Cloe's pov.
- ¿Cómo te sientes?- dije acomodando su cabello.
- Para haber tenido una bala incrustada en mis costillas, bastante bien.- dijo irónico y reímos. Hoy le darían el alta del hospital a Georg.
El mejoró rápidamente desde que quedó internado, Tom lo visitaba todos los días sin falta gracias a qué la bala no toco ningún órgano vital. Teníamos todo planeado para ir a New York en cuanto Georg mejorara ya que aquí en Italia nos buscaban hasta por debajo de las piedras, estabamos en venta por los mayores sicarios de Italia.
- Hoy iré a ver mi vestido de bodas, ¿No es romántico?-
Tom y yo hablábamos de la boda todos los días, no habrían invitados, solo nosotros Pero con eso sería suficiente.
- Demasiado para mí gusto.- rió otra vez y en eso golpearon la puerta.
- ¿Puedo pasar?- dijo Bill del otro lado de la puerta y nosotros asentimos al unísono. — Cloe, Tom te espera para ir a ver el vestido, yo me quedo con Georg y Gustav está tramitando los papeles para llevarnos a Georg a casa.- sonreí y me acerqué a Georg.
- La próxima vez que te hagas el valiente, te patearé las bolas.- el rió a carcajadas y yo me fui por la puerta encontrándome con Tom.
- ¿Lista para ir a ver tu vestido a la mejor casa del país?- la emoción recorría mi cuerpo junto a la ansiedad.
Cuando llegamos al lugar me propuse a encontrar mi vestido, lo quería esponjoso y con una cola larga, como si fuera colonial.
- Eh dicho que el vestido será blanco.- dije con tono caprichoso a la vendedora cuando me trajo el vestido equivocado. Unas de las pocas veces que salíamos de la casa era para ver mi vestido, el cual compraría para casarme en New York.
- ¿No crees que estás siendo un poco caprichosa?- me tomó por la espalda y besó mi cuello.
- Es mi vestido de bodas, obvio que seré exigente.- el rió, los últimos meses su barba había crecido un tanto mas.
- Eso me gusta de ti.- me besó una vez más y sentimos la puerta de la tienda abrirse.
- Ya tortolitos, llegué yo.- dijo la voz proveniente de Georg detrás nuestro.
- No lo pudimos parar.- dijo Gustav agitado de correr junto a Bill.
- ¿Georg? ¿Que haces aquí? Deberías estar en el hospital esperando el alta.-
- Me liberarían de igual forma.- dijo orgulloso.
- Señorita, ¿Este es su vertido?- dijo la vendedora con el vestido en manos.
El vestido era esponjoso con la cintura pequeña, blanco y limpio con una cola larga y perfecta hasta los pies. Me quedé perpleja viendo mi futuro vestido.
- ¡Si! ¡Es este el que quiero!- la vendedora lo llevó a la caja y Tom lo pagó.
- Kaulitz, ¿Creíste que no vendría a buscarte?- la voz que más temía a reconocer estaba de vuelta... Stefano.
- ¿Que haces aquí?- dijo Tom apuntándolo con su arma.
- Vine para pedirte algo.- Bill y Gustav lo apuntaban de atrás mientras Georg y Tom de adelante, Georg lo iba a inmovilizar, pero Tom lo paró con una seña.
- ¿Ahora que quieres?- dijo Tom en tono amenazante
- Te invito a un juego de poker, si aceptas y ganas estamos en paz, si no, te mataré de igual forma.- no... Otra vez no...
- No aceptaré.-
- Si eso prefieres... Te buscaré y te encontraré.- Tom pareció pensárselo.
- Está bien... pero, ¿Qué me da la seguridad de que no me tricionarás?- Stefano rió.
- Yo no traiciono, yo mato.- Tom dejó de apuntar y se acercó a Stefano.
- Acepto el duelo.- Stefano le dió la mano y el la aceptó.
- Esta misma noche, en el hotel Venezia.- dijo por último y se fué por donde vino.
- Tom, ¿Seguro que lo harás?- cuestionó Gustav.
- Quiero acabar con este hijo de perra.-
Le dejé el pago a la vendedora que se encontraba escondida y llorando debajo del mostrador y me llevé el vestido al salir de la tienda. Nos montamos cada uno en su moto, yo detrás de Tom y fuimos a la casa. Al llegar me senté en el sofá junto a Tom.
- Tienes que ganar, no seré viuda.- dije irónica y melancólica.
- Parece que te olvidas de quién soy, cariño, soy Tom Kaulitz, dueño de New York y maestro en el poker.- reí por su expresión egocéntrica.
- Cierto, y mi secuestrador.- dije irónica.
- Que personal.- carcajeamos juntos y le robe un beso.
- No quiero perderte, por favor, ganale a ese idiota.-
- Prometo hacerte la mujer más feliz del mundo luego de matarlo.-
- Deseo tanto que el este muerto.-
- Y lo estará.- reí y la bese en la mejilla. Era mi tesoro, la mujer que más quería en la vida, obviamente la trataría como tal.
- Tom, ¿Tienes que trabajar hoy?
- Tengo que ajustar un par de cuentas, nada más.-
- Está bien, ve.-
Cloe.
Tom se fue y yo me quedé sola en la casa, bajé a la sala y me quedé con Gustav y Georg que miraban el televisor.
- ¿Quieren jugar a un juego de mesa?-
- Cloe...- Gustav estaba de mal humor y se negó.
- Vamos será divertido.-
- está bien.-
Estuvimos una hora jugando al ajedrez hasta que llegó Tom, con gotas de sangre visibles en su rostro. Nadie preguntó nada, solo nos quedamos en silencio y dejamos de jugar.
Era más que obvio que su 'ajuste de cuentas' no tenía que ver con tratar bien a alguien.
Vamphery
Capítulo corto por hoy, prometo que el capítulo que viene será más largo!!
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𝙋𝙤𝙠𝙚𝙧 𝙁𝙖𝙘𝙚 ; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇
ФанфикCloe Price es una bailarina y modelo reconocida en la ciudad de New York, hasta quedar a cargo de su madre que poco a poco se hunde en la adicción a las drogas y el alcohol. Su madre tiene una deuda impagable con el famosísimo Tom Kaulitz, jugador d...