Yuri suspiró mientras dejaba que un chófer la llevará a una de las galas de la empresa, odiaba ése tipo de eventos, pero eran parte del trabajo.
Hace dos semanas habría estado nerviosa por ver a Valeria con un vestido de noche, pero ahora mismo no tenía ganas ni siquiera de encontrarse con la otra mujer. Aquella tarde habían tenido otro momento incómodo cuando ambas coincidieron en el ascensor y bajaron las cuarenta plantas en silencio.
Valeria había dejado de llamarla Yuri, ya no hacía chistes malos ni gritaba a través de la pared, parecía incluso que evitaba a Yuri para no cruzarse con ella a la hora de la comida o la hora de la salida del trabajo. Pero Yuri no sabía que hacer, porque Valeria no era nada de ella, ni siquiera podía considerarla una amiga, pero tras su cumpleaños pensó que todo sería diferente, pero para su disgusto las cosas habían cambiado para mal.
Yuri llegó al evento, se puso su disfraz de Directora Ejecutiva y comenzó a hablar con los distintos invitados, a poner un show cuando en realidad solo tenía una cosa en la mente, pero por suerte se le daba bien disimular. Lo primero que hizo fue tomar una copa de champagne y empezar a tomar pequeños sorbos para tratar de calmar sus pensamientos.
Cuando llevaba por lo menos media hora en la fiesta la vió por primera vez. En cuánto Valeria apareció por su visión periférica Yuri no pudo separar sus ojos de ella. Su intención había sido ignorar su presencia, pero su mente la estaba traicionando porque no podía separar la vista de la otra latina.
Haciendo un esfuerzo titánico consiguió girarse para que la visión de Valeria dejara de grabarse en sus pupilas y continuó hablando con uno de los empresarios invitados, pero apenas tres minutos después sintió a alguien tomar su brazo ligeramente a la altura del codo para llamar su atención.
Yuri sabía que era ella antes de girarse, pero incluso estando preparada para tener a Valeria tan cerca su pulso se aceleró ante la imagen, Valeria estaba absolutamente preciosa con un vestido rojo que estaba haciendo estragos en la imaginación de Yuri.
"Señorita Ojeda" Dijo Valeria con aquella sonrisa radiante que deslumbraba toda una habitación.
"Señorita Ramírez" Contestó Yuri a modo de saludo y se felicitó internamente por haber mantenido la voz firme pese a que por dentro era un manojo de nervios.
"La veo luego, Señorita Ojeda” Dijo el empresario con el que había estado hablando hasta hace unos minutos y que se había empezado a incomodar por la intensidad con la que ambas mujeres se estaban mirando.
Yuri se despidió del hombre con la mano y se centró en Valeria.
"Estás preciosa Yurielkys".
La mujer de ojos oscuros no se había esperado aquella frase, inmediatamente clavó sus ojos en los de Valeria.
"Gracias" Dijo mirando a Valeria con algo de confusión y con una voz inexpresiva "Tú también".
Yuri no sabía que pensar, Valeria había estado cada vez más distante y ahora le decía que estaba preciosa, su corazón comenzaba a hacer volteretas en su pecho. Aquella mujer era un enigma y Yuri sabía que la iba a terminar volviendo loca.
Un joven con una bandeja pasó a su lado y Yuri automáticamente alzó la mano para tomar una de las copas de champagne que llevaba, se bebió la mitad de un solo trago.
"¿Tienes sed?" Dijo Valeria alzando las cejas.
Yuri miró la copa, con el segundo sorbo se la había terminado casi por completo.
"No me gustan estos eventos” Dijo Yuri, pero lo que en realidad quería decirle a Valeria era que ella misma la estaba haciendo perder la cabeza.
"A mí tampoco" Dijo Valeria suspirando "Preferiría estar en mi casa".
ESTÁS LEYENDO
Secretos | Adaptación Yuleria
FanfictionDos mujeres en un mundo de hombres luchan contra los estereotipos y los prejuicios para que su trabajo se haga valer, pero no saben que pasará cuando sus carreras se junten e inevitablemente sus vidas lo hagan también, especialmente cuando hay secre...