CAPÍTULO XIV - ESCUCHAR (SEGUNDA PARTE)

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Flash back narrado por Vegetta

Pasaron los días, días en los que no hacia mas que estar en los brazos de Willy, me hacía sentir tan seguro, desde el escuchar su corazón, hasta oler su aroma corporal, pero sobre todo el probar nuevamente sus labios hizo que me olvidara de todo, perdiendo la noción del tiempo y con ello todo lo que pensaba sobre Foolish, ignorando por completo mi relación con el solo para poder estar nuevamente en los brazos de mi Willy, tomando así una decisión bastante precipitada.

A los pocos días había quedado con Willy en un punto específico de la isla, puesto que había decidido huir con él, dejando de lado la vida perfecta al lado de Foolish, no sin antes dejarle una carta diciéndole que me iría de viaje, sintiendo que era lo más sensato como para no romperle el corazón. Además de que tampoco quise darle explicaciones a Willy sobre Fool, finalmente había preferido quedarme con él a pesar de todo y ahora lo que menos quería era tener problemas con él, por ello solo puse como excusa que en realidad jamás me había sentido a gusto aquí y que lo mejor sería irnos lejos, algo que él aceptó de inmediato y sin dudar. Lo único que le había contado es que tenía una hija adoptiva y que junto a Foolish la estábamos criando, pero que en realidad no teníamos nada serio.

—Será lo mejor...— susurre antes de dejarle la carta en la cama, aprovechando que Leo estaba con él, finalmente no podía hacer más. Tomé mis cosas y dije adiós a aquella vida solo para estar de vuelta con el que pensé que era el amor de mi vida.

Construimos una pequeña casa lejos de todos, viviendo como si de una pareja de recién casados se tratara, conociéndonos nuevamente, desde nuestros gustos, nuevas aficiones e incluso los nuevos rasgos de nuestro cuerpo... Me hacía sentir único y tan especial.

Al pasar los días pude sentirme feliz y pleno, amaba a Willy, lo amaba con locura... Quizás demasiado, ya que poco a poco todo lo que sentía por Foolish comenzó a desaparecer de mi mente. Ya no lo extrañaba, ni siquiera pensaba en él... Algo que en realidad me perturbaba un poco, finalmente no iba a negar que los días a su lado fue una de las cosas más hermosas que me paso en mi vida, pero aun así algo dentro de mi me hizo ignorar todo y centrarme así en mi antigua relación.

Pero no todo fue color de rosa, todo lo contrario ya que me había dado cuenta de algo en Willy, algo bastante inusual y nuevo en él: su sed de destrucción. No iba a negar que Willy era así antes, pero él solía hacerlo con amigos y sin embargo lo estaba haciendo con gente de la isla.

—¿Pero por qué hiciste eso? ¡Ni siquiera lo conoces!— le reclamé al saber que había puesto bombas en la casa de varios de mis amigos y con ellos hasta Foolish.

—Cálmate Vegetta— ni siquiera volteo a verme, en cambio estaba armando nuevas minas. —Esto solía hacerlo muy a menudo antes, no sé qué te pasa ahora— por fin volvió a mirarme, cruzándose de brazos.

—Esos eran otros tiempos Willy, ¡Mi niña pudo salir herida!—

—¿Y a mi que me importa? Ni siquiera es tu hija de ver-...— no le deje hablar, había terminado por agarrarlo por la camisa a medida que lo azotaba contra la pared.

—¡No hables así de Leo!— grité lleno de ira, teniendo unas inmensas ganas de llorar por sus palabras. —Te he dicho una y otra vez que es mi hija... ¡¿Cuándo vas a escucharme?!— el se zafó de mi agarre, empujándome fuertemente contra el sillón antes de posicionarse encima de mi, yo solo atiné a mirarlo desconcertado, no recordaba que fuera tan fuerte.

—Siempre es "¿Has pensado en Leo?" o "¿Cómo estará Leo?" y también "¿Crees que me extrañe?" ¡Ya estoy cansado de tus estupideces!— me gritó en la cara, mostrando su evidente enojo. —No creo que la extrañes tanto, finalmente... Tu fuiste el que la abandonó—

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