Capítulo 13

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–Esto es muy malo

La pelirroja se alejo de la ventana al igual que su amigo, maldiciendo internamente a Osamu Dazai por haberlo metido en un lío grande, más grandes que las veces anteriores en las que Atsushi se metió en problemas gracias al castaño.

Los caballeros imperiales no se moverían por algo tan simple, definitivamente tenía que ver algo con la desaparición de la princesa, podrían llevar al chico a la guillotina por traición.

–Hay que sacarte de aquí

–¿¡Cómo!? Créeme que es lo que más me gustaría en este momento pero si doy un paso afuera seguramente seré llevado a prisión!

Si entregaba a Dazai, si confesará la verdad y ayudará a encontrarlo sabía que podría salvar su pellejo, pero eso era algo impensable para Atsushi, Osamu es su mentor y lo salvó tantas veces, a pesar de tener un comportamiento cuestionables y varias veces molesto al final del día cuidaba de ellos, si bien ahora estaba metido en algo peligroso el entregarlo no era una opción.

–Shh, tranquilizate, tal vez solo están haciendo una inspección?

–Tal vez...

Ambos trabajadores de la taberna se acercaron, con pasos sigilosos y tratando de no pisar alguna de las tablas del piso que rechinaban, hasta el borde de la pared de las escaleras, observando ocultos la situación de abajo.

Los hombres vestidos con el uniforme rojo estaban buscando por el lugar, no tardarían en subir a la planta de arriba, por lo cual tenían poco tiempo para pensar en que hacer antes de que subieran.

–Mira, el que tiene cabello blanco está hablando con el jefe

Mencionó el chico en un susurro mientras señalaba en dirección a la barra dónde ambos hombres estaban.

–Desdé Aquí no se logra escuchar lo que dicen

Una brillante pero arriesgada idea paso por la cabeza de la pelirroja, siguiendo derecho por el pasillo dónde estaban llegaban a la cocina, detrás del dónde se atendían los clientes y ahora el jefe y el caballero albino se encontraban hablando.

–Ya se! Ven

Tomo el brazo de Atsushi y corrió  hacia adelante lo más rápido que pudo, había una posibilidad de ser vistos, pero si pasaban por el pasillo de forma veloz y silenciosa lograrían evitar la mirada de las personas abajo.

Pero la suerte no parecía estar de su lado, llegando a la entrada de la cocina, el albino tropezó torpemente con una de las tablas flojas del lugar, causando el rechinar de esta y a su vez llamando la atención de los caballos.

Mierda

Pensó Lucy, mientras atajaba con una mano a su compañero y con la otra le tapo la boca para que así evitar que esté se quejara y así empeorar la situación.

El tener que mover los muebles del local contantemente para poder limpiarlo dió frutos ahora que pudo evitar que el chico se estampara contra el suelo en tal terrible momento.

La pelirroja podía escuchar su corazón latir en su oído, la ansiedad y el miedo de ser atrapados aumentaba, sentía su brazo temblar mientras lo alejaba de la boca del albino.

–Hay que escondernos

Pronunció en voz baja para que solo Atsushi la escuchará y después soltó un pequeño suspiro que no se había dado cuenta que estaba conteniendo, el chico asintió y ambos entraron a la cocina y se escondieron entre los muebles.

–Estoy seguro que no está aquí lo que busca sir.

La voz del jefe ya era audible, ambos jóvenes ahora podían escuchar la conversación y así obtener pistas del por qué estaban allí los caballos imperiales.

–Este lugar es muy concurrido, estoy seguro que al menos algo encontraré aquí

Hablo el caballero, su voz al pronunciar tales palabras no se escuchaban serías, hasta se podría decir que había un toque de ironía en ella, como si ya hubiera visto a través de lo que se ocultaba en el lugar.

–Además...

Guardo silencio por unos segundos, como si estuviera creando intencionalmente un suspenso para causar esa tención en el dueño del local, y sin saberlo, o tal vez si, a ambos trabajadores ocultos mientras escuchaban.

–Ya tuvimos varios testimonios de que el chico albino, el mismo visto en el palacio esa noche, trabaja aquí

–Estoy seguro de que mí trabajador no es la persona que busca, el es una buena persona, no mata ni a las cucarachas que se ocultan entre los muebles, sería incapaz de secuestrar a alguien, especialmente alguien tan importante como una princesa

Hablo tratando de verse lo más sereno posible ante Nikolai, el jefe del bar era una persona un tanto mayor, tenía una esposa y un hijo pequeño, sabía que lo que hacía era arriesgado, pero aún así haría de su parte si así ayudaba a Atsushi, trabajo para el durante bastante tiempo y no negaría que le tomo cariño, sea lo que sea que haya hecho sabía que una razón había detrás, además de tener en cuenta que la cabeza de aquel suceso sería seguramente Dazai, los conocía lo suficiente para saberlo con exactitud.

Mientras, Atsushi y Lucy tenían la oreja pegada a la pared, escuchando atentamente las palabras del hombre mayor, el albino conmovido y la pelirroja suspirando en silencio.

–Jefe no sabía que pensaba así de mí!

–Si supiera que en realidad no las mata porque les tiene miedo

Gogol soltó una carcajada ante la declaración del dueño, dándose la vuelta y dirigiéndose hacia las escaleras.

–Lastimosamente eso no me va a detener, lo sabe, no?

Miro de reojo al hombre en el mostrador, no tenía una expresión en particular al darse cuenta que era inevitable que los caballos hagan el registro.

–Busquen bien en el lugar

Dijo el albino en voz alta, empezando a subir las escaleras para llegar al pasillo de arriba, uniéndose a la búsqueda también.

–No tardarán en llegar aquí, tienes que salir

Susurra Lucy a su compañero, mirando de reojo, notando que algunos ya se dirigían a la cocina.

–Vete por la puerta trasera! Yo los puedo distraer

–Pero-

–Es a ti a quien buscan, no a mí, vete

Lo interrumpió, poniendo sus manos en la espalda de este para empujarlo hacia la puerta trasera.

–No vayas por la calle, eres ágil, puedes usar los caminos con callejones a tu favor-

La chica de golpe sintió una mano en su cabeza dándole unas pequeñas palmaditas que la sacaron de sus acelerados pensamientos por un instante.
Levantó la mirada encontrándose con la de Atsushi sonriendo y haciéndola sonreír devuelta.

–Gracias

–Vete!

–¿Quien anda ahí?

Una tercera voz se hizo presente, la chica con rapidez se dio la vuelta divisando a un caballero que había entrado ya en la habitación.

–Ah- y-yo trabajo aquí

Aclaró la chica entre nervios, rogando que no los haya visto.

–Si, claro

El hombre sonrió mientras la veía y un escalofrío recorrió el cuerpo de la joven, haciéndola tragar salida ante la mirada de este.

–Tenemos un par de preguntas para usted

Mencionó el uniformado de ojos bicolores, dando una última mirada a la puerta que daba a una salida y después a la pelirroja.

Creo que acabo de encontrar algo interesante.

𝐓𝐫𝐨𝐧𝐨 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥 [Sigzai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora