Cloe's pov.
Desperté y tenía a un hombre de no más de treinta años a los pies de la cama, era rubio de ojos azules y poseía una sonrisa sádica. Me asusté en primer momento al ver al hombre que custodiaba mi puerta fallecido en el suelo con una herida de bala en su cabeza.
- ¿Q-quien eres tú?- cuestioné retrocediendo en la cama.
- Me presento, muñeca, soy Luke anystone, ¿Tom no te ha hablado de mi?-
- No...-
- La verdad no me importa, vienes conmigo, levántate.- a decir verdad Luke era más amable que Tom en este sentido.
Me levanté de la cama temblorosamente y él me tomó de la muñeca arrastrándome con él hacia la cocina en dónde me obligó a sentarme en el sofá.
- vendras conmigo y te aclaro que es poco ético enamorarte de tu secuestrador.- sonreí irónicamente, me tomó de la muñeca y me llevó fuera del departamento, metiéndome en una furgoneta con rumbo desconocido.
Me imaginaba a Tom viniendo a rescatarme como un príncipe azul, como cuando la princesa está en problemas y caballero viene a salvarla, como una típica película de amor, aunque nosotros escribimos nuestra propia película.
Tom's pov.
Wisconsin.
- El aire que es una mierda.- Georg no paraba de quejarse al llegar a nuestra próxima nueva ciudad.
- Deja de quejarte Georg, sera nuestra en unos meses.- hablé bajando del avión cuidadosamente.
- Si, comenzaré por cerrar las alcantarillas.- todos reímos menos Bill, el se veía preocupado y siempre que el se veía así pasaba algo, como su tuviera algún tipo de presentimiento.
- Bill, ¿Que te pasa?- pregunté una vez en tierra.
- Dejaste a Cloe sola, eso me pasa.- no entendía por qué se preocupaba tanto por ella, ni siquiera le caía bien.
- Tengo a un un escuadrón entero custodiandola, debes tranquilizarte.- por un lado tenía razón, estaba sola y eso me preocupaba aunque tenga gente cuidando de ella.
Llamaba a mi hombre Jonathan, que custodiaba su puerta, cada cuatro horas para que vea cómo estaba y siempre las respuestas eran correctas, pero hoy no correspondió, lo llame reiteradas veces y no había respuesta, eso hizo que comienze a alarmarme desde que estábamos en el avión, pero tal vez estaba en el cambio de turno.
- ¿Dónde dormiremos? Estoy muerto.- Gustav se dirigió directo al sofá en la sala de espera de el aeropuerto.
- Reservé dos habitaciones en el hotel presidencial, unos autos nos llevarán.- esperamos fuera del estacionamiento y cuatro autos blancos de gama Audi estacionaron frente a nosotros.
- Los prefiero negros, pero están bien.- espeté antes de subirme al primero de aquellos.
Mi teléfono empezó a sonar camino al hotel con ese típico sonido de teléfono que hace un escándalo y lo contesté maldiciendo
- ¿¡Hola!?-
- ¿¡Tom!?- reconocería esa voz por dónde fuera.
- ¿Cloe? ¿Por qué me llamas? Tienes prohibido hablar conmigo.- hablé con un tono de molestia en mi voz.
- No fue ella si no yo, Tom.- otra voz que por desgracia también reconocía.
Luke.- ¿¡Que haces con ella!?-
- Sh sh sh, no grites, si la quieres debes darme lo que ya sabes, nos vemos Tom.- cortó la llamada sin esperar respuesta y yo me quedé helado con el sonido de mi teléfono en la oreja.
Luke y yo eramos muy pequeños cuando fuimos mejores amigos.
Recuerdo esa noche con exactitud, en la que robamos el banco central de Alemania, robamos todos los secretos de gobierno y un precioso diamante que brillaba como ninguno, pero cuando íbamos de regreso a el lo atrapó la policía y yo seguí mi camino sin él. La piedra está guardada en Wisconsin en la caja fuerte del hotel presidencial. Ahí iban a parar todos los proxenetas, asesinos, violadores entre otros, ya que ahí dentro estaba prohibido derramar sangre. El querrá la piedra y yo no se la daré, es mi promesa a mi orgullo.Pero por Cloe haría cualquier cosa, solo para que ella esté salvo, y para eso debíamos volver a New York y salvarla.
Llegamos al hotel presidencial, Georg y Gustav fueron a su habitación y yo y Bill a la nuestra, no les diría nada por ahora, necesitaba tranquilidad para poder pensar.
- ¿En qué piensas tanto? Ya estamos seguros, la piedra está con nosotros y todo está bien.- Bill hablaba en voz alta para relajarme, aunque en realidad hablaba para autoconvencerse de que nada pasaría, pero el sabía que algo no andaba bien y razón no le faltaba.
- Bill, Luke secuestró a Cloe y quiere la piedra para liberarla.- hablé sin mirarlo, el corazón se me aceleraba con tan solo pensar que estaba siendo torturada por él.
- ¿¡Que!? ¡Yo sabía que algo no andaba bien! ¿¡Que haremos ahora!?- no tenía ni idea pero lo primero sería viajar a New York y hacerlo lo más rápido posible.
- Viajaremos a New York y le daremos la piedra.- Bill me observaba desentendido, pero ya estaba decidido.
- Sabes que es un peligro, ¿no? Luke te va a matar, quiere venganza.- y lo sabía, pero no importaba nada más que mi chica.
- Necesito salvarla, imagina lo que le podrían estar haciendo.- grité a pocos centímetros de su rostro.
- Pero Tom...-
- Pero nada, tu mismo dijiste que la dejé sola, pues ahora iremos a por ella mañana por la mañana.- hablé decidido, cuánto más tiempo este lejos de mi, mas en peligro se ponía y no aguantaría eso.
Tomé mi teléfono del bolsillo y marqué el mismo número que me había llamado momentos antes.
- Tom, Decidiste hacerme caso, bien por tí.-
- Te daré la maldita piedra pero la quiero sin ningún rasguño, ¿Escuchaste, hijo de puta?-
- Nos vemos en el Speach a medio día.-
Cortó sin esperar una respuesta de mi parte. Dejándome con el corazón vacío de dolor.
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𝙋𝙤𝙠𝙚𝙧 𝙁𝙖𝙘𝙚 ; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇
FanfictionCloe Price es una bailarina y modelo reconocida en la ciudad de New York, hasta quedar a cargo de su madre que poco a poco se hunde en la adicción a las drogas y el alcohol. Su madre tiene una deuda impagable con el famosísimo Tom Kaulitz, jugador d...