Mariana se quedó un buen rato aferrado al pecho del mayor, tratando de desahogarse por completo, sin importarle el verse tan vulnerable en ese momento. Y es que no iba a negar cuánto anhelaba el volver a estar en sus brazos, aquellos fuertes brazos que lo sostenían tan protectoramente, haciendo que aquel sentimiento que creía olvidado creciera cada vez más, hasta el punto de querer volver a perderse por completo en él.
Sin embargo al mismo tiempo el sentimiento de culpabilidad comenzaba a crecer más y más, provocando así que terminará por alejarse abruptamente del híbrido de tiburón, a pesar de no querer hacerlo.
—¿Mariana?...— lo miró sin comprender por completo su acción tan repentina.
—Y-Yo...— quería gritarle que todo estaba mal, que odiaba sentirse así e incluso que todas sus acciones solo iban a hacer que perdiera a su familia.
—¿Qué sucede?...— sin embargo todo pensamiento negativo se desvaneció por completo al ver el rostro triste del piel dorada. Esto solo hacía confundir cada vez más al pobre Mariana y es que aquellos ojos verdes, siempre quedaba hipnotizado por su belleza, al grado incluso de no poder emitir palabra alguna porque a pesar de tener esa mirada tan cálida, también podía imponerlo por completo y esto fue algo de lo que el más alto noto casi al instante. —Anda...— susurro con una voz ronca, tomándolo delicadamente por el mentón, obligándolo a verlo. —Cuéntame que pasa, Mariana...— una sonrisa se dibujó en sus labios al ver el enorme rubor que este le había provocado, luciendo mucho más hermoso a pesar de sus pequeñas lagrimas, mismas que eliminó con uno que otro beso, suscitando a que el pobre castaño estuviera cada vez más nervioso que antes.
—F-Foolish...— sentía como su corazón comenzaba a latir con emoción, todo se sentía tan correcto y tan perfecto, justo como si estos jamás hubiesen terminado aquella relación. Mariana dejó de lado todo lo que estaba en su mente, esta vez solo quería enfocarse en todo el amor que alguna vez llegó a sentir por su querido Foolish, acercándose así cada vez más a él para por fin volver a unir sus labios en un beso... Sin embargo en ese preciso momento la pequeña Leonarda había ingresado nuevamente a la habitación haciendo que el mismo se alejara nuevamente del toque de su ex pareja.
El ojiverde no la había notado de inmediato, de hecho estaba por volver a tomarlo del rostro, pero al escuchar como la puerta se azotaba pudo por fin ver a su pequeña hija.
—Leo...— por un momento pensó que esta había visto todo, por ello mejor optó por alejar sus manos por completo del castaño. —¿E-Esta todo bien?— preguntó con cierto temor en su voz, mismo que creció al no obtener respuesta de la menor.
La pequeña dejó una bandeja llena de tostadas en la mesita de noche, justo al lado de Mariana antes de subirse a la cama y sentarse al lado del mismo, sin embargo este último no se atrevía a mirarla por lo que pudo haber pasado con su padre hace menos de un minuto, además de que el también pensaba que quizás ella había visto algo.
A pesar de todo sus temores, estos se disiparon al ver cómo en realidad Leo estaba como si nada, ya que les había pasado un par de tostadas antes de ponerse a escribir en sus carteles. —"Lo siento papá, no podía escribir, tenía las manos ocupadas, ¡No quise ignorarte!"— dijo esto último a medida que había un puchero, demostrando que no era su intención.
—Oh, Leo...— dejó su tostada al lado antes de acercarse a la pequeña y tomarla en brazos. —Lo se mi niña, tu no tienes la culpa de nada...— hablo a medida que miraba al castaño, dándole a entender que esta última frase también era para él.
Mariana lo miró atentamente antes de volver a desviar la mirada, mejor optando por comenzar a comer aquella tostada que la menor le había dado.
—Esta deliciosa...— susurro mientras la miraba, esta lo miro por un segundo antes de sonreír un poco en señal de agradecimiento, sin embargo esta sonrisa ocultaba algo más, algo de lo que Mariana no se percató.
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Volver a ti ⟦ Fooriana ⟧
FanfictionImagina regresar después de unas largas y necesarias vacaciones, solo para llegar y encontrarte a tu esposo siéndote infiel. Huyes lo más lejos de ahí hasta llegar a un bar para olvidar tus penas, encontrándote con el pasado delante tuya, mismo que...