No quiero curarme de él.

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Alexia.

Y otro puto día más.
Han pasado dos desde que ocurrió.
Y hoy es Lunes, y vuelvo a clase.
No he salido de mi habitación en todo el fin de semana.
Mi madre ha entrado a traerme la comida, y Naira a decirme si estaba mejor.
Le he dicho que estaba mala.
Vicky me ha llamado todos los días, pero no se lo he cogido.
Se que la necesito mas que nada en estos momentos, pero también necesitaba unos días para mi, para mi sola.

Me pongo unas mayas y una sudadera, convidadas con las AirForce.
Me hago una coleta y sin maquillarme si quiera bajo y comienzo a andar hasta el instituto, fijando mi mirada en el suelo.

Cada paso que doy, me hundo mas.
No puedo hacerlo.
No puedo.
La situación me puede.

Nada mas atravesar la gran puerta del instituto, alguien me abraza, y por su adictivo perfume se que es Vicky.

Me abraza fuerte,como si fuera ella la que esta mal, y yo se lo sigo, intentando no llorar.

-Alex..-comienza.

-No digas nada.-le pido.-No quiero llorar, hablamos luego.

Me mira con pena y intento sonríele, pero solo me sale una mueca.

Ando hasta mi clase y entro, me siento en una esquina, y espero a que empiece la clase, aunque queden diez minutos.

...

Victoria.

Cuando Alex se marcha, me quedo mirándola con pena.
No es justo, Jesus sufrió mucho, ella sufrió mucho, cuando justo están bien, el la tiene que cagar.
Es que es idiota joder, aj.

Mi movil comienza a sonar y sonrío al ver en la pantalla el nombre de Dani.

-Hola cariño.-sonrío.

-Soy.. Jesus.-susurra el chico, a la otra línea.-Sabia que no me lo cogerías si te llamaba con el mío.

-¡Maldito hijo de la gran puta!-me cabreo.-Te juro que cuando te vea te voy a soltar tal hostia que se te quedara mi mano marcara para toda tu vida, enserio.-alzo la voz.-Eres, eres despreciable, puto cerdo asqueroso joder, aj, tonto, que eres tonto, no ha pasado ni un mes, dios, que... aj.

-¿Ya has acabado?-suspira cansado.

-No.-admito.-Eres idiota, y aunque se que te voy a pedir perdón luego por llamarte todo eso me ha salido solo, joder Jesus, tu no la has visto, es mi mejor amiga, mi hermana.

Hay unos segundos de silencio, solo oigo su respiración.

-¿Como esta?-se atreve a preguntar.

-¿Que como esta?-me enfado.-¿Como va estar? Jodida, hundida, echa mierda, Jesus, así esta.

-Yo...

-Se siente sola.-suspiro al fin, calmándome.- Ya ni ella se hace compañía. Se abandonó a su suerte, pero ¿qué hacer cuando hasta el azar va en su contra?.-me muerdo el labio.-Nada la complementa, nada la llena.-bufo.-Eras tu su felicidad, Jesus. Nunca las lágrimas derramadas son suficientes para desahogarse.-me pienso las palabras exactas.-Cree merecerse todo este dolor, de hecho, cree merecer más aún.
No sabe lo que ha echo mal.
Se siente inútil, como si para nadie fuese importante. Como si fuera un juguete tonto con el que se han cansado de jugar.
No sale, no ríe, no habla, no vive. Y eso es terrible.-se me oscurece la mirada.-Ella no es así, te recuerdo que ella nunca dice que no a una buena fiesta, que la lía a la mínima, y ahora nada.-se me debilita la voz.-¿Cuándo llegó a ese punto? Desearía cambiarlo y que disfrute al máximo como la gente de su edad, pero lo ve y lo veo imposible.-me muerdo el labio.-La conozco tan bien que me duele a mi, y veas si duele.
Ya ni la música es capaz de levantarla como hace unos años, cuando amaba bailar. -suspira.-¿Te acuerdas no? ¿Te acuerdas cuando íbamos por la calle y si sonaba música a todo volumen en un coche ella la bailaba y le daba igual cuanta gente la viera? Echo de menos a esa chica.-admito en un susurro.-He hablado con su madre y me ha contado que tan solo se acurruca en su cama, con sus cascos y un libro para huir de la realidad otro día más.

Y noto como solloza en la otra línea.
Y me duele, porque se que no la ha dejado así por que si.
Porque si no no estaría mal.
No estaría hundido.

-Jesus.-lo llamo.-¿No hay otra, verdad?

Y aunque no lo vea, lo conozco tan bien que se que esta negando con la cabeza.
Porque al fin y al cabo es mi mejor amigo y lo conozco desde que íbamos en pañales, y he memorizado todos sus gestos hasta hoy en día.

-Prométeme.-comienza.-Prométeme que va a estar bien, que la vas a ayudar a estar bien, prométeme que va a volver a ser feliz, prométemelo por favor.

-Vale.-trago saliva.-Pero no lo entiendes.-le susurro.-Ella no es feliz si no estas tu.

-Mira Vicky.-suspira.-Es un tema muy jodido, no sabes cuanto.-se queda callado unos segundos.-No, no hay otra, pero joder, prométeme que no se lo dirás, prométemelo.

-Esta bien.-me muerdo el labio.-Pero quiero una explicación, llámame luego, que entro ya.

...

Alexia.

-Necesitas desahogarte tía.-me dice Vicky.-No te aguantes todas las lagrimas mas, venga, suéltalo, luego te sentirás mejor.

Levanto la mirada para chocar con sus grandes ojos azules.
Esos que trasmiten tanta confianza como la primera vez que los vi.

-Querer y no poder.-susurro, de repente.

-¿Que?-me mira extrañada.-Explícate.

-Prometía estar siempre conmigo, pero su mirada le delataba.-comienzo, recordando las llamadas de Skype.-No era una mirada que gritara a los cuatro vientos que mentía, no. Podría leer en su retina las ganas y la frustración que mis ganas de quererle provocaban. Como quien quiere, pero no puede.-me muerdo el labio.-Querer y no poder.-repito.-No lo entendí hasta que le tuve enfrente, detrás de la pantalla. y pude ver el cansancio en su rostro. Y no me di cuenta hasta ahora.
Los kilómetros de más y los besos de menos hicieron mella en él. Y en mi.-ahogo las lagrimas.-La diferencia es que a mi me vencieron las ganas y a el, las dudas, o simplemente, otra chica.-suelto las primeras lagrimas, intentando explicarme correctamente.-Querer tenerle el resto de mis días y noches en mi cama, y no poder.
Querer ser la envidia de la Luna cuando me mirara a mi y no a ella, y no poder.
Querer compartir cama y sueños con el, querer despertarme antes que el y grabar ese momento a fuego lento en mis ojos y, de nuevo, no poder.-absorbo por la nariz.-Querer ser su musa en los días de inspiración, cuando escribe sus canciones, y no poder.
Querer ser su último primer beso, y no poder. Definitivamente, no poder.-la miro y puedo ver como ella esta apunto de llorar también.-Porque ahora está ella.-tenso la mandíbula y no se me escapa la mirada tan rara que pone.-Y ya no cogerá el autobús, tren o avión para venir a verme a mi. Las estación ya no recordará cómo nos amábamos los días de lluvia, ni recordará nuestras despedidas cuando tenía que irse a algún sitio de firma o concierto.-sonrío un poco al recordar todos esos momentos.-Las escaleras mecánicas no volverán a conocer lo que es amar de verdad. Esos asientos escondidos no volverán a ser testigos de nuestro amor. "Nuestro amor", joder, que bien sonaba, ¿verdad?-río un poco, aunque no dejo de llorar y ella me sonríe tiernamente.-Me acostumbré a hablar de mí en primera persona del plural y ya nunca un "nosotros" me parecerá tan bonito como el que el y yo formábamos, ¿sabes?-me muerdo el labio.-Qué coño, no quiero otro "nosotros" que no sea con él.-y dejo que pasen unos segundos antes de seguir hablando.-A veces, deseo con todas mis fuerzas no haberle conocido nunca. No haberme rendido a su sonrisa aquella fría tarde de Febrero.
Aunque ambas sabemos que me rendí ante el mucho antes.
Pero me ha dado tanto... que tropezaría con el mil veces más. Porque escomo una jodida enfermedad crónica.-sonrío.-
Y te confieso que, joder, no quiero curarme de él.

Quiéreme si te atreves. {Jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora