Capitulo 15

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Eros.

Unos fuertes golpes en la puerta de mi habitación me despiertan y mi primer pensamiento del día es que hoy muere alguien.

Muy a mi pesar me levanto y cuando llegó a la puerta me sorprende que esté cerrada, yo nunca la cierro la puerta de mi habitación.

Lo primero que veo cuando abro la puerta es una verdadera locura, todos están corriendo de acá para allá y gritan.

—¿Por qué hacen tanto ruido?—pregunto mientras me refriego los ojos tirando de disipar el sueño.

—Por fin te despiertas imbécil—Creo que Erik se levantó con el pie izquierdo—Ara desapareció.

Y es así como en un segundo todo rastro de sueño abandona mi cuerpo.

—Como que desapareció.

—Milos le preparo el desayuno y cuando se lo fue a llevar encontró su cama desecha, pero ella no estaba.

El desayuno como no se me ocurrió a mí.

—¡Eros ve a vestirte—grita Cain—vamos a salir a buscarla.

—Ya la buscaron bien.

—Al menos que esté en tu cuarto si la buscamos bien—cuando Bono está molesto usa el sarcasmo como defensa.

Vuelvo a mi habitación a vestir para salir a buscarla y es cuando la veo durmiendo en mi cama que recuerdo los sucesos de ayer.

La cena incómoda gracias a Alexio.

Ella entrando a mi habitación.

Su dulce cuerpo descansando junto al mío.

Definitivamente, mi cerebro no sirve en las primeras horas de la mañana. Ahora estoy muy enojado con mi facción, arruinaron el primer despertar de mi bella durmiente en mi brazo.

Vuelvo a dónde está el resto de mi facción, estoy seguro de que me van a golpear.

—¡Todavía no te cambias!—grita Conan—date prisa imbécil.

—Chicos.

Ninguno de ellos parece escucharme.

—¡Chicos!—grito llamando la atención de todos—ella está durmiendo en mi habitación.

—¿Qué?—gritan todos a la vez.

Alexio entra en mi habitación golpeando mi hombre al entrar. Cain, Bono, y Conan lo siguen.

Un fuerte golpe en mi cabeza me hace voltear y encuentro al culpable al instante, si las miradas mataran ya estaría cien metros bajo tierra. Iker parece dispuesto a cumplir la promesa escrita en sus ojos y no es el único Izan, Milos, Ezra y Erik.

—Dios siempre hace tanto ruido en las mañanas—la dulce y pastosa voz de mi salvadora llama la atención de todos.

—Ya bastante tarde para que sigas durmiendo —Alexio siempre es tan encantador.

—no sabía que estaba en el ejército—contesta ella mientras se acomoda para seguir durmiendo—lo último que quiero es pelear, señor general, sería tan amable de dejarme volver a …

Antes de que pueda terminar de hablar, Alexio la levanta en sus brazos como si fuera una bolsa de papas, llevándola al comedor.

—Bájame en este instante animal—ella golpea su espalda intentando que la devuelva al piso.

—Es hora de desayunar niña—cuando Alexio termina de hablar deja un beso en la frente de Ara.

—Siempre eres tan odioso— Ara se levanta enfrentando a Alexio-cuál es el maldito problema si quiero volver a dormir.

AraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora