Había pasado una semana desde que había tenido el encuentro con la alcaldesa de Storybrooke y Emma ya había rastreado toda la información posible acerca del pueblo y de Regina Mills.
Estaba tan obsesionada que había rechazado un par de casos; Emma era muy responsable en lo concerniente a su trabajo pero eran dos pequeños casos de infidelidad que cualquiera con un rato y un buscador de internet resolvería sin problema. Aparte que ahora mismo resultaba imposible que algo le hiciera apartarse de su idea de conocer todo acerca de Regina Mills y el porqué se había colado en su mente.
En siete días absolutamente encerrada, apenas aseada y rodeada de cajas de pizza vacías, había descubierto que Storybrooke tenía una página web bastante simple y poco actualizada desde hacía seis años. Gracias a su página había sabido que era un pequeño pueblo pescador ubicado en un remoto rincón de Maine.
En el sitio web también se indicaba que Regina Mills era la alcaldesa desde hacía unos 7 años y no constaba ningún predecesor, Emma supuso que se debía a que la creación de la web debía haber sido tras el comienzo de la primera legislatura de Regina. También constaba como sheriff de la ciudad un tal David Nolan, por lo que se preguntó si tendría alguna relación con la profesora Mary Margaret al compartir apellido.
Más allá de la web del ayuntamiento y de un dominio caducado de una tienda de antigüedades de un tal señor Gold, Storybrooke parecía un pueblo sin apenas presencia en la red. Y eso que había buscado toda la información posible: ciudadanos ilustres, menciones en redes sociales, reseñas en Tripadvisor y nada.
Al octavo día de investigación obsesiva y enfermiza vía informática, decidió probar suerte en registros de bibliotecas del estado de Maine, pero tampoco funcionó. Así que decidió dejarlo.
Se rindió.
Emma se rindió a pesar de que no podía dejar de despertarse en medio de pesadillas inconexas en las cuales a veces surgían corazones latiendo fuera de cuerpos, en las que se escuchaba a sí misma pronunciar el nombre de Regina y en las que recibía como respuesta un señorita Swan. Todo ello teniendo como telón de fondo el pequeño pueblo de Storybrooke, el que reconocía gracias a la página de su ayuntamiento la cual a esas alturas se conocía de memoria.
Tras rendirse llamó a Henry. Apenas si habían tenido comunicación durante esos días, algún mensaje esporádico y ninguna llamada, y era consciente de que estaría preocupado.
-Hola, mamá ¿estás viva? - preguntó jocoso cuando respondió el teléfono.
-Sí, perdona chico. He estado muy liada esta semana -Emma mintió sintiéndose un poco culpable, porque si en algo se caracterizaba la relación que tenían su hijo y ella era que se basaba en una sinceridad absoluta.
Henry pareció dejar pasar el asunto y comenzaron una charla acerca de las clases del joven y de sus avances con Amber. También Henry sacó el tema de Ed y Emma evitó extenderse mucho con el tema, porque lo cierto es que poco tenía que contar, apenas si había pensado en ello.
-Mamá, deberías llamar a Ed- Henry volvió a sacarlo a colación.
-Henry, no me presiones- contestó mientras se dejaba caer en su cama la cual llevaba una semana sin hacer. Al notar el silencio al otro lado de la línea, continuó hablando-. Sé que no estoy siendo justa con él y que está claro que me quiere por todas las cosas que me permite.
-Al menos admites que no es justo la manera en la que desapareces de su vida cada pocos meses. Mamá, Ed es un gran tipo, si no estás segura de tus sentimientos por él, déjalo.
-Ya...
Cuando colgaron Emma se quedó pensando en Ed, ¿por qué seguía aferrándose a él? Seguramente porque, aparte de Henry, era la única persona con la que podía contar en su vida y la hacía sentirse menos desamparada. Pero sabía que no estaba bien estar con alguien solo por compañía. Era absurdo tener esta actitud respecto a Ed, puesto que sola estaba perfectamente, pero era cierto que con Ed su vacío interior se sentía un poquito menos grande, y aunque la pieza que le faltaba para la felicidad estaba claro que no tenía nada que ver con el hombre, sí que él la ayudaba a sentirse más en paz con su solitaria vida.

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Fanfic(((TERMINADA))) FANFIC SWANQUEEN. Han pasado ocho años desde que Regina les diese nuevas vidas a Emma y a Henry. Madre e hijo viven ajenos a Storybrooke y a todos los que allí habitan, hasta que un encuentro casual hace que Emma se vea irremediabl...