Destinados; Ready To Love ||KookV||

15

Vivir o morir.

La caída de mil estrellas, el retiemble de la tierra, las olas del mar impactando contra su cuerpo; desolado, sin aire se ahogaba entre las profundidades y aunque luchará por llegar a la superficie le era imposible continuar en batalla.

El cuerpo inerte de Jungkook se encontraba sobre la cama empapado en sangre, fue aquel hecho el mismo que lo hizo reaccionar; no le permitiría morir.

- Necesitó tijeras, agua salina y un par de vendas

Al cortar la fina tela sus manos no podían evitar temblar; su camisa blanca era casi roja en totalidad.

- ¿Taehyung, sabes lo que haces? -susurra Sir Junwon a su lado- no podemos arriesgarnos a qué...

- Se lo que hago... -limpia sus propias lágrimas- te-tengo que detener la sangre para que no se infecte

Continúo limpiando la herida. El cuerpo lo tenía adormecido y justo donde se supone iba su corazón se encontraba un enorme y extraño vacío; su Alfa estaba muriendo.

- Tienes que estar bien Jungkook -susurró para sí mismo en desesperación- carajo...

Miedo. Sus mejillas se encontraban manchadas de sangre seca a la par que seguían corriendo lágrimas nuevas llenas de impotencia y dolor.

- No está funcionando... -habla en un hilo de voz- seguramente es una bala de plata, si... Si no la sacan morirá

- Tenemos que esperar al Doctor Zu

Tiempo era lo que menos tenían.

- Debo morderlo -declara- solo que hay riesgo, mi padre me dio clases de curación, la saliva del Omega sirve siempre y cuando exista un lazo, la herida no se cerrará, pero evitaremos que se desangre

- ¿Cuál es el riesgo?

- Su corazón... Él puede dejar de latir

Una decisión de vida o muerte.

- Sir Junwon...

- Es mi hijo -admite- pero es tu Alfa, la decisión es tuya Omega

Su Alfa. Quería gritar a los cuatro vientos con rabia, dejarse caer y llorar como un niño chiquito. La vida de Jungkook estaba en sus manos. 

El mirar acuoso del Omega regreso al cuerpo del Alfa. Sus ojos yacían cerrados, su rostro pálido como la nieve, neutro sin emoción alguna. Al tomar su mano la frialdad en su sangre fue el ultimátum; no había nada que pensar.

Cerro sus ojos clamando la presencia de su lobo; sus colmillos relucieron y en ese mismo instante los encajo atravesando su piel, succionando el daño que el metal provocaba impidiendo que sanará por cuenta propia.

La sensación de perdida lo albergó, su latir era lento sin fuerza alguna. Entre sus sollozos aquel ritmo de a poco recobraba vida. Marcado y preciso, uno a uno; Taehyung se alejó recargando su frente contra su pecho y aún entre lágrimas agradeció a los Dioses.

- ¿¡Qué hiciste Taehyung!?

Sin previo aviso fue alejado del Alfa siendo jalado por Jimin. 

- ¿¡Lo mordiste!?

- Tenía que hacerlo -defiende aún aturdido ante la sensación en su pecho- la herida dejo de sangrar

- ¿Eres estúpido? -empuja enojado- pudiste haberlo matado

- Pero no fue así, su corazón... -sonríe gracias al bonito recuerdo de sus latidos- pude sentirlo

- No es necesario discutir Omegas