Esto no acaba aqui.

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El odioso y estridente ruido al que llamamos despertador comienza a sonar con fuerza en mi movil.
Lo apago de mala leche y me levanto, aun adormilada.
No puedo llegar tarde el primer día.
Voy hasta el armario y lo abro, inspeccionando la ropa que tengo.
Me decido por unos vaqueros ajustados y una blusa amarilla, mas unas sandalias.
Me dejo mi melena ondulada suelta, y me maquillo un poco los ojos.
Solo quiero causar buena impresión.

Agarro la mochila y bajo hasta la cocina, donde mi madre ya está preparando el desayuno.

-¿Aún te acuerdas de como ir?-pregunta, dándome un beso en la frente.

-Si.-sonrío, dandole un trago a mi vaso de leche.-Será mejor que me valla ya.-suspiro, levantándome.-Luego nos vemos, te quiero

Y salgo de casa, con un sueño encima que no puedo con él.

Ando rápidamente por las calles solitarias, hasta que veo a lo lejos el instituto.
Cuando llego saludo a Vicky con la mano, que esta con varias niñas mas y me dirijo a el despacho del director, para que me indique todo lo necesario.

Toco varias veces a la puerta y me hace pasar enseguida.

-Hombre.-me sonríe.-Si es la pequeña Alex.

-Yo también me alegro de verle, José.-le sonrío.

Es el único profesor en todo el centro que me cae bien.
Digamos que haga lo que haga no me castiga, dice que el era igual que yo cuando era pequeño.

-¿Vendrás a darle vidilla al instituto, no?-me da un abrazo, que le corresponde.

-Ni lo dude.-me siento delante de el.-Bueno, dígame la clase en al que estoy.

Lee unos papeles y me informa que estoy en cuarto "B".
Enseguida se ofrece a compararme y yo accedo enseguida.

Caminamos mientras charlamos por los pasillos, hasta llegar a una puerta de madera con una cristalera enorme.

-Oh no.-susurro.-La de Castellano no.

-Se ha vuelto mas maja.-se ríe José, tocando a la puerta.-En realidad no.

Comienzo a reír mientras Mercedes, la profesora, abre la puerta y se me queda mirando raro.
Es bajita, quizá mucho.
Rubia, de ojos color avellana.
Delgada, y lo que mas recuerdo de ella es su irritante voz.

-Buenos días, Merche.-le sonrío, sabiendo que me odia y que eso le molesta.

-Ah Alexia, eres tú.-suspira.-Pasa y siéntate.

Entro en clase y todos se me quedan mirando.
Por suerte tengo a Vicky y a los gemelos en clase,y a las pijas, dios, mándame fuerzas.

-Hola.-saludo, con una sonrisa a todos, buscando un sitio libre.

Me acerco al lado de Vicky, que me ha guardado sitio por si me tocaba en su clase.

-Me sigue odiando.-le susurro a mi amiga, mirando a la profesora.

-Odia a todo el mundo.-se ríe.-Pero si, a ti mas.

-Mercedes.-le llamo, se gira y me mira mal.-Le he echado de menos.-aguanto la risa.-¿Usted a mi no?

Vicky, al igual que Dani, y mucha gente mas, comienzan a reír.

-Si.-dice con ironía y tensa la mandíbula.-Mucho.

-Venga.-me río.-Si sabe que conmigo se divierte mucho.

-Volvemos a la explicación.-alza la voz, mirándome mal.-Y es menester que atienda, nunca se le ha dado bien esta asignatura.

-Ni a usted vestir bien.-susurro a lo que Vicky da una carcajada que quizá se oiga mucho.

-¿Que te hace tanta gracia?-le señala a mi amiga.

-Que le acabo de contar un chiste.-le pongo ojitos.-No se volverá a repetir.

-Oh vamos.-comienza Ana.-¿No se irá a tragar eso, no?

-Mira niña, cállate.-le digo, haciendo un gesto con las manos.-Deja a Mercedes que de clase, anda.

Y no dice nada mas, me echa una mirada asesina, y comienza a hablar con Alba.

El resto de la clase me lo paso dibujando en mi libreta.
Es algo que me encanta hacer.
Dibujar.

La siguiente clase es de Latín.
Me hacen leer en voz alta y creedme que me tendríais que haber grabado.
No sé pronunciar ese idioma.

La tercera hora es matemáticas, y dejadme deciros que esta asignatura para mi esta chupada.

Y llega el memorable recreo, salgo alegremente junto a Vicky y Dani.

-Más os vale que me presentéis a gente rápido porque no quiero estar de aguantavelas.-apunto, sonriente.

-Que si, pesada.-se ríe mi amiga.

Me guían hasta unos bancos apartados, donde se colocan junto a varios chicos y chicas mas.
Jesus no esta, Jesus se va con Ana, Alba, y el grupito de los que se creen los más populares y no llegan ni a media mierda.

-Soy Alexia.-me presento.-Pero podéis llamarme Alex.

-No la llaméis Lexi.-pide Dani, abrazándome.-Así solo puede llamarla su mejor amigo.

-Sabemos quien eres boba.-se levanta una niña y me saluda con dos besos.-Yo soy Andrea. ¿No me recuerdas?

-Ostras si.-le sonrío.-¿Y tu eres Marta, no?-señalo a una chica rubia, que se levanta y me da dos besos.

-Yo Silvia.-me abraza la morena.-Me mudé aquí hace nada, así que no me conocerás.

-Y tu eres David.-señalo a un niño moreno.-De ti me acuerdo, nos tiraron a los dos una vez al pasillo.

-Si.-se ríe, saludándome también.-Era muy malo en esa época.

-Yo soy Toni.-me saluda.-Yo ya te conocía, hablaban mucho de ti cuando te fuiste.

-¿Enserio?-suelto una carcajada, devolviéndole los dos besos.

-Y yo Marcos.-dice un muchacho rubio, que me da un abrazo.-¿Te acordaras de mi, no?

-Claro.-le sonrío.-Venias a mi clase en primaria.

Y así se pasa el recreo, hablando de diversas cosas.

Volvemos a clase y las siguientes horas se pasan igual.

Salgo del instituto después de despedirme de mis mejores amigos con un abrazo. Ando lentamente por las calles, mirando el movil.
Hasta que un brazo me agarra de la cintura y me hace girar sobre mi propio eje.

-¿Eres tu la que ha insultado a mi hermana?-pregunta el chico, de unos diecisiete años.
Puedo adivinar que es el hermano de Ana por su gran caballera rubia, y sus grandes ojos azules.

-¿Yo?-me río.-Claro.

-Yo a ti te conozco.-me mira.-¿Eres Alexia, no?

-Joder, ¿me conoce hasta el mismísimo rey o qué?-me separo de el bruscamente.-Y ahora, si me disculpas, me largo.

-Oh no, no, preciosa.-me vuelve a agarrar.-Nadie insulta a mi hermana y se va de rositas.

-Pero si tu hermana es mas puta que las gallinas se le dice y punto.-vuelvo a separarme de el.-Así que, adiós.

Pero no me deja irme, me acerca peligrosamente a él y quedamos a pocos centímetros.

-Eres preciosa.-susurra acariciando mi mejilla.

-Que me dejes idiota.-alzo la voz.

-¿O si no que, eh?-me pregunta.

-O si no esto.-y le escupo en la cara, escapando de su agarra.

Pero esta claro que esto no acaba aquí.

Quiéreme si te atreves. {Jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora