48. see you soon

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📍Monza, Italia
🗓 11 septiembre de 2022

Apreté los párpados al notar los rayos de luz entrar por la ventana directamente en mi cara, sacándome de mi ligero sueño. Maldije mentalmente por haberme olvidado cerrar bien las cortinas. El brazo de Max me rodeaba la cintura con firmeza, pegando su pecho con mi espalda y notando su respiración calmada en mi nuca. Intenté volver a dormirme, pero no lo conseguí. Había dormido fatal hoy, me había despertado un par de veces e incluso creo que tuve una pesadilla, me pesaban los párpados y algo me decía que era algo que no iba a cambiar a lo largo del día.

-Estate quieta, Rebecca.- gruñó con su voz de recién levantado.

-Lo siento.- murmuré.

El silencio volvió a inundar la habitación y yo me quedé mirando un punto fijo de la pared intentando no moverme ni un milímetro para no molestar a mi novio.

-¿Qué te pasa?- susurró.

-No puedo dormir.- admití. Su mano me empujó levemente para que me diera la vuelta y quedar cara a cara.- Siento haberte despertado.

-No pasa nada, cariño. Igualmente no creo que tarde tanto en sonar el despertador.- dejó un rápido beso en mi frente.- Buenos días.- dijo con voz mimosa.

-Buenos días, Maxie.- me acurruqué contra su cuerpo.

-Podríamos quedarnos así para siempre, ¿no crees?

-Ojalá, pero tienes que trabajar, alguien me tiene que mantener.- bromeé y él soltó una risita ahogada, pude jurar que rodó los ojos.

-No quiero ir.- se quejó como un niño pequeño. Y eso me sorprendió, Max amaba correr, más bien amaba competir, cualquier cosa que pudiera ganar él estaría ahí en primera línea (nunca mejor dicho).

-¿Te has levantado perezoso?- pregunté mientras dibujaba trazos sin sentido sobre su pecho desnudo. Tenía la piel sorprendentemente suave.

-Me he levantado sin ganas de que te vayas, ¿a qué hora te vas?

-A las seis sale el vuelo, así que tendré que irme poco después de que se acabe la carrera.- escuché el gruñido salir de su boca.

Había apurado mucho, mañana a las 8 de la mañana empezaba el curso y aquí estaba, en Italia, pero quería ver la carrera antes de irme.

-Podría irme contigo.

-Christian nos mataría a los dos.

-Tengo el mundial asegurado.- dijo con seguridad. Me gustaba su faceta arrogante, él sabía que era prácticamente invencible en la pista.

-Oh, vaya, disculpa señor bicampeón del mundo.

-Eso dímelo en unas semanas, por ahora solo campeón del mundo.- dijo con una sonrisita de lado. Me quedé mirándole fijamente.- ¿Qué?

-Nada, ¿qué hora es?- le pregunté, él estiró el brazo hasta la mesita.

-Las siete y diez.

El despertador de Max sonaba religiosamente todos los fin de semana de carrera a las siete y media, así que no faltaba mucho para que sonara el despertador.

-Perfecto. Pues creo que me voy a duchar.

-Vale.- murmuró cerrando los ojos, pero no me soltó y yo tampoco hizo el amago de separarme de él.

-¿Te duchas conmigo?- le pregunté mirándole, abrió solo un ojo.

-Si querías que me levantará de la cama esa es una buena forma de hacerlo.- solté una risita.

Gorgeous | Max Verstappen [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora