Gorgeous | Max Verstappen [✓]

45. drunk in love

📍Spa, Bélgica
🗓 28 de agosto de 2022

Las vacaciones habían terminado, bueno, para Max, yo seguía simplemente con mi rutina de seguir a mi hermano y a mi novio por el mundo mientras ellos se meten en un coche y dan vueltas.

El parón de verano terminó por todo lo alto, con un viaje a Venecia a solas con Max. Fuimos a la Basílica de San Marcos, al Palacio Ducal y al museo de Leonardo Da Vinci y, por supuesto, dimos un paseo en góndola.

Yo le agradecí mucho el viaje a Max, porque algo me decía que a él estos viajes más culturales no le hacían tanta gracia como a mí, pero hacía el esfuerzo porque sabía que a mi me gustaban.

Pero nuestro viaje acabó y Max tuvo que ir a la fábrica antes de venir a Bélgica, que es dónde nos encontramos ahora mismo.

Max estaba contento porque era su carrera en “casa” y toda su familia estaría allí, ya que vivían en Bélgica y yo me había enterado hace unos días que mi novio había nacido allí y cuando le pregunté que porqué no me lo había dicho me contestó que no pensaba que fuera importante. Hombres.

Yo estaba nerviosa, muy nerviosa. Pensar en conocer a su familia me hacía temblar. Ya había tenido encontronazos con su padre y hablé con Victoria en una ocasión, pero esta vez es diferente. ¡Que va a estar hasta su abuela!

Me miré al espejo, fuera hacía mucha calor así que me había puesto un vestido amarillo de tirantes, sencillo y cortito con mis converse blancas y acompañando el look una gorra de Max, que aún no me había puesto y llevaba en la mano.

-¿Lista?- me preguntó saliendo del baño y me miró de arriba a abajo.- Estás preciosa, cariño.

-Gracias, Maxie. Vámonos o llegaremos tarde.- agarré mi bolso y me colgué el pase del paddock en el cuello. Caminé hacía la puerta seguida por Max.- ¿Crees que le caiga bien a tu familia?- pregunté girandome de repente, haciendo que chocara de cara con su hombro. Joder, no sabía que estaba tan cerca de mí. Me llevé la mano a la nariz adolorida por el choque.

-¿Estás bien? Ten más cuidado.- apartó con cuidado mi mano y me miró la nariz.- Creo que sobrevivirás.

-Gracias, doctor.

-Y a mi familia también.

-Pues a tu padre no le caigo muy bien.- le recordé.

-Mi padre es un mundo aparte. A Victoria le caes bien.- me comentó cerrando la puerta de la habitación.

-Solo he hablado con ella una vez.

-Pero yo le he hablado demasiado de ti.- le sonreí ligeramente.- Tranquila, todo saldrá bien.- pasó un brazo por encima de mis hombros pegándome a él.

-Eso espero, no quiero caerle mal a tu familia. Encima tú le caíste de lujo a la mía y solo tuviste que sonreír un par de veces y decirle a mi madre que estaba guapa.- dije entrando al ascensor, separándome de su cuerpo.

-Soy un encanto, ¿qué quieres que te diga?- se encogió de hombros con una expresión de superioridad y yo rodeé los ojos divertida. Será egocéntrico. Y cómo me gusta este egocéntrico.

Nos llevaron hacia el circuito, nuestras manos entrelazadas estaban en la parte trasera del coche, descansando en mi regazo. Tres apretones. Eso es lo que sentí, le miré con una sonrisa tonta en mi rostro, él estaba mirando a GP y escuchándolo atentamente. Me quise poner a gritar de la emoción ante el gesto. Lo tenía bien educado. Le devolví los tres apretones.

Unos minutos después habíamos llegado al circuito, entramos de la mano. No nos escondemos de nadie y el paddock entero sabía de lo nuestro así que era algo ya que era natural para nosotros.