Capitulo 26

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Alexio.

Cuando llegué a mi oficina lo único que quiero hacer es ir por mi compatible y alejarla de los dos idiotas con los que trabaja. Erik nos comentó el encuentro que tuvieron con el amigo de Ara y no sé si me molesta más que ahora trabajen o que Cort sea su jefe.

Si Cort llegará a hablar, estoy seguro de que Ara pediría rechazar nuestra unión y la organización tendría la obligación de dársela, por eso ella nunca debe saberlo.

El que ahora tengan que trabajar juntos me pone muy nervioso. Cuando supimos que Cort descubrió quién era nuestra compatible un día antes de que Ara llegara al hotel donde se quedarían mientras se realizaban las pruebas, quise matarlo.

El muy imbécil fue a buscar y la encontró en ese estúpido bar al que fue con sus amigas cuando la comentó con ese tontito de suficiencia, fue imposible evitar que Bono se le tirará encima. La verdad es que me hubiera unido a él con mucho gusto, pero yo no puedo ser tan impulsivo.

El mayor problema que tenemos con Cort es que en cuanto al poder estamos en igualdad de condiciones y por eso no podemos hacer nada contra él. Es tan la importancia que si no fuera porque sus hermanos están acá ya la habría sacado y llevado a casa.

—¿Qué vamos a hacer?

—¿Por qué nunca golpea la maldita puerta antes de entrar Bono?

—¿Te vas a quedar acá sin hacer nada?

—! ¿Qué mierdas quieres que haga?!

—No sé, pero no pueden trabajar juntos.

—Crees que no lo sé—Bono se sienta enfrente mío—Pero no podemos hacer nada.

—Tiene que haber algo.

—No le dirá nada Bono.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Confía en mí, no dirá nada

La verdad es que no estoy seguro, pero lo último que necesitamos es a Bono fuera de sí. No es una persona agresiva, suele ser muy tranquilo, pero cuando se enoja es muy imposible y no necesitamos eso ahora.

—Lo que tenemos que hacer ahora es hacer que nos perdone.

—Sí—se levanta y se dirige a la puerta—Vamos a necesitar suerte con eso.

—Y mucha—murmuro para mí cuando Bono deja mi oficina.

***

A la hora del almuerzo estoy tentado de ir a buscarla, pero sé que eso solo hará que esté más molesta. Creo que necesita a su hermano Mellizos, aunque me moleste admitirlo.

—¿Me llamabas?

—¿Por qué nadie golpea antes de entrar?

—¿Pero me llamaste?

—Igual tienes que golpear, Milos.

—¿Lo siento?—no creo que lo sienta en verdad—¿Cuál es el plan?

—¿Cómo sabes que tengo un plan?

AraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora