Un buen polvo y adiós.

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Mis manoletinas chocan contra el suelo una y otra vez hasta que al fin piso el instituto.

Alzo la mirada y todos se fijan en mi.
Es increíble como la gente se entera de las cosas tan rápido.
Un torbellino rubio viene hacia mi y da saltitos sonriente.

-¿No tienes nada que contarme?-se ríe, abrazándome.

-No.-sonrío.-Ya lo sabes.

-Pero quiero detalles.-me pide.

Suelto una carcajada y nos sentamos en un banco.
Le resumo rápidamente lo que paso y el grito que pega no es normal.

-¿Que Jesus dijo que?-se ríe.-Dios, que mono.

-Volvió a ser el anterior Jesus.-celebro orgullosa.

-Hablando del rey de Roma...-tararea mi amiga, levantándose para saludar a Dani con un beso.

Enrojezco enseguida al ver como Jesus se acerca a mi sonriente.

-Te he echado de menos.-se acerca a mi, bajo la mirada atenta de todos los alumnos.

-Y yo.-río.-Pero es un tanto incomodo, nos miran todos.

Jesus de gira y puede comprobar que es cierto lo que digo.
Se vuelve a girar sonriente y me agarra la barbilla y me besa.
Me besa como solo sabe el, dejándome sin aliento.
Y eso hace que enrojezca de nuevo.

-Estas preciosa cuando te pones roja, cariño.-se ríe, entrelazando su mano con la mía y tirando de mi hasta el interior del edificio.

-Mmm, cariño.-repito.-Me gusta.

Una carcajada sale de su boca haciendo que no aparte los ojos de su sonrisa.
Tan bonita.
Tan única.
Tan contagiosa.
Tan mágica.

Mi droga.
Mi vicio.

-Eh, que te embobas.-me zarandea.

Sonrío tiernamente mientras me aferro mas a el.
Entramos por la puerta de clase y mas miradas sobre nosotros.
Nos sentamos juntos, intercambiando mi sitio con el de Dani.

-¿Que les decimos si se dan cuenta?-susurro.

-Que nos ha puesto así el tutor.-se ríe.-Pero que no te separen de mi, que llevo esperando esto desde que te conozco.

Le doy un beso en la mejilla y saco el libro y la libreta de matemáticas.

-Odio esta asignatura.-se queja Jesus.

-Pues yo soy un genio.-celebro.-Tu me enseñas lengua, yo te enseño mates.

-Mmmm...-me mira pillo.-Trato echo.

Justo la profesora de matemáticas entra y comienza a dar clase.
En toda la hora Jesus ha intentando llamar mi atención como unas veinte veces, pero le reñía y le decía que atendiera, hasta a intentado hacerme cosquillas, pero soy más rápida.

-Así es normal que no te vallan bien las mates.-me río, saliendo junto a él hasta otra clase.

-Encima que te estaba dando el privilegio de hablar conmigo.-se echa flores sin venir a cuento.

-Anda, anda.-le sonrió.-Deja de ser tan creído y dame un beso.

-Oye.-se acerca a mi.-¿Y si no quiero?

-Pues no me lo des.-me aparto de el.-Tu te lo pierdes.

Y comienzo a andar rápidamente por el pasillo, oyendo a Jesus protestar y venir detrás de mi.
Me agarra un brazo y me gira, para quedar a pocos centímetros.

-Me lo he pensado mejor.-junta nuestros labios.

....

Jesus y yo llegamos con mis amigos en el patio, que miran raro a Jesus.
Normal, antes eran sus amigos pero Jesus cambio, y lo jodió todo.

-¿Puedo sentarme?-pregunta sin miedo.

-Em, claro.-contesta David.

-Siéntate.-suspira Andrea.

Le doy un suave codazo a Jesus para que hable y les pida perdón.

-Oye.-suspira.-Que perdón, me he comportado como un auténtico gilipolllas y os he tratado fatal cuando vosotros sois mis amigos de verdad.

La primera en levantarse y abrazar a Jesus es Silvia, que a pesar de que es la que menos tiempo lleva aquí también ha vivido las mayores tragedias.

-Por mi esta olvidado.-sonríe intensamente, volviendo a su sitio.

Marta y Andrea se echan una mirada entre ellas y se levantan, lo abrazan muy fuerte y se quedan mirándolo sonrientes.

-Te hemos echado de menos.-apunta Marta.

-Y por nosotras también está olvidado.

-Por mi también.-se levanta David.-Al fin y al cabo, siempre hemos sido una piña, no es plan de romperla ahora.

Jesus sonríe y le da un fuerte abrazo a su amigo, y detrás de él van Marcos y Toni.
A Vicky y a Dani les guiña un ojo y me abraza muy fuerte, dándome las gracias de esta manera.

-Bueno.-suspiro.-¿Os habéis enterado de la fiesta que dan Ana y Alba?

Todos asienten, pasando un poco del tema porque no les importa.

-Quiero ir.-sonrío.

-¿Para que?-me mira Silvia.-Esa gente da pudor.

-Para liarla.-me río.-Estoy dispuesta a chafar a esas dos idiotas sin vida.-miro a Jesus.-Se creen las dueñas de esto.

-Eso es verdad.-me mira Vicky.-Además, la fiesta la hacen en el parque, no se necesita invitación.

-Y es buena idea.-apunta Marta.-Yo les tengo guardadas unas cuantas.

-Y yo.-mira Andrea a su amiga.-Siempre he querido vengarme.

-Por nosotros también.-informa Toni.-Nos encanta gastar bromas.

Gastar bromas.
Eso es.

-Y yo se la manera perfecta de arruinarles la fiesta.-sonrío.

Cuando entramos a clase me dirijo hacia las barbies sin cerebro que están hablando a lo pijo e irritante.

-Hola princesas.-saludo alegremente.

Me ponen cara de asco y me miran de arriba a abajo.

-¿Que quieres?-habla Alba, apartándose el pelo de la cara.

-Quería saber a que hora será la fiesta.-sonrío.-Tenemos pensado ir.

Ana iba a decir algo pero se calla.
Es en el parque.
No puede evitar que valla.

-Ocho.-contesta al fin, dándose por vencida.-Y el tema es blanco y negro, tenéis que venir con una prenda de un color u otro.

-Esta bien.-me cruzar de brazos.-Nos veremos allí.

-Oye Alex.-me llama Ana.-Ten cuidado con Jesus Oviedo, es un cerdo, manipulador, que hace lo que quiere con las chicas.

-Me lo apunto.-río, sabiendo que conmigo no es así.

-Además.-me mira.-No dejes que se acueste contigo si quieres disfrutar de estar saliendo con el.-suspira.-Si lo haces ya puedes olvidarte de el, porque es lo que busca.
Un buen polvo y adiós.

Tenso la mandíbula pero le sonrió.

-Tranquila.-le susurro.-No todas somos tan fáciles como tu.

Quiéreme si te atreves. {Jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora