Local 367

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Después de despedirme de Looren me sentí fatal.
Decirle aquellas palabras que no sentía.
Su cara de tristeza al irse de aquel lugar y pensar que no sentía lo mismo por ella.
Aquella noche un hombre me pusó dinero encima de la barra.
No me apetecía nada, pero tuve que acceder.
Mi vida era un infierno y tenía que buscar la manera de huir de allí.
El hombre estaba de buen ver por eso, iba trajeado y tendría unos cuarenta y cinco años...
Cuando pasó a la habitación estaba muy nervioso.
-¿Cómo te llamas?
-German.
Estaba más cortado de lo normal.
-Perdóname, he venido con unos amigos y me han obligado.
Yo no quería hacer nada de esto, a mí me gustan los hombres, pero nadie sabe nada y de alguna forma era más sencillo así. ¿Te importa si hablamos?
Yo sonreí.
-Tranquilo no te preocupes, estás como en casa.
Nos tiramos dos horas hablando, él me estuvo contando sus líos amorosos y su vida complicada.
Y yo a él también algo de mi vida.
Nos caímos genial y cuando se fué, le di un beso para que sus amigos pensaran que se lo había pasado en grande conmigo.
Al día siguiente no podía dejar de pensar en Looren, pero me había prometido a mí misma, dejarla en paz y que fuera feliz.
Quería lo mejor para ella y que estuviera conmigo no era la mejor opción.
En aquel momento un tipo entró en el local, y me cogió muy fuerte del brazo.
Me cogió y nos metimos en una habitación y me dijo.
-Tú te vienes conmigo.
Era un hombre un poco rudo y grande.
-Quiero que me hables de Nicoleta.
Nicoleta era el hombre con el que tuve el problema en Rusia.
-¿De que lo conoces y por qué me preguntas a mí?
-Quiero ayudarte pero necesito que colabores. Necesito infiltrarme aquí para ayudaros a todas. Soy de la policía pero si no nos ayudas, no podré ayudaros.
-No puedo ayudarte, es demasiado arriesgado, nos podrían matar a los dos si colaboro contigo.
-Estamos investigando a Nicoleta por un delito de trata de blanca. ¿Sabías que es amigo de tu jefe?
Yo me quedé blanca cuando me lo dijo.
-No tenía ni idea.
Por mi aspecto sabía que no tenía una edad muy avanzada.
-¿Que hace una chica tan joven como tú en un lugar así?¿Tú familia sabe algo de esto?
-No tengo familia y no deberías meterte en todo esto, no acabará bien.
-Solo te pido que me ayudes a desmantelar todo esto y te ayudaremos a tener una vida mejor.
-No puedo ayudaros, no creo que salga bien.
-¿No quieres salir de todo esto? Eres muy joven para vivir así. Deberías de pensartelo. Puede que no tengamos otra oportunidad de cogerlos.
Te dejo mi teléfono y espero una respuesta.
Me daba miedo que todo aquello fuera una trampa, que me estuvieran poniendo a prueba y todo aquello fuera de mal en peor. Y si me arriesgaba y salía mal acabaría huyendo con miedo el resto de mis días, o muerta que era peor todavía.
Pero tenía que recapacitar e intentar arriesgarme, era mi única salida.
Lo que habría dado por un abrazo de Looren, por poder contarle todo lo que me estaba pasando.
Por tenerla a mi lado y que todo lo malo desapareciera, por salir huyendo a su lado.
Que esta pesadilla acabará de una vez.
Solo necesitaba ser fuerte, solo necesitaba ser valiente.
Cuando salió de allí me pagó mucho dinero y nadie sospechó sobre aquello, todos pensaron que era un cliente más.
Él me había enseñado su placa y parecía un policía de verdad. Tampoco tenía nada que perder y si de todo aquello salía con vida y podía empezar de cero mucho mejor.
Pero el miedo me paralizaba, me bloqueaba.
Quería llamar a Looren, quería verla...
Pero no debía, no debía apretar aquel número.
Pero lo hice, no pude evitarlo.
Cuando empezó a sonar, no tardo en cogermelo.
-Sofía, no puedo hablar ahora mismo. Luego te llamo.
Podía escuchar de fondo. ¿Quién es Sofía, con quién hablas?
Imaginé que era María.
Al rato me llegó un mensaje de Looren.
-Te paso a buscar en una hora.
Cuando llegó al local estaba llorando.
-¿Que ha pasado?
Ella se me lanzó en los brazos.
-Te echaba mucho de menos. Vayamos a un sitio más tranquilo.
Me subí con ella en la moto y fuimos a un  parque tranquilo dónde a penas había nadie.
-Maria y yo hemos discutido.
Anoche la volví a pillar con una chica. Y bueno yo quise desafiarla y me acosté con las dos.
-¿Cómo?
Me quedé blanca, no esperaba nada de aquello.¿A qué estaba jugando esta chica? Se suponía que le gustaba yo, que quería a María pero se acababa de acostar con su novia otra chica y estaba llorando.
-Sí, lo peor de todo es que esta mañana está chica me empezó a besar y nos liamos. Y María nos pilló y se enfadó.
Cuándo escuché de su boca que estaba liandose con otra chica surgieron mis celos, pero tuve que disimular. No podía notarme aquello y menos después de que le dije que no sentía nada por ella.
- A ver ella no puede enfadarse después de todo lo que te hace, pero es cierto que tampoco le puedes reclamar nada si tú tampoco eres el mejor ejemplo.
-Sé que no lo he hecho bien, pero surgió así sin más. Me apetecía y lo hice.
-¿Lo hiciste por venganza o realmente te gustó con esta chica?
Yo esperaba que me dijera que era por venganza.
-Realmente me gustó. Y más de lo que pensaba y eso es lo que me tiene rayada, la conexión que sentí con esta chica no la sentía con ella de hace mucho tiempo.
Mi corazón se paró en seco, no quería seguir escuchando aquellas palabras.
-Tienes que aclararte, yo creo que lo mejor que harías es estar sola una temporada. ¿Has vuelto hablar con ella?
-Sí, me dió su teléfono está mañana en un papel. Puede que mañana quedemos.
Eso me dolió demasiado así que deje de preguntar.
- Te has quedado muy callada Sofía,¿Tú estás bien?
-Tengo una situación demasiado complicada, pero ya sabes que no puedo hablar de ello. Simplemente quería verte.
Nuestros labios estaban tan cerca. Y no dejábamos de mirarnos la boca.
Yo no quería pasarlo mal, además la situación que tenía ella ya era demasiado complicada y la mía también.
-No te entiendo Sofía, ¿A qué juegas? Me dijiste que no te gustaba.
-¿A qué juegas tú? Quieres a María, anoche te acostaste con Rebeca y estás tonteando conmigo.
-¿En serio me estás diciendo esto?
-No tenía que haberte llamado Looren, esto ha sido un error.
-Sí, desde luego. No sé porqué te he vuelto a ver.
En aquel momento salí corriendo de allí.
Looren intentó pararme. Pero yo corrí más rápido que ella y me fui de allí.
En el fondo estaba muerta de celos.
Me sentía un poco utilizada, pero no podía culparla. Al final me conoció en un lugar donde yo me dedicaba a lo que me dedicaba y ella tenía pareja y no tenía pensamientos en dejarla.
Creo que lo que más me dolió no fué lo de María fué la situación de que estuviera conociendo a otra.
Pero realmente no podía culparla, con María no era feliz tampoco.
Y conmigo no lo iba a ser. Así que lo mejor era alejarnos. Porqué de alguna forma esa atracción, ese deseo, surgía entre nosotras y era demasiado complicado evitar aquella situación.
Eso solo hacía más que confundirnos y hacerlo todo más complicado.
Cuando llegué al local, estaba aquel chico, con él que estuve hablando varias horas porqué era gay y no quería que nadie lo supiera.
Cuando llegué quería hablar conmigo.
-Hola Sofía, quería pedirte un favor. Necesito que mañana vengas a una comida familiar y me gustaría que te hicieras pasar como mi pareja. Te pagaré mucho dinero, pero necesito este favor.
-Sí claro sin problema. Lo haré.
El padre de él era muy cerrado de mente por lo que me había contado, además tenían una empresa familiar y quería guardar las apariencias y necesitaba aparentar que era un chico de lo que se consideraba "normal". A mí me sabía tan mal aquella situación que accedí ayudarle.

Al día siguiente me presenté en la dirección que me mandó, la verdad es que era un chico muy elegante y se notaba que venía de buena familia.
Cuando llegué al lugar me presentó a toda su familia.
Se notaba que eran gente de mucho dinero.
Y cuándo vi que entraban por la puerta Looren agarrada de la mano, di por hecho que era María su pareja. ¿Pero que hacían aquí?
Me presentó a María como su hermana y a Looren como su pareja.

Looren se quedó parada cuando me presentaron como pareja de Germán...
Y yo más de estar en aquella situación.

 ×∆ ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴘᴀÑÍᴀ ×∆ ᴇꜱᴄᴏʀᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora