54. so weird

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📍Londres, Reino Unido
🗓 26 septiembre de 2022

Max's pov

Tres horas después, Rebecca ya estaba despierta y comiendo helado de chocolate mientras le contaba a sus amigas lo que había pasado. Se le veía mejor, aún desanimada, pero por lo menos se le veía descansada y ya no había vuelto a llorar.

Saqué el móvil cuando este vibró en mi bolsillo. Suspiré al ver de quién era el mensaje. Me levanté del taburete de la cocina y todas me miraron.

-Tengo que hacer una cosa.- les dije.

-¿Te vas? ¿Adónde?- me preguntó mirándome con una carita que casi mando a la mierda todo y me quedó allí.

-No voy a tardar, linda. En un rato vuelvo.- me acerqué a ella para darle un beso en la sien.

Salí de la casa, dirigiéndome de nuevo a mi coche, comenzando mi camino con la playlist de canciones que me recordaban a Rebecca. Me sorprendí a mí mismo cuando empecé a cantar una de ellas.

Unos veinte minutos después paré el coche enfrente mía. Esperé a que metiera sus cosas en el maletero y se montara al coche para volver a arrancar.

-Hola.- murmuró con voz de niño regañado.

-Te voy a matar, te lo juro.- gruñí.

-Lo siento. Sé que lo he…- le interrumpí.

-No, cállate. Guárdate tus excusas para tu hermana, Lando.- no dijo nada y se quedó en silencio durante unos minutos.

-¿Crees que me perdonará?- suspiré. Los Norris me iban a volver loca.

-Sí.- dije con simpleza.

Rebecca estaba dolida, pero Lando era su persona y sabía que no tardaría mucho en perdonarle. De hecho no me sorprendería que cuando entrara por la puerta de casa, le abrazara mientras le insultaba.

Miré a Lando de reojo y ví sus manos temblar. Rodeé los ojos. Me compadecia de él. Odiaba decir esto, pero una parte de mí se alegra de que él soltará el dinero y Rebecca tuviera esta oportunidad, desde que la conozco nunca le había visto tan feliz y sería hipócrita si dijera que no pensé en algún momento en hacer lo mismo, pero sabía que esto pasaría y no había que ser muy listo para saberlo.

-Necesito un favor, Max.- me dijo.

-No estás en posición de pedir favores. No te voy a ayudar más con Rebecca.

-No es eso. Es que era por si podía irme contigo a Singapur, se me han complicado las cosas.- suspiré.

Claro que le dejaría venir conmigo, no le iba a decir que no, aún sabiendo que solo tendría que llamar a McLaren para tener un jet a su disposición, pero al final era mi amigo y aunque lo hubiera cagado, le apreciaba.

-Arregla las cosas con Rebecca y te puedes venir.- le incentivé. Vi como asentí.

Aparqué el coche y salí de este seguido por Lando. Mandé un mensaje a Rebecca para que abriera la puerta y subimos al piso. Abrí la puerta entreabierta.

-¿Dónde te has metido? Me habías dicho que enseguida…- se quedó callada al ver a Lando entrar. Su expresión cambió a una de seriedad.- ¿Qué, Max? ¿Por qué está él aquí?- me preguntó con un tono de enfado. Vale, no me esperaba tanta agresividad de su parte, pero se la merecía.

-Yo, me voy a ir.- dijo Lydia, que ahora era la única que estaba en el piso, además de nosotros.

-Sí, yo también.- dije esta vez yo.

-Conozco una cafetería cerca de aquí. Muy buena.- me dijo la rubia.

-¿Sí? Pues vamos.

-Ni se te ocurra, Verstappen.- escuché que decía mi novia, pero antes de que pudiera decir nada más, salí del piso con la chica.

Gorgeous | Max Verstappen [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora