Capitulo 30

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Ara.

—¿Estás bien?—cuando mi mirada se encuentra con la de Izan, mi corazón se rompe un poco hay tanto miedo en su mirada.

—Si Iz, estoy bien—acaricio su rostro.

Izan me guía hasta los sillones donde me sienta sobre él con Iker a mi izquierda y Bono a la derecha y el resto de los chicos se sientan a nuestro alrededor, incluso Blaz está en nuestra sala.

—¿Ara nos puedes explicar lo que pasó?—pregunta Erik.

—Está bien—respiro profundo para contar por tercera vez lo que paso—volvía de comparar ropa cuando tengo el presentimiento, dé que alguien me está siguiendo al principio no le doy demasiada importancia, tal vez solo nos dirigíamos al mismo lugar. Intento perderlo y empiezo a caminar sin una dirección lógica y al ver que él nunca deja de estar detrás de mí decido llamar a Izan—decisión que Alexio cuestionó por no ser mi primera opción.

<<Mientras habla con Izan, el sujeto empezó a acercarse demasiado y asustarme. Cuando estaba hablando con Cain siento que alguien me sujeta de la cintura y tira de mí a un callejón pensé que no los volvería a ver nunca más—sentí tanto miedo al no entender lo que Blaz estaba haciendo—Pero después entiendo que Blaz solo quería ayudarme los dos nos escondemos hasta que vemos a Alexio. Una vez que estoy con los chicos llegan los guardias y atrapan al sujeto que me estaba siguiendo y eso fue todo.

Me hacen repetir lo que pasa otras dos veces, pero esta vez describiendo todo segundo a segundo. Ezra me explica que cuando llamo a los guardias estos se encontraban con mi hermano Duncan, por eso sé que cuando tocan el timbre estoy segura de que mis hermanos acaban de llegar.

—¿Dónde está ella?—reconozco la voz de Apolo de inmediato.

—¿Está bien?—ese es Atlas.

—Ara—y ese es Duncan.

En cuestión de segundo soy arrancada de los brazos de Izan y soy rodeada por otras cinco paredes de brazos. Lo cual no me sorprende, siempre van los cinco justos a todas partes.

Tras responder todos sus preguntas y asegurarles que estoy bien me dejan. Cuando estoy libre veo algo que sí me sorprende. Más que ver algo es a alguien quien, veo lo que llama mi atención.

—Estaba con tus hermanos cuando Ezra llamo a los guardias—explica Cort—Yo solo quería asegurarme que estuvieras bien.

Cort Koch está en mi casa solo para asegurarse de que estoy bien y todos mis compatibles tienen las mismas miradas asesinas dirigidas solo a él.

***

¿Me estoy escondiendo en la cocina con el pretexto de preparar café para todos?

Sí, pero no aguanto un segundo más en esa sala llena de hombres discutiendo de la falta de responsabilidad al dejarme salir sola o sus supuestas soluciones y no sé cuál sé sus supuestas soluciones es peor.

Solo necesito un minuto, no puedo hacer esto ahora. Todavía tengo el corazón acelerado, me tiembla todo el cuerpo y quiero llorar, pero llorar solo empeoraría las cosas. Después de vivir veintiuno años con cinco hermanos, he aprendido que los hombres no saben cómo actuar cuando una mujer llora.

—¿Seguro estás bien?—me sorprende al escuchar la voz de Cort a mis espaldas.

—Creo que no tengo la respuesta a esa pregunta—me voy la vuelta para enfrentarlo y de verdad es un hombre muy atractivo.

—¿Sigues asustada?

—Solo un poco—él se acerca a la pequeña mesa que hay en la cocina y se sienta—Pero no es solo eso.

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