- Capítulo XXIV -

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Un mes siguió a otro y cuando se quisieron dar cuenta habían pasado seis meses desde la primera vez que Valeria había besado a Yuri en el sofá de su casa. Como toda relación habían tenido varios malentendidos y discusiones, pero ambas mujeres podían decir que eran más felices que nunca.

Yuri y Valeria subieron en el ascensor desde el garaje subterráneo de la empresa mientras Yuri miraba a su novia con preocupación. Por suerte no había nadie más allí.

"¿Segura que estás bien?".

Valeria tenía los ojos cerrados, su maquillaje era perfecto como cada mañana, pero Yuri sabía que debajo había dos grandes ojeras. Mia había estado bastante enferma en los días anteriores y aunque ahora la pequeña estaba mejor, era evidente que Valeria estaba pasando por lo mismo que su hija.

Valeria se había levantado con dolor de cabeza y nauseas, pero había insistido en ir a trabajar, Yuri trató de convencerla de que no lo hiciera, pero su novia podía ser muy terca cuando se lo proponía. Con cada segundo que pasaba Valeria parecía más y más decaída, Yuri dudaba que fuese capaz de aguantar una jornada laboral.

Yuri puso el dorso de su mano en la frente de Valeria que seguía con los ojos cerrados mientras el ascensor subía y se sorprendió de la temperatura a la que estaba su novia.

"Amor" Dijo Yuri con seriedad "Tienes que ir a la casa".

Valeria abrió los ojos "No hace falta, estoy bien".

"No estás bien" Dijo Yuri negando "Tienes fiebre".

"No... Es solo..." Empezó a decir Valeria, pero sintió náuseas y dejó de hablar para controlarla.

Yuri suspiró cuando llegaron a su planta, tomó su mano y la acercó a su cuerpo llevándola hacia los despachos.

"Chicas" Dijo llamando la atención de las secretarias "Valeria está enferma, tengo que llevarla a la casa, muevan toda la agenda de Valeria para dentro de dos días, mañana tampoco va a venir".

Valeria quería protestar, pero en ese momento estaba tan débil que solo se concentró en no vomitar.

"Yo vengo en dos horas" Dijo ahora mirando a Sami "Así que solo tienes que posponer lo de esta mañana para después de comer".

"Recupérate pronto Valeria" Dijo Sami con dulzura.

Valeria de dedico una sonrisa.

"Eso jefa, recupérate pronto, que ahora tengo que cambiar toda la agenda" Dijo Cata, pero Valeria sabía que esa era su manera de desearle lo mejor.

Yuri volvió por donde habían venido con su brazo sujetando el torso de Valeria, sin importarle alguna mirada curiosa, normalmente eran muy profesionales y no se abrazaban ni tocaban en la empresa, pero esto era una emergencia.

"Ya vamos para la casa, amor" Susurró Yuri cuando volvieron a estar dentro de los ascensores.

"Lo siento" Dijo Valeria sin abrir los ojos "Por ser pesada y no... Hacerte caso".

Yuri sonrió y besó su sien sorprendiéndose de nuevo de lo caliente que estaba la piel de Valeria.

"¿Eso quiere decir que la próxima vez me vas a hacer caso?".

Valeria negó sin abrir los ojos "Probablemente no".

Yuri soltó una pequeña risa y la pegó un poco más a su cuerpo.

Llegaron al coche y Yuri la ayudó a entrar, cuando Valeria volvió a abrir los ojos Yuri ya estaba aparcando en un garaje diferente, se dio cuenta de que había dormido todo el camino, también se dio cuenta de que estaban en el edificio de Yuri y no en su casa.

Secretos | Adaptación YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora