Capitulo 16

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Ara.

Estoy sentada en un sillón individual desde la cena y todavía me cuesta mirar a Alexio a la cara después de nuestro encuentro en mi habitación. Agradezco la interrupción de Milos cuando nos fue a buscar para la cena porque no sé lo que hubiera pasado.

Mis diez compatibles se encuentran distribuidos por toda la sala, sentados en los sillones, llego la hora de que tengamos una incómoda conversación.

—Bueno, si estamos todos podemos empezar—Eros es el primero en romper el silencio.

—Para tener una buena convivencia es necesario establecer y dejar claro ciertos límites—cuando Alexio habla no puedo detener el rubor que tiñe mis mejillas.

—Está bien ¿Quién empieza?—pregunto sin mirar a nadie en específico.

—Lo primero es que si te sientes mal o te duele algo debes decirnos, ninguno de nosotros es adivino—clavo mi mirada en Conan y el muy imbécil sonríe con suficiencia.

—También es importante que nos digas cuáles son las secuelas que te dejo el t6 y si tomas algún medicamento.

—¿Eso no viene especificado en la carpeta que les entregaron cuando les dijeron que éramos compatibles?—le pregunto a Ezra.

—Sí, pero es para estar seguro y que la medicación sea la mejor.

—¿Las necesitas ahora o pueden ser después?

—Después.

—Intenta no salir sola de casa hasta que sepamos algo más de tu acosador—Alexio retoma la conversación—No puedes entrar a nuestras oficinas cuando no estemos en casa. Intenta evitar el contacto con otros hombres. Si sales de casa debes avisarnos dónde te encuentras en todo momento y si sientes que alguien te vigila o algo nos dices de inmediato. En tres semanas tu puesto en E.H.X. será oficina y te irás y volverás del trabajo con alguno de nosotros.

Levanto la mano como cuando eres chiquito y quieres preguntar algo en clases, Alexio hace un resto para que hable.

—¿Son mis compatibles o mis carcelarios?

—¿Sabes que hay un maldito lunático esperando su oportunidad?

—Ese lunático ha estado esperando su oportunidad desde hace más de 5 años Cain y no por eso me impidió seguir con mi vida normal.

—Esto no está sujeto a discusión Ara—eso ya lo veremos Alexio—pero es el último punto del que hablaremos de tu primera vez.

¿Mi primera vez?

¿Qué primera vez?

No estará hablando de …

>>No importa cuál de nosotros sea el primero siempre y cuando sea alguno de los de esta habitación —si están hablando de esa primera vez, lo que es raro, ya que.

—¿Quién les dijo que sería mi primera vez?

Cuando la pregunta abandona mis labios me doy cuenta de mi error.

—¿No eres virgen?—Iker pregunta sin una pisca de delicadeza y ahora tengo miedo de responder.

—No, ¿De dónde sacaron eso?

—De la carpeta—responde Izan apretando de manera exagerada su mandíbula.

Si talvez eso fue culpa mía cuando el doctor pregunto por mis preferencias sexuales, le dije que no tenía mucha experiencia, pero yo me refería a que solo tuve sexo una vez cuando tenía diecisiete, con el que era mi novio entonces.

AraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora