capítulo 63 verdades que duelen

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Sesshomaru: quiénes son ustedes? Con que derecho llegan a disponer de quien está conmigo o no?





Rin: esta bien Sesshomaru, volveré más tarde, se ve que necesitan hablar contigo.






Sesshomaru: no tu no, te vas - el joven agarró su brazo-






Inuyasha: mire no sé quién quiera ver a mi hermano, pero yo no voy a ningún lado, el está convaleciente.





Hombre: les aseguro que no es nada de lo que piensan, está persona no les quiere hacer ningún daño.






Rin miro a sesshomaru, quien sostenía su brazo, entonces le sonrió para retirar su agarre






Rin: entonces lo dejó a tu cuidado Inuyasha, iré a la empresa y volveré por la noche, estarás bien sessh.






La castaña acarició su cabello con lentitud, depósito un beso sobre su cabeza, regalandole una sonrisa, el apretó su mano para soltarla con lentitud, en tanto observo a la chica
Salir por la puerta, aún no estaba del todo repuesto, su cabeza y vista algo desubicada sobre si es un sueño o real,
Efectos del medicamento, acaso por ello el tiempo parecía eterno? La vista del como era la castaña, le pareció más irreal, casi como una imagen soñada








El hombre llamó a alguien por radio comunicador






Hombre: señora su hijo ya está esperando, junto al otro muchacho.





Irasue: entonces ahora voy!!





Inuyasha: junto al otro muchacho? Entonces yo quien soy?





Hombre: con permiso jóvenes, ya viene mi lady para aclarar sus dudas, con permiso, joven taisho es un gusto saber de usted, su madre ha sufrido mucho por usted, hasta luego.






El hombre salió dejando a los hermanos, con miles de dudas, entre la peor Inuyasha, que significa ese muchacho?
Ella no era su madre? Se sentó con un nudo en la garganta






Sesshomaru: Inuyasha no le prestes atención, quizá no lo sabe, espera a mamá.





Inuyasha: no, no sesshomaru, el parece saber algo que nosotros no, entonces quien soy? - el chico sollozo-






Sesshomaru: ey calmate no digas eso, pase lo que pase nada va a cambiar, nadie vendrá a decir que no lo somos, escucha a través de los años estuvimos solos, nadie nos apoyo, excepto entre nosotros, luego conocimos a los chicos
Si eso no es ser hermanos, no sé qué es - el albino extendió su mano - no lo digo a menudo Inuyasha pero gracias.








Inuyasha corrió hacie el albino, dándole un abrazo que apacigua su dolor y confusión, no supo cómo explicarlo pero el no solía ser gentil, ahora lo era, ayudado por un momento difícil, de alguna forma Sesshomaru quiso corresponder, el que Inuyasha lo ayudo tantas veces, se lo debía





Sesshomaru: tampoco te acostumbres bestia.






Ambos rieron, un poco aliviados, entonces la puerta se abrió dando paso a una figura elegante, una dama de cabellos largos, plateados, envidiable figura, gran porte, lentes oscuros, aparentando menos edad de la que realmente tiene, los miro a ambos quitando sus lentes







atrapada en tu cuerpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora