Capitulo 14

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Ezra.

Mis ojos se entrecierran en dirección al teléfono de Ara que se encuentran en mi mano mientras lucho por contener la rabia que burbujea en mi interior. Lava fundida hirviendo a fuego lento bajo la fría superficie, a punto de estallar por todas partes.

No han pasado dos minutos de que ella está con nosotros y ese hijo de puta ya está detrás de nuestra mujer porque es nuestra y no voy a dejar que él llegue a mi mujer.

Al apartar mi vista del mensaje veo a Ara que intenta controlar su respiración, veo sus ojos brillando por las lágrimas que intenta contener y su cuerpo tiene un leve temblor.

Tiene miedo.

Y yo no me di cuenta de que está asustada por estar enfocado en la rabia y frustración al leer el mensaje.

—Ven aquí—atraigo su cuerpo así el mío, envolviendola en un abrazo que ella debe dudar por unos segundos devuelve.

Después de unos minutos ella termina el abrazo y baja su mirada hacia sus zapatos, la tomo de su delicada barbilla para que me vea a los ojos.

—Te prometo que nunca dejaré que toque un solo cabello de esta hermosa cabecita—mi voz suena más suave de lo que nunca sonó—ninguno de nosotros permitirá que algo te pase—ella solo asiente débilmente sin abandonar mis ojos después de algunos segundos es ella quien me abraza escondiendo su rostro en mi pecho.

—Gracias Ezra—estoy seguro de que si no fuera por su cercanía no la habría escuchado, ya que su voz sale en un susurro débil.

Cuando el ascensor se detiene toda mi facción a excepción de Alexio, Conan y Cain dejan de hablar para enfocar su atención en nosotros.

Ellos no pasan por alto el estado en el que se encuentra nuestra compatible.

—¿Quieres que te muestre tu habitación?—el primero en hablar es Izan

—Si por favor—es lo único que obtiene como respuesta.

Toma sus maletas y la acompaña a su nueva habitación.

—Eros ven conmigo—mi voz pierde toda la suavidad que tenía cuando hablaba con Ara y es todo lo que necesito para que Eros entre conmigo de nuevo al ascensor.

—¿Qué paso?—pregunta una vez que las puertas del ascensor se cierran.

Como respuesta le pasó el teléfono de Ara, sus manos se vuelven puños, su respiración es más ruidosa y rápida mientras lee el mensaje de ese maldito.

—Hijo de puta—golpea la pared del ascensor soltando un gruñido—será mejor que nunca lo encontré porque te juro que cuando lo haga mataré al maldito.

Bajamos y le prestamos al portero, si no visto nada raro él nos dice que no ha visto nada fuera de lo normal, despue de buscar alguna pista que nos ayude a encontrarlo volvemos al departamento sin encontrar algo que nos ayude.

En la puerta del edificio nos encontramos con Blaz Fischer, nuestro vecino de abajo y compañero de trabajo. Eros pasa de algo ignorando

—¿Paso algo?—me pregunta cuando me acerco a él.

—Está molesto porque un maldito está detrás de nuestra compatible.

—Encontraron a su compatible los felicito—a pesar de ser vecinos y compañeros de trabajo no hablamos mucho—si necesitas ayuda para mantener a ese tipo lejos no duden en avisarme.

Después de eso desaparece dentro del edificio y no me agrada la idea de que él esté cerca de Ara.

Ara.

AraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora