chapter seventeen

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Tom's pov.

Recorrí su cuerpo con mis manos tanto como pude, encajaban perfectas en sus pechos y cintura, su suave y redondo trasero recubierto con una fina tela de encaje roja. Me recordó a la última mujer que amé, mi querida pelirroja, Emma, ella trabajaba en el club, la cual murió en manos de un cliente. No recuerdo mucho de aquella noche, pero solo se que mis manos terminaron bañadas en sangre del hombre que la mató. Y ahora me encontraba en una situación similar. Observé y profundicé su cuerpo hasta que Georg interrumpió nuestro momento.

- Tom, Llegaron nuevas fotos.- Georg interrumpió mi momento, sin ni siquiera importarle que Cloe esté semidesnuda a un lado mío

- Tráelas.- ordené y este me tendió los documentos. Abrí el sobre qué contenido fotos mías tomadas desde lejos como si las hubieran tomado con una cámara fuera de la casa, en mitad de la noche. Pero una llamó mi atención e hizo que mis cinco sentidos se alerten, era una foto de la cama junto a Cloe y de lo que estábamos haciendo minutos antes de que Georg interrumpiera.

- ¡Maldita sea! busca quién carajo tomo las fotos, Diles a los demás que también busquen.- me levanté de la cama rápidamente, tomé mi ropa y me fuí dejando a cloe sola en la habitación.














- Tom, encontré al idiota de las fotos.- mi fiel hermano regresó con un hombre en sus manos de apariencia pequeña y asustada que temblaba con la cámara colgada de su cuello.

- Llévalo al sótano, ya me haré cargo.- mi plan era ir a despertar a mi bella durmiente que yacía en mi cama pero el pequeño hombre habló.

- ¡Luke! ¡Trabajo para Luke! ¡Por favor! ¡Soy camarógrafo no me hagan daño!- Luke era un hombre misterioso con el que acostumbraba a negociar, no entendía por qué querría luchar contra mí.

- Dime lo que sabes.- me recosté sobre el sofá relajado apoyando la mano derecha en mi bastón de madera color negro y lo interrogué.

- Señor Kaulitz... Usted está en venta.- ¿A qué se refería en venta? No entendía lo que estaba pasando y lo  odiaba.

- ¿A qué te refieres?- comenzaba a sudar.

- Que su muerte está valorada en quince millones de dólares.- y ahora todas las piezas del rompecabezas coincidían, Antony jamás se atrevería a luchar conmigo si no fuera por dinero, y Luke ahora querría matarme. Estaba realmente jodido, ahora era un pedazo de carne que todos los asesinos, proxenetas y contrabandistas querrían comer y se pelearían por aquello.

- Bill llama a los demás, necesitamos planear un plan en un lugar mejor.- debía escapar a donde sea para proteger a mi chica.

- Señor Kaulitz...- el camarógrafo interrumpió mi paso tomándome del brazo.

- La venta de su muerte comienza a mitad de noche, tiene tiempo de escapar.- solté mi brazo bruscamente y seguí mi camino pero paré.

- ¿Por qué me ayudas?- le hablé al camarógrafo poco convencido.

- Porque usted es el maldito Tom Kaulitz, no sabe la cantidad de rumores que hay sobre usted, usted es una leyenda.- le sonreí, sabia lo que era, me enorgulleció, pero ahora huiría como una rata, y eso afectaba mi orgullo, pero lo haría por ella. Seguí mi camino hacia la habitación para ver a Cloe.

- Señor Kaulitz, usted no se enteró por mí.- gritó desde atrás. Saldría del país sin Cloe, yo le estaba arruinando la vida y no me permitiría eso, no quería que corriera riesgo, así que me puse en marcha para dejarla lo más lejos de mí.

- Gustav, dale un sedante a Cloe, no la llevaremos con nosotros y prepara un viaje en avión para hoy mismo sin personal, no quiero que nadie sepa a dónde vamos.- hablé con seguridad al hombre que tenía custodiando la puerta de mi habitación.

- Pero señor...-

- Pero nada, dale un sedante.- gustav se fué y yo entré a la habitación.

Ella yacía en mi cama con el pelo hecho un desastre y con la expresión relajada, era realmente bella, y pronto se convertiría en bella durmiente. Me acerqué a ella, y con una mano toque suave rostro, la paseé por su frente para luego llegar a su boca y rozar mi dedo pulgar en sus carnosos y jugosos labios, sabía que me dolería dejarla, pero si quería que ella esté bien debía hacerlo.

- Tom... ¿Que hora es?- mi toque la despertó, Ya adormilada me habló.

- Sigue durmiendo cariño, pronto lo sabrás.

                           

𝙋𝙤𝙠𝙚𝙧 𝙁𝙖𝙘𝙚 ; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora