Capitulo 22

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Izan.

Estaba en la habitación de Cain viendo a una hermosa mujer durmiendo, incapaz de despertarla y perturbar su paz.

Siempre me he considerado un hermano seguro con las mujeres, tal vez tuvo que ver el hecho que no me importara lo que pensaran de mí. Con ella es distinto, tengo miedo de hacer algo que la aleje de mí, por eso no sé cómo hacerme a ella.

—Ara—me acerco al borde de la cama—Cariño, es hora de desayunar.

—Cinco minutos más, Izan—me sorprende que reconozca mi voz—y después podemos desayunar.

—Ya dormiste mucho—abre los ojos y hace un adorable puchero—te preparé tu desayuno favorito.

—¿Sabes cuál es mi desayuno favorito?

Como respuesta, solo asiento, no hablo mucho con ella, pero eso no quiere decir que no preste atención a todos los detalles, acerca de lo que le gusta.

—Está bien, pero—se sienta en la cama y extiende los brazos—¿Me cargas? Es que no tengo ganas de caminar.

Es imposible ocultar la sonrisa que asoma en mis labios. Poniendo los ojos en blancos la cargo y bajamos me sorprende que en las mañanas sea cuando más disfrute de nuestra atención.

En la cocina solo están Eros, Erik y Milos, los demás se fueron a trabajar cuando me ven llegar con Ara, en mis brazos parecen sorprendidos por no decir nada.

—Buenos días, chicos—saluda en mis brazos.

Ellos le devuelven el saludo.

—Desayuna y no tenemos mucho tiempo—Eros pone un plato con panqueques con crema y frutilla en frente de Ara.

—¿Para que se nos hace tarde?—dice Ara acomodándose en la silla.

—Te vamos a llevar de compras—contesto—para tu primer día en el trabajo.

—¿El trabajo?—creo que sus hermanos no le contaron.

—Si tus hermanos quieren que te unas a ellos, ya que terminaste tu carrera—Erik contesta terminado su desayuno.

—¿Izan no desayunas?

—Lo hice mientras dormías

***

Después de terminar el desayuno nos fuimos al centro comercial en busca de todo lo necesario para que Ara pueda empezar a trabajar junto a sus hermanos. Ninguno de nosotros está contento con que ella trabaje con sus hermanos y no con nosotros, pero ella es una Becker y las familias fundadoras no están de acuerdo en que trabajemos juntos, creen que sería injusto.

Menuda mierda.

Una vez que Ara encontró todo lo necesario para realizar las pruebas médicas que es el área en la que se especifica. Nos dirigimos a lo que en verdad le entusiasma “la ropa”.

—¿Creen que se demore mucho?—pregunta Erik no suele tener mucha paciencia y odia las compras.

—No sé por qué tengo el presentimiento de que no nos iremos pronto—contesta Eros con sarcasmo.

AraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora