- Capítulo XLI -

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Yuri se despertó confundida, no sabía dónde estaba, tardó unos instantes en darse cuenta de que se encontraba en la cama de Mia. Los eventos del día anterior la golpearon dejándola sin aliento. Pasó varios minutos en aquella cama hasta que finalmente reunió las fuerzas suficientes para levantarse. Se dirigió al salón, todavía no estaba preparada para ir a su dormitorio.

Su celular estaba tirado en el suelo, se le había caído la noche anterior mientras le suplicaba a Valeria que no se fuera. Se agachó y tomó el aparato en sus manos, tenía llamadas perdidas y mensajes, pero ninguno era de Valeria.

No sabía qué hacer, claramente Valeria no quería hablar con ella, y ella no quería hablar con nadie que no fuese Valeria, así que volvió a bloquear su celular para dejarlo en la encimera.

Yuri necesitaba respuestas, pero solo tenía preguntas. Tras mirar hacia el fondo del pasillo durante largos minutos decidió que necesitaba darse una ducha y con pesadez caminó hacia su habitación.

Tal y como había anticipado la ausencia de Valeria era evidente en cada esquina, el clóset estaba abierto, a su lado un montón de ropa desordenada que no había cabido en la maleta. Yuri apretó sus puños intentando no llorar, pero no lo consiguió y las lágrimas aparecieron una vez más.

Yuri caminó hacia la cama, tomó una de las camisetas que Valeria usaba para dormir y se dirigió al baño. Abrió la puerta de la ducha dejando el agua correr antes de comenzar a desvestirse, todavía llevaba el mismo traje que había usado el día anterior para ir a trabajar.

Entró en la ducha y se topó con la silla de ruedas que Valeria usaba para ducharse, se sentó en ella dejando el agua caer sobre su piel sin hacer ningún movimiento para lavar su pelo o su cuerpo. No sabe cuánto tiempo pasó, pero finalmente decidió salir, sus dedos estaban arrugados y no quedaban más lágrimas que llorar.

La mujer de ojos oscuros volvió al dormitorio solo con la camiseta de Valeria cubriendo su cuerpo y se dejó caer sobre la cama, abrazó la almohada y su mano chocó contra algo, era un trozo de papel. Reconoció inmediatamente la letra de Valeria y sus manos tomaron aquella hoja con miedo.

"Te amo, por favor perdóname si te hice dudarlo, confía en mí".

Yuri apretó el papel entre sus dedos, leyó aquellas palabras una y otra vez.

"Confía en mí" Susurró Yuri.

La mujer estaba completamente perdida,
esta situación la sobrepasaba por completo. Valeria había tenido secretos en el pasado, pero aquello era diferente, lo que ocultaba Valeria era demasiado grande si la había llevado a huir de Nueva York con Mia.

Yuri leyó una vez más la nota. Te amo. Aquellas palabras la tranquilizaron un poco, confiaba en Valeria, pero simplemente no entendía lo que estaba pasando.

Yuri se levantó de la cama para buscar su teléfono en la cocina y marcó el número de Mireya, la madre de Valeria contestó segundos después.

"Hola cielo, ¿Cómo estás?".

Yuri sintió un nudo en la garganta, Mireya sonaba tranquila y feliz, una sensación gélida recorrió su espalda cuando se dió cuenta de que Valeria quizás no le había dicho la verdad "¿Está Valeria ahí? ¿Y Mia?".

"¿Qué?" Preguntó la mujer confundida "¿De qué hablas?".

Las manos de Yuri empezaron a temblar, una cosa era que Valeria la dejara, pero otra cosa era no saber dónde estaban ella y su hija. La cabeza de Yuri empezó a dar vueltas y se agarró a la encimera.

Valeria estaba herida, todavía en silla de ruedas, y si no estaba en Miami con sus padres Yuri no sabía dónde estaba.

"¿Yuri? ¿Yuri, donde está Valeria?".

Secretos | Adaptación YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora