Me encantaba ser la zorra de los vestuarios, pero las dos siguientes semanas estuve más relajado, pues tenía que estudiar muchísimo para la siguiente semana, por lo que me tomé un descanso de las pajas y de zorrear con los chicos.
Así empezó junio, y ya cuando termine con los exámenes pude estar tranquilo. Un viernes recibí un mensaje de un número desconocido: ve al vestuario después del instituto. ¿Quién podía ser? Sospechaba de los chicos, pero últimamente estaban muy distantes conmigo (yo también, ya que después de terminar el instituto me iba corriendo a casa para poder estudiar, no podía quedarme chupando penes.
Fui al lugar en el que me citaron a la hora que me dijeron, pero no habia nadie en el vestuario. De repente alguien me puso una venda en los ojos y en la boca y me tiro al suelo. La persona me quitó la venda y vi quién era: Ale-¿Qué tal tío?- me dijo.
-¿Qué que tal?-respondi con mucho enfado- Esto es denunciable, ¿lo sabías?
-Va, no te enfades, que yo no quería hacerlo, ellos me han obligado
-¿Quienes te han obligado?
-Entrad, chicos.
Entraron todos los chicos con los que había follado en el vestuario, todos llevaban unos shorts como única indumentaria.
Él primero que hablo fue mi profe Andreas:-¿Por qué has estado evitándonos?
-Tenia muchos exámenes y asuntos personales.- dije.
-Ya claro. Bueno, esta el señorito ya disponible?
-Si.-Pues empezar, chicos.
Cogieron y me desvistieron todos mientras Andreas miraba y Ale se sobaba la polla. Ángel me quitó el pantalón y durante poco tiempo pasó su mano por mi entrepierna, Álvaro me quitó la camiseta, y el mulato me comió los sobacos.
Estaba desnudo, me sentía vulnerable, pero también deseado, pues vi como todos los chicos se pusieron en círculos y algunos estaban tan empalmados que se le salía la polla del calzoncillo.
Me pusieron a cuatro patas y Ángel me empezó a dar cachetadas, cada vez más fuerte. Se llamaría Ángel, pero si comportamiento parecía del diablo. Todos menos el profe Andreas se quitaron los calzoncillos y empezaron a pajearse, Ángel lo hacía justo detrás de mí. Qué escena tan rica, yo no me tocaba porque si no me correría al instante.Pase a la acción, me puse de rodillas delante de Ale, y se la comí. Él gemía, y cuando me dijo que se iba a correr pase a otra persona. Así se la comí a todos los del círculo, fui una perra gourmet, comí de todos los tamaños, de todos los colores y todos los chicos disfrutaban tanto como yo. Andreas no pudo aguantar y se bajó los calzoncillos, y me la metió en la boca directamente. Su polla me llegó directamente a la garganta. Todos los chicos empezaron a gritar "Chupa, zorra, chupa". Estuve así una eternidad hasta que el maestro empezó a gemir y me aparto de el con un empujón para así no correrse. Cogió mi culo y me empezó a meter mano. Yo gemia y gemía.
-Profe, nosotros también queremos un trozo de pastel.- le dijo Ale.
-Claro, estás deseoso de esta puta, no?
Volvimos al círculo, yo me tumbe en el centro y todos se pajeaban.
Ale fue el primero en correrse, poco pero se corrió en mi pierna izquierda. Luego fue Álvaro, en mi pecho. Más tarde Ángel, se acercó y se corrió en mi abdomen. Él mulato terminó y se corrió en mi abdomen también.
Por último fue el profe, que me dijo que abriese la boca y un gran y pegajoso chorro de su leche cayó en mi lengua.-Bueno, habrá que limpiar todo este desastre- dijo Ángel.
Todos se arrodillaron y me lamieron el cuerpo. Con sus lenguas unieron las leches de todos y me besaban pasa así tragarme su semen. No pude con tanta excitación y me corrí. Parte de la corrida le cayó al profe, pero el la lamió enterita. Habiéndose terminado se fueron a las duchas y a mí me dejaron tumbado en el suelo, asimilando lo que había pasado. Ángel se acercó y me dejó una toalla sucia, justo la que me había metido en tantos líos.
Mientras ellos se duchaban yo me pajee otra vez pero con el recuerdo, el semen en la garganta y oliendo la toalla sucia.
Salieron los chicos de la ducha y el profe dijo:-Esto, evidentemente, no ha terminado. Aún queda lo mejor, el viaje de fin de curso.
Todos asentimos, sin duda lo pasaríamos bien.
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La zorra de los vestuarios
RomanceAl ser gay, nunca me ha gustado la hora de ducharme después de Educación Física, aunque es excitante bañarse en pelotas con muchos adolescentes heteros, puede llegar a ser muy incómodo. Pero un día me pasó algo que haría que cumpliese todas mis fant...