Valeria caminó con la cabeza alta por los desconocidos pasillos de aquella empresa. Acaban de contratarla como Directora de Operaciones después de que el anterior COO de la empresa renunciará dos meses atrás. Valeria estaba nerviosa, su nuevo puesto era importante, la habían trasladado desde la sede de Londres en la que llevaba cinco años trabajando como Directora de Finanzas, pero nunca había esperado un ascenso como este, esta era la sede principal de toda la empresa, esta posición era mucho más prestigiosa y también requería muchas más responsabilidades.
El mundo de las grandes multinacionales estaba tremendamente masculinizado y Valeria había trabajado duro para conseguir todo lo que tenía hasta aquel momento, así que pese a la ansiedad que sentía en su pecho consiguió crear una fachada de seguridad mientras avanzaba con paso firme, un traje de chaqueta, falda perfectamente planchada y unos tacones elegantes que le ayudaban a aumentar su confianza, Valeria recorrió el pasillo que le habían indicado en la entrada y se encontró con Máximo Ojeda que la esperaba junto a una gran puerta de madera maciza.
"Señorita Ramírez, un placer verla de nuevo".
Valeria esbozó una sonrisa llegando a su altura y le ofreció su mano a modo de saludo, ambos la estrecharon con firmeza.
"El placer es mío, Señor Ojeda" Dijo Valeria sinceramente.
Cuando Máximo Ojeda, dueño del imperio financiero de los Ojeda apareció en Londres para ofrecerle personalmente el puesto, Valeria no pudo resistirse. Máximo se había retirado hace unos años atrás de los puestos de dirección, pero todavía mantenía su posición en la junta de inversores y era la cara más visible de la empresa.
"Vamos a dentro" Dijo Máximo abriendo la puerta e indicándole a Valeria que pasará primero.
Valeria entró a la habitación y vió una imponente sala de reuniones, pero alrededor de la gran mesa no había nadie, Valeria esperaba encontrarse con toda la junta de inversores, pero en la habitación solo había una figura, una mujer que estaba de espaldas a ella con la mirada pérdida en el enorme ventanal que se extendía a lo largo de la habitación y desde el cuál era visible la ciudad de Nueva York en toda su gloria.
Aquella mujer se giró al escuchar que alguien entraba y Valeria no pudo evitar sorprenderse por la belleza de aquella desconocida, pero trató de no ser demasiado obvia y giró la cabeza para mirar a Máximo que acababa de cerrar la puerta esperando ser presentada.
"Señorita Ramírez, esta es mi hija, Yurielkys Ojeda, Directora Ejecutiva de Ojeda Technologies" Dijo Máximo finalmente.
"Así que está es la famosa Yurielkys Ojeda" Pensó Valeria mientras la mujer se acercaba a ella y le ofrecía una de sus manos que Valeria estrechó rápidamente, se sintió mucho más intimidada por aquella mujer de lo que se había sentido cuando conoció a Máximo hace un mes en Londres.
"Gracias por venir Señorita Ramírez" Dijo finalmente Yurielkys y Valeria sintió como su corazón se aceleraba un poco más al escuchar su voz por primera vez.
Yuri llevaba un traje de chaqueta y pantalón que abrazaba su figura, su pelo caía a ambos lados de su cara de forma desordenada pero elegante a la vez.
Valeria tuvo que concentrarse para seguir actuando como una persona normal y cuando soltó la mano de Yurielkys asintió "Gracias por ofrecerme está oportunidad" Contestó y Yurielkys esbozó también bien una pequeña sonrisa.
Máximo señaló la mesa para que las mujeres tomarán asiento y comenzó a hablar "Señorita Ramírez, sé que esperaba reunirse con la junta, y haremos eso al terminar, pero primero quería presentarle a Yuri, al fin y cabo, es con quién tiene que trabajar para dirigir todo esto" Dijo Máximo.
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Secretos | Adaptación Yuleria
FanfictionDos mujeres en un mundo de hombres luchan contra los estereotipos y los prejuicios para que su trabajo se haga valer, pero no saben que pasará cuando sus carreras se junten e inevitablemente sus vidas lo hagan también, especialmente cuando hay secre...