Aquino un gran hechicero y Duxo un gran guerrero eran los mejores amigos del mundo, claro que en cierta parte tenia sentido ya que eran los únicos que conocian en ese mundo tan lleno de magia y aventura pero...
Ultimamente sus sentimientos los estan...
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Y ahí estaba, una vez más en ese oscuro lugar.
Ya le desesperaba estar ahí, odiaba estar ahí y tener que repetir la historia otra vez, no quería hacerlo. No quería ver a su pequeña paloma llorar.
Pero todo fue muy diferente esta vez.
Esta vez cuando todo se aclaro el estaba con su traje de hechicero pero corría y tenia flechas en la mano. ¿Por qué?.
Se volteo y vio a su compañero disparandole flechas al aire, de pronto miro los alrededores pudiendo reconocer todo.
¿Qué hacian en el end? Que el sepa se necesita mucho para poder llegar a ese lugar, ni siquiera tienen el primer ojo.
Hubiera seguido pensando en aquellos detalles que aun que fueran pequeños significaban mucho si no fuera porque un grito le hizo salir de su mini "trance" (si se le pudiera llamar así).
El grito era de Duxo, había gritado su nombre. ¿Por qué?.
y ahí fue cuando vio como muchos endermans lo perseguían por lo cual trato de atacarlos y defenderse pero eran muchos.
Te llame, no quería perder todos mis niveles y empezar desde cero todo.
Tu viniste a rescatarme y ahí estabas, con tu escudo en mano defendiendome de los endermans logrando matar los que quedaban.
Tu me miraste orgulloso, yo solo bufé y comenzamos a seguir atacando el dragón. Fue una batalla muy dura pero finalmente lo logramos.
Es hora de terminar todo esto, Duxo parecía muy emocionado a diferencia de mi. Quizas era porque me daba muy igual si terminabamos todo o no.
