Volver a ti ⟦ Fooriana ⟧

CAPÍTULO III - INESPERADO

A pesar de que este iba a ser un beso robado y corto, los planes de Mariana habían cambiado rotundamente al sentir como unas manos se habían posado en su cintura, haciendo que el castaño se separara abruptamente, casi cayéndose de la cama debido al susto.

—F-Foolish...— susurro nervioso al ver como su ex pareja se encontraba mirándolo seriamente mientras tocaba sutilmente sus labios con sus dedos. —Y-Yo ¡Lo siento! No se q-...— estaba por redimirse por todo.

—Mariana— sin embargo una voz firme había comenzado a resonar en la habitación, el mencionado solo pudo mirarlo debido a la imponencia de la misma. —Solo por esta vez... Cállate— sentenció justo antes de tomarlo duramente del cuello de su camisa, atrayendo nuevamente hacia él y así unir sus labios en lo que sería ahora un profundo y en cierto punto desesperado beso.

Mariana no comprendía lo que estaba pasando, el ver este comportamiento tan serio y brusco en Foolish era tan nuevo; y extraño para el, quizás demasiado ya que simplemente no sabía cómo procesarlo.

Foolish apretaba sus ojos mientras seguía besándolo, teniendo levemente el ceño fruncido, enredando sus dedos en los cabellos del castaño sin separarse del beso, acariciando suavemente el rostro del contrario.

A pesar de que el beso comenzó como uno torpe y hasta cierto punto forzado, lentamente se estaba convirtiendo en algo más apasionado. Foolish terminó por introducir su lengua en su cavidad. Mariana quien al principio intentó detenerlo, al sentir un leve mordisco en su labio inferior terminó por ceder, dejándole el acceso completo a su boca.

Una batalla de lenguas comenzó a hacerse presente, jugueteando sin pena alguna entre ellas, haciendo que alguno que otro suspiro y quejido saliera de la "pareja", haciendo que viejas emociones comenzaran a invadirles por completo, fue aquí cuando Mariana volvió a la realidad.

—E-Espera Foolish...— susurro al intentar separarse del beso, sin embargo el de mayor altura le ignoró y sin esperar más volvió a besarlo, siendo este un beso bastante rudo y lleno de emociones indescriptibles. Al besarlo de esta forma había despertado algo mas en Mariana, algo que pensó que jamás tendría que volver a revivir. —"Supongo que es inevitable, ¿verdad?..."— pensó mientras lo miraba, observando nuevamente aquel rostro del que alguna vez estuvo completamente enamorado. —"Al demonio"— terminó por cerrar sus ojos de igual forma antes de abrazarlo por el cuello y comenzar a seguirle el ritmo del beso.

Gracias a esto la temperatura comenzó a aumentar en la habitación, poco a poco sentían que la ropa comenzaba a estorbarles. Lentamente las manos del ojiverde se dieron paso al cuerpo del castaño, haciendo que los recuerdos comenzaran a invadir su ser, dejándose llevar por todo lo que aún vivía en su interior. Dándose cuenta de que quizás jamás pudieron superarse por completo.

Mariana suspiro con todos y cada uno de sus toques, imitando de inmediato, finalmente habían sido muchos días sin nada de contacto humano... ¿Quién iba a pensar que estas ganas terminarían de ser aliviadas por un viejo amor?

Los suspiros y leves quejidos dentro de la habitación no se hicieron esperar, sumado al rechinar de una ruidosa cama y el chocar de los cuerpos formaban una sinfonía magnifica. Era casi como si estuvieran desquitando todo lo que estaban sintiendo en su corazón, sintiéndose plenos después de tanto tiempo.

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