- Capítulo XLII -

839 76 26
                                    

Pasaron seis días, seis días y Yuri no supo nada del FBI, ni por supuesto, de Valeria. Los Ramírez no llamaron más, supo que los agentes se habían encargado de hablar con ellos, pero su familia y amigos no dejaban de llamarla, completamente devastados por las noticias de que Valeria se había ido con Mia. Yuri no tenía nada más que decir.

Hacerle frente a su padre y a la junta de inversores también fue muy complicado, tuvo que sacar a delante el trabajo pese a que estaba destrozada por dentro y tuvo que hacer todo eso porque tenía que proteger a Valeria, pero cada día que pasaba se le hacía más y más difícil.

Yuri pasaba sus días trabajando, esperando una llamada o mensaje que le indicara que todo había terminado, pero no ocurría nada.

En su casa solo lloraba, lloraba mientras le daba de comer a los peces de Mia, lloraba cada vez que deslizaba una de las camisetas de Valeria por su cuello y aspiraba su aroma, lloraba mientras el silencio de aquella casa la consumía, sintiéndose más sola de lo que se había sentido jamás. El insomnio se mezclaba con el cansancio, miraba el techo durante horas, y cuando conseguía dormir, las pesadillas la despertaban entre sudores fríos.

Yuri era extremadamente consciente de los micrófonos en su departamento y de su despacho, no los veía, tampoco los había buscado, pero sabía que la escuchaban llorar, sabía que la escuchaban hablar con Cata y Alix, solo esperaba que no sospecharan nada, solo esperaba que Valeria volviese a ella pronto.

El séptimo día Yuri notó algo diferente mientras trabajaba en su despacho, escuchó el revuelo, voces detrás de la puerta. Yuri se puso en pie, vio que Cata y Sami no estaban en su sitio, las voces seguían al fondo del pasillo, encontró a varios de sus empleados en la sala de descanso.

"¿Qué está pasando aquí?" Dijo entrando en la sala.

"¡Yuri!" Dijo Sami "¡Ve!" Dijo señalando la televisión.

"El empresario Malcom Klauss acusado de conspirar desde la cárcel para acabar con su antigua empresa Ojeda Technologies. El hombre que permanece en prisión a espera de juicio tras ser acusado de orquestar un ataque a una de las directoras de la empresa, ahora se encuentra de nuevo en el ojo del huracán  por conspiración contra la multinacional, acoso e intimidaciones. Retransmitimos en directo desde Nueva York donde el FBI acaba de llevar acabo un operativo, solo sabemos que cuatro personas han sido detenidas y que los agentes han presentado nuevos cargos contra Klauss pese a que ya se encuentra bajo rejas. Nuestro informante nos indica que la misión del FBI ha contado con el apoyo de distintos miembros de Ojeda Technologies que se encontraban a la vez amenazados por este grupo criminal..."

Yuri no pudo escuchar el final de la noticia porque salió corriendo de aquella sala, llegó
a su despacho y tomó su celular, con manos temblorosas tomó su bolso y empezó a salir del despacho, no sabía a donde ir, pero tenía que hacer algo. Abrió la puerta, cuando empezó a caminar hacia los ascensores se encontró de frente con dos mujeres vestidas de traje, a una de ellas la reconoció al instante, era la agente que había hablado con ella en el parque.

"Yo... En la televisión... ¿Ya se acabó? ¿Dónde están Valeria y Mia?" Preguntó con urgencia.

"Venimos a llevarla con a ellas" Dijo la mujer "Soy la agente Russell, no pude presentarme en el parque, Señorita Ojeda, todo se terminó, tiene mi palabra, y no sabe cómo agradezco su papel en esta investigación".

"Yo no hice nada" Dijo Yuri negando "Solo quiero ir con ellas".

"Mantuvo la tapadera, no dejó que supieran que estábamos tras ellos, a veces no hacer nada es lo más difícil" Dijo la mujer "Y se lo agradezco, ahora la llevaremos con su familia".

Secretos | Adaptación YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora