Gorgeous | Max Verstappen [✓]

32. little lies

📍Mónaco
🗓 24 de junio de 2022

Apreciaba mis momentos a solas, como este. Lando había ido a entrenar y yo me encontraba sentada en el sofá leyendo tranquilamente un nuevo libro de romance cliché que se había popularizado en Tiktok.

Ya había desayunado, me había lavado el pelo y ahora estaba leyendo con Lover de fondo, ¿había mejor plan?

Hablando de planes, esta noche he quedado con Daniel para cenar. Le había preguntado a dónde íbamos, pero solo me había dicho que me pusiera un vestido bonito. No sabía qué esperarme de él.

Volví mi atención al libro. Como me gustaban los clichés, eran mis favoritos. Esos que podías predecir el final desde que lees la contraportada, esos eran.

-Buenos días.- dijo mi hermano entrando a casa.

-Hola.- dije sin prestarle atención.

-Me voy a duchar.- como respuesta solté un “ujum”.- Ya veo que estás muy habladora esta mañana.

No le contesté, ¿que quería que hiciese? Me acababa de empezar un capítulo y el anterior me había dejado con la intriga, quería leer sin parar, era casi adictivo. Él se fue a la ducha sin decir nada más y,  cuando terminé el capítulo, salió de ésta. Dejé el libro a un lado.

-¿Qué tal el entrenamiento?- le pregunté.

-Bien, como siempre.- se encogió de hombros. Se tendió en el sofá, llevó uno de sus brazos a la cara tapándose los ojos.- ¿Al final has quedado con Daniel?

-Sí, por ahora no ha cancelado nada.- bromeé un poco.

-¿No te parece raro?- preguntó quitándose el brazo de los ojos para mirarme.

-¿Qué quiera quedar conmigo a solas? Un poco.- contesté mi propia pregunta.

-No, eso no. Me refiero a que quiera quedar contigo antes que conmigo, ¡soy su compañero de equipo y soy mil veces más divertido que tú!- se quejó, sonreí divertida.

-No estaría tan segura si fuera tú.- alcé las cejas.

-Yo sí estoy seguro. Soy el hermano guapo, divertido y listo.

-Sigue mintiéndote a ti mismo.- le molesté.

-Que te den.

-Dios te oiga.- bromeé y mi hermano me sacó el dedo.

-¿Qué vas a hacer de comer?- preguntó llevándose su mano a su abdomen.- Tengo hambre.

-¿Cómo qué qué voy a hacer de comer? Hoy te toca a ti cocinar.

-Pero, Bex, he madrugado, he entrenado y estoy cansadito.- dijo en un tono triste y  poniendo ojitos de cachorrito. Solté un bufido.

-¿Qué quieres?- pregunté rindiendome.

-Eres la mejor.