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Muchas muchas gracias por leer la historia. Millones de gracias por votar.

Y gracias Scar por comentar cada capi. 

¡Espero que os guste!

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Emma llamó al despacho de la alcaldía suavemente. Estaba nerviosa.

Sabía que era absurdo pensar en aquel encuentro con Regina como si fuese una cita, pero una parte de ella lo sentía así.  Y con esto había aparecido la culpabilidad por Ed, porque apenas aparecía por sus pensamientos.

Y no era una cita pero se había arreglado como tal; había buscado sus pantalones vaqueros más favorecedores, se había puesto el jersey más calentito pero también más ajustado que tenía y , a pesar de que probablemente se pelaría de frío, se había colocado su sempiterna chaqueta de cuero rojo porque sabía que con ella estaría más guapa que con el abrigo de plumas.

Cuando escuchó "adelante", pasó al despacho de Regina.

La estancia estaba decorada con un gusto exquisito, la paleta de colores no variaba del blanco, el negro o el gris pero a Emma le pareció que representaba perfectamente a Regina Mills; imponente, regia y preciosa.

-Hola...- dijo cerrando la puerta tras de sí y levantando una bolsa de Granny's con el almuerzo. No sabía si Regina estaría de acuerdo con la elección que había hecho, con ayuda de Ruby, para ella-. Me he atrevido a traer la comida.

Regina sonrió a modo de respuesta así que supo que había hecho bien.

-Muchas gracias, señorita Swan.

Emma se estremeció. ¿Dejaría de parecerle condenadamente sexy cuando Regina la llamaba así?

La alcaldesa sugirió comer en su despacho porque, aunque el día era soleado, no dejaba de ser noviembre en Maine. Esta extendió un mantel en una mesa grande colocada al lado de su escritorio. Hizo un gesto a Emma y ambas tomaron asiento; Regina presidiendo la mesa y Emma a su izquierda.

-¿He acertado?- preguntó desenvolviendo su sándwich de pastrami y contemplando cómo Regina sonreía ante su ensalada césar con pollo a la plancha y aliño aparte.

-Ruby ha acertado- puntualizó Regina.

-Entonces le debo una a Ruby.

Mientras comían, Emma se interesó por Storybrooke y su política local, así que Regina le dio una clase magistral acerca de cómo se gestionaban los impuestos y las partidas a las que su equipo le daba mayor importancia. A su vez, la alcaldesa tenía curiosidad por el trabajo de Emma y la forma en la que trabajaba en los distintos casos.

Cuando terminaron, mientras Emma recogía la mesa, Regina salió unos minutos del despacho y regresó vestida con un pantalón vaquero oscuro, un jersey de lana y un abrigo beige y no llevaba tacones, se había puesto unas botas planas de piel negra muy elegantes.

-Suelo guardar alguna cosa de ropa en el ayuntamiento porque soy consciente que ante cualquier emergencia no suelo llevar los atuendos más adecuados - Regina se excusó ante su cara de estupefacción por el cambio-. Una vez tuve que ir con David a la antigua mina en minifalda y subida en unos zapatos de aguja de 12 centímetros. Desde ese día, decidí tener un plan B.

A Emma le pareció igual de espectacular que siempre.


***

Media hora más tarde, caminaban en un apacible silencio por el sendero que llevaba al pozo. Emma estaba disfrutando profundamente el pasear al lado de Regina teniendo de fondo el bonito bosque de Storybrooke.

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