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Un nuevo Grendel.

Una luna sin estrellas, un cielo en tinieblas, Madre luna se escondía entre las nubes congeladas que helaban Grendel.

La paz dentro de su recamara abrigadora. Su cuerpo yacía sobre el Alfa aferrándose a su cintura tal cual cachorro a su madre; por fin después de largas semanas de sufrimiento Taehyung se encontraba durmiendo plenamente entre los brazos de Jungkook.

Renegando, se restregó contra su cuello intentando ignorar el hecho que su vejiga le exigía.

- Maldita sea... -murmura-

Adormilado, y en contra de su voluntad se levantó maldiciendo al Valle entero, el frío viento azoto su cuerpo causándole escalofríos y entre un enorme bostezo regreso a la habitación sentándose a la orilla de la cama. La claridad se asomaba por la ventana, restregó su rostro mirando el exquisito dormir de Jungkook y relamiendo sus labios se atrevió a acariciar la característica cicatriz en su rostro; le gustaba.

- Tae...

- Sh... Duérmete -susurra- aquí estoy

Aún medio dormido se abrazo a la almohada que se suponía era de él y sonrió; aprendería a vivir a su lado, a adaptarse a su pueblo, no quería estancarse y coexistir en medio de discusiones para siempre, si ese era su destino lo mejor era seguir adelante.

De nuevo se levantó vistiéndose en el acto, cubrió bien su cuerpo colocándose encima uno de los abrigos del Alfa para después bajar a la primera planta.

Para cuando Jungkook despertó el sol iluminaba por completo la habitación. Molesto refrego sus ojos cayendo en cuenta de lo sucedido la luna anterior, pero en ese mismo instante reacciono levantándose de golpe por el miedo que lo invadió. No importaba cuanto tiempo pasará, estaba seguro que el intento de huida de Taehyung lo perseguiria para siempre, porqué ahora a pesar de encontrarse resguardados en su clan lejos de aquel Beta; el sentimiento de pérdida albergaba su pecho.

Cómo Madre Luna se lo permitió se cambió y bajo las escaleras a toda prisa rastreando su aroma. No fue hasta que entró a la cocina y lo pudo ver que logro respirar tranquilo; claro, su ruidosa entrada llamo la atención de todos los empleados.

Se encontraban trabajando en las canastas de comida, mientras Taehyung ayudaba a hacer las piezas de pan.

- Mírate Taehyung

Al escuchar su voz no pudo evitar sonrojarse. ¿Qué había hecho mal?, ¿Por qué se reía?

- Lo siento, yo... -tartamudea- yo solo quería ayudar

Aún sonriendo Jungkook se acercó y con ayuda de una franela húmeda comenzó a limpiarle el rostro.

- No tienes que darme explicaciones mi Cielo... -nervioso Taehyung mantenía la mirada sobre él- pero te batiste todo de harina -rie- ya está

- Gracias...

Su lobo se regocijaba enamorado ante el gris de sus ojos; era fiel a sus sentimientos y es así desde que tiene memoria. Añoraba besarlo y podía percibir el anhelo del Omega por qué lo hiciera, con devoción acarició sus mejillas acercándose lentamente; lo haría.

- Taehyung, traje todo lo que me pediste

Ante la interrupción de Min rápidamente se separaron.

- ¡Hey Jungkook! -saluda- llegas tarde...

- Se supone que sería temprano Jungkook

- Es temprano Jimin -rueda los ojos fastidiado- son las nueve de la mañana

Destinados; Ready To Love ||KookV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora