"Después de dos años renace el amor."
Marie, actríz y modelo, se muda a Buenos Aires por una gran propuesta de trabajo. Sin embargo, aquel no es solo un trabajo sino también un reencuentro con el padre de su hija, quién ni siquiera sabe que la tiene...
-Todo bien, ¿vos como estás y está hermosa? -ella sonrió dejándome ver a su bebé que estaban en sus brazos-. Que enorme está -sonreí mirándola.
-Si -sonrió.
Hoy habíamos venido hasta la casa de Enzo a comer un asado que nos invitó. Hacía mucho que ya no los veía y la verdad, ya hacía falta salir un poco de la rutina. Julián se había puesto a jugar a la play con Enzo, obvio, mientras que yo y Valu nos poníamos al día. Apensar del poco tiempo que llevamos de conocernos y compartir, tenemos mucha confianza y hablamos de todo tema.
-¿Y que onda? ¿ya le dijiste a Juli que lo amabas? -eleva las cejas. Creo que muere porque lo haga.
-No, obvio, pero últimamente él ha estado muy, pero muy cerca mío, o sea, más de lo que venía estando. Ayer se quedó todo el día en casa y hoy también fue temprano para que vengamos juntos... no sé, es raro -conté.
-No es raro, es el amor -ríe levemente y suena el timbre-. Ah, debe ser Tefi con Agus -dice yendo abrir.
Llegaron el ocho de River con su pareja y se separaron para, él ir con los pibes y ella venir con nosotras. La verdad es que me súper integraron y eso no solo me pone feliz, sino segura de mí misma. Charlamos un rato y luego nos pusimos hacer ensalada para acompañar el asado que empezaron hacer los pibes mientras ponían música.
-Mami -entro Agos a la cocina haciéndo que la miré-, tu celular está sonando, aviso papá -aviso y se fue.
Me limpie las manos y salí de la cocina.
-Aquí -habló Julián con mi celular en la mano.
-Hola -atendí la llamada que por cierto era de un número privado el cuál no lo tenía ajendado. Algo raro.
-¿Es la señorita Mernes Marie? -oí.
-Si, soy yo, ¿por? -pregunté extrañada mirando a Juli que me hacía montoncitos preguntando quién era-. ¿Usted quien es? ¿Por qué me está llamando, señor?
-Soy el asistente del señor Máximo, me pidió que le avise que mañana tiene que estar a las cinco de la tarde aquí.
-¿Para?
-Trabajo -colgó.
-¿Que era? -eleva las cejas Juli.
-Asistente de Máximo, mañana tengo que ir al estudio.
¿Que habrá pasado?
Me olvidé del llamado cuando me puse hablar con las chicas sobre sus cosas. Tefi me empezó a contar sobre su sueño de ser mamá algún día y Valu, contó cómo lidia a diario con la maternidad. La verdad, no es fácil, pero te acostumbras como a todo y ya.
-¿Cómo va ese asado? -pregunté mirando la parrilla.
-Bien, estás viendo al mejor asador -contestó Enzo haciéndome reír por lo bajo-. ¿Querés? -me paso un vaso que probablemente contenía fernet, yo asenti.
-Che, Mar -habló Agustín-, Juli nos contó que no estás trabajando nada en River, ¿que paso? -curioso.
-Ah, na -miré de reojos a Julián-. Asignaron a otra mina en cuenta mía y entonces quedé fuera, quizás mañana sea el último día que vaya a trabajar ahí, pero igual, ya me conseguí otro laburo -sonreí levemente.
-Ah, que bueno, yo te preguntaba porque no se si Tefi te informo algo, pero estaba buscando chicas como vos para hacer promoción de ropa y todo eso que hacen, está bueno porque bueno, es para jóvenes que recién están empezando -contó y yo asenti sonriendo dándole gracias por su informe y preocupación.
-Toma -Juli me pasó el vaso de fernet.
Charlamos hasta que estuvo el asado, de ahí comimos.
-¿Que tal esta? -preguntó de un momento Enzo.
-Mmm, la verdad bastante bueno -rieron.
-Yo le doy un diez de diez -dije sonriendo y Enzo me miró con una sonrisa de oreja oreja-. La verdad, no te tenía fe, pero resultó salir muy bueno -reí levemente.
-Bue, para, soy muy bueno -sonríe.
-Muy bueno, muy bueno, el otro día no sabías cómo darle la mamadera a Oli -suelta Valu haciéndo reír a todos los presentes.
-Uhhh, mirá Enzo, no sabe alimentar a su hija -se ríe Palavecino ganándose una mala mirada de su parte-. Quiero creer que cambiarla si sabes, ¿no? Crack.
Valu se ríe.
-Vos Julián Álvarez no te rías que seguramente nunca cambiaste a Agos hasta ahora -lo fulmina con la mirada y Juli hace montoncitos mientras las chicas nos reímos.
La verdad, no tiene razón.
-Juli si la cambio -contesté antes que él.
-¿En serio? -me miran sorpendidos y yo asenti con la cabeza-. Bueno, mirá Julián, ¿no? Cómo te defiende.
Momento exacto en donde me sonrroje.
Mientras caminamos reíamos, jugábamos, hacían chistes raros y muchas veces, malos, pero dentro de todo, fue divertido. Un día domingo bastante particular para mí que no tengo amigos.
marmernes
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
