La misión

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Cuando me desperté al día siguiente tenía un papel encima de mi cama, que decía.

He hablado con Sofía, me ha dicho que necesita que consigas un papel de su habitación del local, está en peligro y no sé si tenemos mucho tiempo. Igualmente yo voy a investigar por mi cuenta. Saludos de parte de:
Looren.

Aquel día pedí el alta voluntaria pero no me dejaban volver al local. Me dijeron que era una testigo protegida por todo lo que había pasado. Pero yo necesitaba conseguir aquel papel.
Así que les dije que sólo quería ir a buscar mis cosas.
Y conseguí convencerlos.
Cuando llegué al local con la policía todo el mundo me miraba.
Al principio pusieron pegas para que pasara, pero como no había ningún jefe conseguí entrar.
Arriba no había nadie y me sorprendió pero imagino que estaban tan pendientes de todo lo que había pasado que el local lo tenían un poco abandonado.
Le dije a la policía que mi habitación era la de Sofía y empecé a mirarlo todo.
Entre sus cosas encontré un móvil y un papel blanco.
Así que me lo guarde.
En el papel solo ponía un numero de teléfono.
No tarde mucho en salir de allí.
Me llevé algo de ropa de Sofía para que no sospecharán y me fuí.
La policía me llevó a un centro de mujeres maltratadas y allí me dijeron que no me pusiera en contacto con nadie y mucho menos del local.
Yo no sabía cómo ponerme en contacto con Looren, así que intente desbloquear el teléfono de Sofía, por suerte una vez puso el patrón delante mia y creo que me acordaba de como era. Probé varios y al final lo conseguí.
No tenía mucha batería pero lo puse a cargar.
Tenía muchos mensajes de Looren. Y muchos de un número desconocido.
Cogí el papel para saber de quién se trataba. Y el número del desconocido era el mismo que el del papel.
Abrí la conversación con Looren y le escribí.
#Hola Looren, soy Xenia. He conseguido el móvil de Sofía y entre sus cosas el papel que está el teléfono de un desconocido donde ahora investigaré de que va todo esto. Si quieres podemos vernos, me dejan salir una hora al día en un sitio público.
#Hola Xenia, vale perfecto quedamos en el centro en una hora.
Cuando miré el móvil, vi que había quedado con un tipo en la estación. Y en la conversación no decía gran cosa, solo tenía llamadas de él. Así que me decidí a llamar.
Contestaron rápido.
-¿Sofía eres tú? ¿Estás bien?
-¿Quién eres?
-¿Y tú, quién eres tú?
-¿De qué conoces a Sofía?
-Cuando me digas quién eres te contestaré.
-No puedo por seguridad,¿Sabes dónde está Sofía?
-¿Eres Xenia? Soy policía, tranquila, estoy buscando a Sofía. Es una historia larga que contar. Necesito encontrar a Sofía, no sé nada de ella y estoy preocupado.
-Si quieres quedamos en media hora, en el centro.
Estaba acojonada, pero quería encontrar a mi amiga y lo peor que me podía pasar era que me mataran, y si no lo habían hecho ya...
Así que me plantee allí.
Cuando llegué un tipo alto y robusto se me acercó.
-¿Eres Xenia? No hace falta que contestes, imagino que sí.
-Ayer estuve con Sofía, queríamos pillar al local 367 y demandarlos por abusos entre otras cosas que tú ya sabrás. Le di a Sofía micrófonos, volvió al local sin tener nada preparado y me preocupa si la han descubierto o si le han hecho algo, lo último que puedo escuchar en los micrófonos son gritos. Pero lógicamente no es prueba suficiente para denunciarlos. Ya lo hice contigo, pero necesito más pruebas.
-¿Enserio Sofía está en peligro por tu culpa? ¿Y quien cojones te crees que eres tú para decidir si quiero ese tipo de vida o no? Que sepas que Sofía ha llamado está mañana pidiendo ayuda, la tienen atada y amordazada en un sitio que no sabe ni dónde está.
Así que ya puedes espabilar en encontrarla.
Me cabree tanto, que él chico no sabía dónde meterse.
-Tranquila, la encontraremos.
Voy a poner alguien que siga a vuestros compañeros. Y que hablen con las trabajadoras de allí.
-Si, sí vas a descubrir mucho así...
Looren se adelantó y al verme con él no se cortó en presentarse.
-Yo soy Looren.
-Looren este es el tipo del que te hablaba que Sofía tenía el teléfono y varias llamadas suyas. Es policía.
-¿Podrías enseñarme desde que número te llamo Sofía?
Looren le enseñó el número.
Y estuvimos hablando de cómo organizarnos para encontrar pruebas.
Yo debía volver al local e intentar acostarme con uno de mis jefes para poder distraerlo, mientras lo drogaría y así podría tener el despacho libre.
Looren me dijó que tenía ciertos documentos que podía investigar por allí y el policía nos dijo que investigaría por gente cercana y en el mismo local trabajadoras.
Aquella noche volví allí.
Sabía que para conseguir aquellos documentos me jugaba mucho.
Tenía que conseguir todo el historial de Sofía y para ello tenía que acostarme con alguno de mis jefes.
Así que cuando llegué allí solo había alguna compañera mía. Se imaginó que iría a llevarme algo de ropa y cuando llegué al despacho y piqué solo estaba uno de mis jefes.
-¿Qué haces aquí Xenia, te has arrepentido y quieres volver?
Como odiaba hacer ese tipo de cosas, pero tenía que hacerlo.
-Si, ya sabes que soy una chica mala y echaba de menos una buena polla.
Empecé a lamerme los dedos.
Él empezó a frotarse el pene.
Y yo me acerqué para agarrarsela fuerte.
-Esa es mi chica, así me gusta.
Mientras le hacía una paja con la otra mano fui sacando la droga.
-Estaba pensando que podríamos tomarnos algo para celebrarlo.
Él cada vez estaba más excitado.
Saqué dos copas y les eché alcohol.
-Pero no pares chica, sigue.
-¿Un chin chin de celebración?
Entonces se bebió de un trago la copa y yo la mía.
Mientras le hacía efecto empecé a comérsela y cuando estaba muy caliente empezamos a follar.
Yo quería desaparecer en aquel momento, pero con tal de ayudar a Sofía era capaz de cualquier cosa.
Cuando se corrió no tardó en echarse un rato diciéndome que tenía mucho sueño.
Mientras estaba dormido, me puse a mirar el historial de Sofía.
Habían muchísimos papeles y a parte de llevármelos todos hice fotos a la mayoría de ellos.
No me costó mucho encontrar una pulsera suya en el despacho que seguramente le habían arrancado.
Cuanto más pensaba en ella, más me daba cuenta, de que la quería desde la primera vez que nos vimos...
No podía soportar la idea de perderla. Era lo mejor que me había pasado desde hacía mucho tiempo.
Mi tío abusaba de mi, desde que tenía uso de razón y con los chicos nunca estaba más de una noche.
Nunca me trataban con respeto y siempre eran demasiado posesivos, no pude seguir estudiando porqué con quince años me puse a trabajar en un bar de copas.
Y a parte a vender droga, también empecé a prostituirme.
Mi vida era un caos, siempre que llegaba a casa mi tío estaba con una tía distinta follando en cualquier rincón de la casa.
Si no me portaba bien me daba con la correa del cinturón o me dejaba sin comer varios días.
Y cuando quería drogarse y no podía abusaba de mi para descargar su mono y frustación.
Yo no empecé a darme cuenta de lo que pasaba hasta que cumplí diez y seis años.
Pero estaba tan sola y me quería tan poco que seguí a su lado aguantando aún sabiendo todo lo que tenía que aguantar y pasar.
Al final acepté la situación y empecé a vivir con ello. Hasta hace poco que conocí a Sofía, y me hizo ver que no todo el mundo era igual, ella era tan pura, tan buena...
Qué merecía una vida mejor, y aunque no quisiera verlo, a su lado todo era más bonito, todo era más sencillo.
Ahora que estaba en peligro Sofía, no podía imaginarme ser feliz sin tenerla a mi lado. A parte de quererla con locura. Era mi mejor amiga... Y no soportaba pensar que algo malo le estaban haciendo.
Él policía nos pinchó el teléfono a mi y a Looren por si volvía a llamar Sofía identificar desde donde se hacía esa llamada.

Yo salí corriendo de allí con todos los documentos y por suerte todo salió bien...


 ×∆ ᴍɪ ᴄʜɪᴄᴀ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴘᴀÑÍᴀ ×∆ ᴇꜱᴄᴏʀᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora