Peor que separarme de ella no hay nada.

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Jesus entrelaza nuestros dedos y tira de mi hasta la orilla del gran río, donde hay dos tumbonas.
Acaricio una de ellas, recordando el día en que me marché.
Siguen allí, es raro que nadie las haya quitado.

-¿Te acuerdas de todo lo que paso aquí?-veo como se muerde el labio, y se quita los zapatos, para meter los pies en el río.

Pero no contesto.
Mis ojos brillan, con lagrimas amenazando por salir.
No lo recordaba.
No recordaba esto.
Pero ahora es como si lo estuviera viviendo otra vez.

*Flashback*

-Jesus, odio las sorpresas.-suspiro, poniendo mis manos sobre las suyas.

-Esta te va a encantar.-dice intentando sonar divertido, pero su voz suena triste.

-Venga, que me duelen los pies.-bufo.-Te recuerdo que es tarde mañana por la mañana me voy temprano.

-No me lo recuerdes.-susurra el chico.-Ya casi estamos.

Y unos cuantos pasos mas y me destapa los ojos.
Sonrío al ver un río.
Siempre me han encantado los ríos.
Pero mis ojos se agranda al ver dos tumbonas clavadas en el suelo de la orilla.

-Lo encontré cuando me dijiste que te ibas.-susurra detrás de mi.-He tenido que hacer camino, porque no se ni como logre entrar.

-Dios Jesus, es...-me giro para mirarlo y sonreírle.-Precioso.

Y puedo ver como se oscurece su mirada, y se sienta en una de las tumbonas.
No tardo en colocarme a su lado y mirar al frente como hace el.

-No quiero que te vallas.-suelta de repente.-Eres... dios Lexi, eres gran parte de mi vida, no puedes dejarme.

Y noto como las lagrimas amenazan por salir de mis ojos.

-Tengo que hacerlo.-susurro.-No quiero que mi padre este solo.

-¿Enserio quieres irte?-me mira a los ojos, y puedo ver como el también está apunto de llorar.

-No.-me echo las manos a la cara.-Y una de las razones eres tu, ¿que voy a hacer sin ti, eh?-le sonrío.-Mírame, soy un desastre.

Y oigo como ríe.

-Eso hago.-me quita las manos de la cara.-Y por muy desastre que seas eres increíble, y siempre lo vas a ser.

Y no puedo contenerme y lo abrazo muy fuerte, ahogando mi cabeza en su hombro.

-¿Me prometes algo?-susurra en mi oído.

Y asiento quintándome las lagrimas.

-Promete que no te vas a olvidar de mi.

-No lo haré.-le sonrío.-Nunca.

-¿Y volverás?-se quita esta vez el las lagrimas.

-Solo si estas aquí.

-Lo estaré.-me acaricia la mano.-Te esperare, siempre.

Y pasan unos minutos hasta que me levanto porque es hora de irme.
Le miro con una sonrisa y comienzo a andar, pero me paro a mitad para girarme y mirarle.

-Jesus.-le llamo y se gira.-Te quiero mucho.

Y puedo ver su sonrisa desde lejos, bajo la luz de la luna.

-Yo también.-ríe.-Recuerda que me atrevo.

*Fin Flashback*

-¿Estas bien?-me susurra, apretándome la mano.

Y dejo que mis lagrimas resbalen por mis mejillas sin ninguna presión.

-Si, solo es que era una jodida tonta.-río.-Tendría que haberme quedado contigo.

Se levanta y me abraza muy fuerte.

-Te dije que te esperaría.-ríe en mi oreja.

-Y yo te dije que te quería.

-Y me hizo feliz.-susurra.-Aunque luego te marcharas.

***

*Narrador en tercera persona.*

Varios meses después.

-Es inútil.-apunta Eva.-Podemos seguir viviendo aquí y viajar solo para grabar, no le veo el sentido a mudarnos.

-Seria mucho viaje.-suspira Pepe.-Les espera una gran carrera por delante.

-Pero aquí lo tienen todo.

-Lo sé, lo sé.-repite tranquilo.-Pero piénsatelo, allí todo será más fácil.

....

-Chicos.-grita Eva dejando las llaves en una bandeja que hay en un mueble de la entrada.-Bajad un momento, por favor.

Dani es el primero en bajar, con el movil en la mano.

Jesus baja detrás de el, con las gafas puestas debido a que estaba estudiando.

-¿Que pasa?-dicen al unísono, como siempre que hablan.

Eva se lo explica todo de pi a pa, dejando a los hermanos flipando.

-No.-se levanta Dani.-Ni hablar.

-Ni lo sueñes mama.-apoya a su hermano.

-Chicos, es por vuestra carrera.

-¿Pero y todo lo que tenemos aquí?-se tapan la cara.-¿Eso qué?

-Vendréis a ver a vuestros amigos, pero...

-No quiero mama.-dice Dani frío.-No queremos, pero tampoco queremos dejar la música, es nuestra vida.

-Es o una cosa o la otra.-se levanta.-Os toca tomar una de las muchas decisiones difíciles que os dará la vida.

***

-No me lo puedo creer, en serio.-se tira Dani en la cama.-¿Como se lo decimos?

Después de haber estado varias horas encerrado cada uno en una parte de la casa desahogándose, Dani ha insistido en hablar con Jesus.

Jesus tensa la mandíbula y mira a su hermano, que a pesar de tener los ojos llorosos intenta ser positivo.

-No tengo ni idea.-susurra como única respuesta.-Solo se que no quiero separarme de Lexi.

-Yo voy a intentar convencer -a Vicky para seguir con la relación a distancia, vernos siempre que podamos y eso.-susurra su gemelo, mordiéndose el labio.-La distancia solo es distancia, eso no impide que el sentimiento siga.

-Yo no se si podré soportarlo.-traga saliva Jesus.-Yo voy a disfrutar con ella como nunca estos días, y se lo diré antes de irnos.

-¿No le vas a decir nada?-se sorprende.-Así será peor.

-Peor que separarme de ella no hay nada, Dani.

*Narra Alexia.*

Cierro el libro de mala gana.
Esque haber que cojones me interesa a mi que un tío fuera rey romano.
No puedo con historia, jurado.

-¿Que pasa teta?-aparece mi hermana por la puerta, y se sienta en mis piernas, mirando con una sonrisa.

-Historia es aburrida.-río.-¿Y a ti, ratilla?

-Que me aburro.-pone cara de cansancio.-¿Podemos jugar a algo?

-Venga, esta bien.-me levanto.-¿Quieres que llame a Jesus para que venga también?

-¡Si!-grita la pequeña.-¡El tete, el tete!

Y no tardo en mandarle un mensaje a mi novio, que responde que enseguida viene.

-¿Puedo pintarte de princesa?-ríe la niña, comiendo su maletín de pintura.

-Solo si luego pintas también a Jesus.

-¡Vale!-me abraza.-Venga, corre, siéntate.

Quiéreme si te atreves. {Jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora