba arreglar la computadora que por algún motivo no encendía. Sin levantar la vista pero sintiendo un enorme cosquilleo en su estómago
—¿Tiene café?
—Sí —la máquina logró encenderse y Taemin entró al sistema para anotar la orden y hacer la factura.
—¿Tiene capuchino?
—Sí
—¿Y tienes novio?
Taemin respiró con profundidad guardando el enojo y antes de levantar la vista dijo:
—No estoy de humor para...
Se quedó callado cuando alzó la vista, porque frente a él, igual a como lo recordaba, estaba Minho , sonriéndole. Con una musculosa negra, pantalón negro y chaqueta de cuero negro. Se quedó sin aliento. Había olvidado lo que la imagen del lobo provocaba en él y solo le quedó sonreír. Una sonrisa que se le fue devuelta.
Esta vez no se separarían.

Llegamos al final de esta historia, espero disfrutaran de esta pareja algo loca y bastante divertida ....
Ya estoy trabajando en otras historias 💙💙💙