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Muchas gracias a todas por vuestros comentarios, animan un montón a seguir 😊😊😊😊

Publico antes porque quiero dejar la historia completa este mes.

Espero que os guste mucho ❤️

Por cierto, es la primera vez que publico desde la App si veis algún error, decídmelo 🙏

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Emma había salido al coche sin dejar claro a qué, aunque Regina tenía la sospecha que se había marchado a por algún regalo. Por suerte ella también le había comprado un detalle.

A veces creía que estaba precipitándose con Emma, que debía frenar un poco para no asustarla pero es que no recordaba haber sentido por nadie lo que esa mujer le provocaba.

Aún no se había sentido con la valentía de decirle a Emma que la primera vez que se encontraron, aquel día en el autobús turístico de Philadelphia, tuvo la sensación de que ya se conocían. Y de que por alguna razón era especial. En aquel momento supuso que se debía a las absurdeces románticas que Mary Margareth solía meterle en la cabeza.

Pero cuando volvieron a coincidir siendo esta la madre del guía de la UPenn ya no le parecía tan descabellada la idea del destino, sus señales y las fantochadas en las que creía su mejor amiga.

Cuando Emma se presentó en Storybrooke se dejó llevar, se dejó llevar por algo en su interior que le decía que aquello estaba bien, que iba en el sentido correcto. Y por eso jamás le dio importancia al hecho de que Emma fuese una mujer. Además, a Regina le parecía una mujer espectacular.

Con Emma había sido tan fácil desde el inicio...

A Regina le había quedado claro prácticamente desde el principio que Emma se sentía atraída por ella. La manera en que la miraba, en que se quedaba obnubilada ante el más mínimo roce y eso no hizo sino aumentar su valentía para acercarse a ella.

Apenas si podía creer lo feliz que Emma la hacía solo con su presencia. Y después de la tortura que había sido todo lo de Robin, el tener una relación sencilla y sin dramas era todo lo que podría desear.

Emma conseguía despertar en ella cosas que no sabía que existiesen, como ese cosquilleo que inundaba todo su cuerpo cada vez que se besaban y que hacía que se le hinchase el corazón de felicidad.

¿Estaba enamorada?

Regina era absolutamente consciente del deseo que invadía su sangre cada vez que estaba cerca de Emma, pero eso unido a la sensación de que esta vez sí, que ese era su lugar, le hacían preguntarse si el amor no habría hecho aparición antes de lo que hubiese esperado.

Al principio tuvo miedo de conocer al hijo de Emma tan pronto, pero era un jovencito tan encantador y que la hacía sentir tan en familia, tan cercana... que sólo reforzaba la idea de que sí. De que esta vez sí.

Puede que eso del amor verdadero de Mary Margareth no estuviese tan alejado de Regina.

-¿Te hubiese gustado tener hijos?- la pregunta de Henry la pilló tan desprevenida que se detuvo en mitad de su camino a la cocina.

-No puedo- respondió secamente, no le gustaba hablar del tema.

-¿Pero querrías tenerlos?

A Regina no le estaba pareciendo correcta la manera tan brusca en la que Henry estaba tratando un tema tan delicado para ella.

-Henry, no entiendo...- salió de la cocina, pero el joven la detuvo en el hall.

-¿Nunca has sentido que te faltaba algo aquí? -Henry se dio un golpe en el pecho- ¿Nunca has notado que te faltaba tu hijo?