Después del encuentro con Álvaro empecé a fantasear con mis otros compañeros de clase (a ver, que antes también lo hacía, pero ahora me fijaba más detenidamente y sin vergüenza en los cuerpos de cada uno, en sus pollas).
Eso les habia dejado de incomodar, es más, les gustaba, les hacia sentir especiales y deseados.Así pues, ellos también me pegaban pequeños azotes con toda la confianza del mundo.
Si, eso ahora me puede parecer muy extraño y algo vergonzoso, pero con esa edad estaba revolucionado por las hormonas; y no me importaba, de hecho, me excitaba mucho.El caso es que después de clase, Alex me habló. Normalmente no hablaba con él, pero hay que decir que el chico era bastante guapo.
-Hey, ¿que tal estás?-me dijo.
-Buff, cansado, ¿y tú?
-Tambien algo cansado, pero bueno.- hizo una pausa y añadió- Oye, ¿te apetece ir al gimnasio esta tarde conmigo?
-¿Pero por qué yo? En plan, no tengo ningún problema contigo, pero tampoco nos conocemos mucho...
-Bueno, te queríamos invitar al grupo, y querría que vinieras al gimnasio conmigo, porque hoy me toca ejercicios en parejas, pero si no quieres se lo digo a otro.
Le sonreí y contesté:
-Eh, eh, yo no he dicho que no, así que, ¿a qué hora voy?
-¡Perfecto! Vente a las siete a la dirección que te voy a mandar.
-Vale, allí nos vemos. - nos despedimos
A las siete menos nueve minutos estaba ya en frente de la puerta del gimnasio, y Alex vino.
-¿Que tal? Veo que te has puesto ropa de deporte.
-Sí, obviamente quería estar preparado para el ejercicio. Pero, Alex, si soy una molestia para ti me lo dices, eh.
-Lo primero: llámame Ale, es como me llaman todos mis amigos.
-¿Eso quiere decir que somos amigos?
-Bueno, el tiempo lo dirá- y sonrió.- Lo segundo: tú tranquilo, que no eres ninguna molestia.
No me había fijado de lo bonita que es su sonrisa. Tenía el pelo corto y castaño, era de estatura mediana y muy guapo de cara.
Entramos y estuvimos una hora haciendo ejercicios de piernas.
Él estaba cansado, pero yo mucho más, ya que yo no estaba acostumbrado, pero logré aguantar.-¡Que bien lo has hecho, venga, que ya hemos terminado! Te habrás traído ropa de cambio, ¿verdad?- dijo Ale.
-Si, claro.
-Pues vámonos a ducharnos, que nos lo merecemos.
Yo no quería irme a las duchas del gimnasio, iba a estar muy incómodo entre todos los hombres desnudos de todas las edades, pero yo simplemente le seguí, recé para que no se me empalmara.
Cuando nosotros entramos, salió un hombre y Ale dijo:
-Parece que no hay nadie.
-Si, creo que es porque mañana es festivo, entonces ha venido menos gente.- le respondí, en parte aliviado.
-Jajaja, esto parece un cliché en una película porno.
Iba a decir que no estábamos en una película porno, pero me límite a reír.
Yo me fui quitando la ropa lentamente, pero Ale se quedó desnudo en un pispás. Él seguía esperándome.
Cuando ya me iba a quitar los calzoncillos me dijo:-Oye, ¿porque tardas tanto en desnudarte?
-No se, yo suelo tardar mucho para estas cosas.
-No te dará vergüenza que te vea desnudo, ¿no?
-Que va, no te rayes, solo que...
-¿Eres virgen?- me interrumpió.
-Jajaja, ¿y eso que tiene que ver ahora?
-Nada, pero responde: ¿eres virgen?
-No, ¿y tú?
-Sabes que no. ¿Con quien fue?
-Con mi mejor amigo, de otra ciudad. ¿Y tú?
-Con una pava de clase.
"Que envidia de esa chica" pensé.
-¿Y te gustó?- le pregunté. aunque el estaba en pelotas y yo en gayumbos sentados en el banco, era el momento más adecuado para intimidar.
-Si, estuvo bastante bien. Y supongo que ya habrás dado tu primer beso, ¿no?
-No, la verdad que no.- mentí. No le iba a contar que mi primer beso había sido con su amigo.
-¿No, y eso?
-No se, aun no he encontrado al adecuado.
-Entiendo, ¿y como tiene que ser ese "adecuado"?
-No sé, cuando llegue lo sabré.
Se hizo un silencio hasta que Ale dijo:
-Y ese chico adecuado... ¿podría ser... yo? -nos acercamos y nos besamos.
Fue un beso largo, Ale besaba muy bien.
-La verdad es que no esperaba liarme con un chico al que he hablado por primera vez está mañana.- dije al terminar del beso.
-Jajaja, yo tampoco, pero bueno.
-¿No te habrás sentido incómodo ni nada, no?
Volvió a reír y dijo:
-Tranquilo, no eres el primer chico al que he besado.
-¿¡Eres bi!?- pregunté muy sorprendido.
-Yo no he dicho eso- hizo una pausa y añadió:- Soy hetero, solo fue una vez.
-Ahora dos.
-Ahora dos.
Nos besamos de nuevo, pero de forma menos espontánea y más sensual. Empezamos a tocarnos.
-Tu polla está recta- le dije.
-No me mires tanto la polla- me cogió del cuello y me acerco bruscamente a su entrepierna- Deja de mirar y pasa a la acción.
Olí, pero me acordé repentinamente de que estabamos en las duchas públicas, por lo que podría entrar alguien y vernos.
-Ale, Ale, nos pueden pillar.
-Joder, es verdad. Vámonos a las duchas individuales.
Nos metimos, pero era muy chicas. Seguramente hayan previsto situaciones parecidas a las nuestras.
-No cabemos, tío. Vámonos a las duchas compartidas. Tranquilo, que no nos van a pillar.
Fuimos a las compartidas y nos seguimos besando. Ale besaba muy bien.
-Ponte a cuatro- me dijo.
-Vale, amo.
-No me digas amo ni esas cosas, no me va el rollo ese.
Me puso a cuatro patas y el me empezó a morder los cachetes del culo. Luego empezó a lamer, hasta que llegó al glande. No me di cuenta de que había empezado a gemir muy fuerte.
-Sigue así, Ale, no pares.
Su lengua, la misma que me dio besos en la boca, me daba besos en el culo.
Seguimos así un rato, hasta que escuchamos:-¿Pero que cojones está pasando aqui?
Un hombre había entrado a las duchas y nos estaba viendo tener sexo.
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La zorra de los vestuarios
रोमांसAl ser gay, nunca me ha gustado la hora de ducharme después de Educación Física, aunque es excitante bañarse en pelotas con muchos adolescentes heteros, puede llegar a ser muy incómodo. Pero un día me pasó algo que haría que cumpliese todas mis fant...