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       La razón principal por la que esta misión es complicada.

Brooklyn Henderson.

Luce tan perfecto que es ridículo.

Sus acompañantes silban alegres a su alrededor, por alguna razón que no entiendo y que probablemente no me interesa.

Ver a Henderson, aquí y ahora, es un contraste enorme con la última vez que lo vi. Ya no es todo intimidante y salvaje, molesto y con una mejilla marcada por la mano de cierta patinadora artística.

Ahora es todo sonrisas y galantería, aunque es imposible el no percibir ese aire salvaje que porta cuando está en el rink. Lleva una sonrisa arrogante y perezosa. Toda su postura emana seguridad y superioridad en partes iguales.

Viste una chaqueta Varsity de los Halcones y su cabello castaño esta peinado estilo middle part.

Me siento idiota por la manera en la que no puedo dejar de observarlo.

No es como si nunca antes hubiese visto a alguien así de atractivo ¿cierto?

No debería de ser tan fácil olvidar que se comportó como un cretino frente a mí la última vez que lo vi, pero la verdad es que rara vez se ve a alguien así de llamativo.

Lo sigo con la mirada mientras baja las escaleras para unirse a esta parte de la fiesta, y no sé si soy yo o si en verdad parece que baja en cámara lenta.

Esta en su elemento y lo sabe.

Hay algo atrayente en él que hace que no sólo sea yo la única persona atenta de sus movimientos. Aunque claro que solo le presto atención porque debo tener al enemigo en la mira.

Su sonrisa se pronuncia aún más, dejando a la vista un hoyuelo en su mejilla derecha, y siento que este chico es alguien completamente diferente al Brooklyn que solo es el capitán de los Halcones, al que solo es el rival de la BSU.

A pesar de que tan solo hace algunas semanas no sabía de su existencia, ahora puedo entender el por qué del furor que mostró el público en aquel primer juego amistoso. Brooklyn es como una celebridad para los estudiantes de Evergreen y para las otras universidades. Es algo mucho más allá de ser un chico popular. Parece un líder nato.

Desciende por los escalones con tanta gracia que mi corazón se salta un par de latidos cuando por fin llega hasta abajo. Sobresaliendo del resto por su altura, ninguno de sus compañeros de equipo luce como él.

No puedo evitar darme cuenta de la manera en la que sus compañeros de equipo lo miran, con admiración y algo más que no puedo descifrar. Tampoco puedo evitar pensar de vuelta a Horton y al hecho de que no haber notado si él posee la misma admiración por parte de sus compañeros.

Brooklyn no necesita abrirse paso entre la gente, todos a su alrededor se mueven para dejarlo caminar, hasta que llega con el resto de sus amigos. Lo alaban logrando que su sonrisa crezca.

Niego con la cabeza, tratando de regresar mi atención a lo que es verdaderamente importante. Parezco una idiota.

No falta mucho para que me salga baba por la boca.

Sacudo mi cabeza y busco con la mirada de nuevo a Lily, esperando por fin encontrarla.

Saco mi móvil de nuevo y le escribo a Jake preguntándole si ha tenido suerte. Su respuesta viene enseguida, pues estuvimos de acuerdo en estar pendientes de nuestros móviles. Confirma mis sospechas, no la ha visto, pero encontró a las chicas con las que llego aquí. Eso significa que estamos cerca.

Hockeyclub ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora