27. i feel so happy with you

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📍Mónaco
🗓 30 de mayo de 2022

Mi cabeza dolía mil infiernos, maldita resaca, me llevé la mano a la frente y jadee de dolor. Abrí los ojos lentamente y tuve que pestañear un par de veces antes de abrirlos definitivamente. Me reincorporé en la cama, la cual era muy cómoda, al darme cuenta que no era mi cuarto, ¿dónde mierda estaba? Intenté hacer memoria, pero me dolía la cabeza demasiado y solo el intento de recordar hacía que me dieran pinchazos en esta. Lo último que recuerdo es estar en la barra con Daniel, Lando y Carlos pidiendo otra ronda de chupitos.

¿Por qué no estaba en casa de Lando? ¿Dónde estaba él? ¿Y Max? No recordaba haberle visto después de que nos separamos y terminara en la barra bebiendo como desquiciada.

Miré mi ropa y luego la habitación, no habían fotos, ni cuadros, era completamente blanca, ¿cómo podría intentar adivinar dónde estoy si la habitación es tan insípida? Joder, ¿qué había pasado anoche? Me giré para intentar buscar algo para identificar de quién era la habitación, alguna foto en la mesita o algo, pero solo vi una aspirina y agua, la agarré con vacile, pero el dolor de cabeza era superior a la razón.

Me quedé sentada en el borde de la cama durante un minuto mirando al suelo, porque sentía que si me levantaba iba a terminar en el suelo del mareo. Una vez ya sentí que me podía levantar sin caerme, salí del cuarto y di con un pasillo blanco el cual tenía tres puertas además de por la que había salido y había una escalera al final del pasillo que iba hacia arriba. Me sentía muy pérdida, nunca había estado en esta casa, estaba segura, espero por lo menos seguir estando en Mónaco y que no me hayan secuestrado.

Seguí caminando por el pasillo siguiendo el olor a comida que hizo mi estómago rugir, fui hacia la cocina y entonces escuché a Taylor Swift, ¿qué? Alguien que hacía una comida que olía así y escuchaba esta música no podía ser un secuestrador, ¿no?

Al entrar a la cocina solté el aire que no me había dado cuenta que había retenido hasta ese instante y sonreí al ver a quién le pertenecía la casa, quién cocinaba mientras meneaba la cabeza al compás de You belong with me.

-Buenos días.- le dije, el neerlandés se giró a verme.

Un pinchazo me vino a la sien al recordar algunas imágenes sueltas de la noche anterior; Max llevándome al baño, yo pidiéndole que me besara, yo riéndome mientras me llevaba al coche en brazos… Y ya está, no podía recordar cómo había acabado en su casa en vez de en la mía.

-Buenos días, linda. Estoy terminando de hacer el desayuno, ¿cómo estás?- me preguntó.

-Fatal, quiero acuchillarme la cabeza.- él soltó una risita.- No te rías de mi dolor.- me quejé.

-Lo siento. Deberías controlarte un poco con el alcohol, no te sienta bien.- bromeó, yo hice un gesto para restarle importancia.

-¿Qué estás haciendo? Huele muy bien.- inspiré hondo para recoger el delicioso olor que llenaba la cocina.

-Tortitas, la receta es de tu español favorito. Pensé que te gustarían.- le dio la vuelta a una en la sartén.- ¿Te acuerdas de lo de ayer?- me preguntó mientras se giraba a verme.

-¡Ay, Dios mío! ¿Qué hice?- dije asustada.- No me acuerdo de nada, hasta que no te he visto aquí, pensaba que me habían secuestrado.- confesé.

-Por favor, Rebecca.- sonaba casi a regaño.

-¿Qué? ¡Es verdad! Imagínate levantarte sin acordarte de nada en una habitación que no es la tuya, que, por cierto, a ver si la decoras un poquito, una habitación dice mucho de alguien y la tuya no dice nada además de "aburrido" en mayúsculas.- él negó y rodó los ojos, para volver a girarse y sacar la tortita de la sartén, sentía mi boca hacerse agua.- Ahora dime, ¿hice algo vergonzoso anoche? Además de estar borracha como una cuba.- dije con obviedad.- él soltó una risita.

Gorgeous | Max Verstappen [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora