Miércoles 29 de septiembre, 2021.
Marie Mernes.
Empecé a sentir un peso demás encima mío y siento como se empieza a mover. Haciendo todo lo posible porque claramente todavía tengo sueño, abrí los ojos y lo primero que veo es el rostro de Julián cerca mío. Levanté confundida la cabeza y empecé a mirar mi alrededor; estoy en el living de mi departamento.
—¡Mami! Al fin despierta —ese gritó y esa voz me hizo dar un pequeño saltito del susto—. ¿Por qué te quedaste a dormir con el tío Juli en el sillón? —me mirá fijo.
—Me quedé dormida, mi amor —contesté sentándome en el sillón para estirar un poco con toda la vagancia.
—Mami, tengo hambre —empezó a quejarse.
—Ya, mi vida, ya te preparo el desayuno —dije mientras me ponía de pie. En ese mismo instante siento que Juli empieza a moverse hasta que abre los ojos y me ve—. Buendía —susurré y él formó una sonrisa en su rostro mientras intentaba mantener sus ojos bien abiertos.
—Hola, ¿dormimos juntos? —me mirá bien y yo asenti—. Ah, cierto que anoche no querías irte a tu cuarto —suelta haciéndose el canchero por lo cuál le miré mal.
—¡Buendía, Julián! —aparece mi hija saltando.
—Hola, mi vida —Juli la saluda tierno.
—Me voy al baño, después te preparo el desayuno, Agos —le aviso antes de salir en dirección al baño.
—¡Para mí también el desayuno! —oí el grito de Julián.
Entre al baño e hice mis necesidades y salí, todo rápido nomás porque claramente ya es tarde. Si, cuando fui hasta mi habitación a buscar mi celular, pude ver que ya iban a ser a las diez de la mañana. Mi hija maneja una energía inexplicable. Ojalá fuera contagiosa porque ella prácticamente tiene la energía que a mí me falta.
Volví al living y Julián fue al baño. Yo estaba con la misma ropa de ayer, igual él. Prácticamente desde que fuimos al Monumental, tengo una camiseta vieja de River puesta y un jogging deportivo negro. Me puse las pantuflas y fui a la cocina para prepar todo para desayunar. Le pedí a Agostina que fuera hacer lo suyo mientras yo preparaba todo porque no quería que me estuviera hablando. Tengo sueño aún y la cabeza me duele un poco, así que prefiero el silencio.
Pero en cortas palabras, estoy feliz.
Preparé el yogurt en un tazón para Agos junto con sus cereales en otro y lo lleve a la mesa del comedor mientras que esperaba que estuviera la pava para hacerme un te porque claramente yo mate no se tomar. Eso Juli no me enseñó, ahre. Llamé a mi bebé cuando estaba listo.
—¿Para mí que preparaste? —preguntó Juli mientras se sentaba a lado de Agos en la mesa.
—Pues, pensaba en hacer te cuando esté la pava.
—¿Mate? —me mirá con media sonrisa y yo le hice una mueca que claramente entendió—. Tranqui, yo lo hago, vos solo decime en donde tenés el termo y todo eso.
Mientras preparábamos todo, juntos, pedí unas medialunas ya que íbamos a estar un rato tomando mates, había tiempo para pedir algo más para acompañar. Obviamente que Juli ama las medialunas así que, no se quejó, además que hoy tiene el día libre.
—Haber, vamos —dice una vez que acabo todo.
—Mami, ya terminé —esa vocecita hace que la mire y sonría al ver qué ya había terminado si desayuno—, y quiero más —agrega sorprendiéndome.
—¿Segura, mi amor? —la miré fijo y ella asintió.
Fui a la cocina a traer más yogurt y más cereales. Me sorprende completamente que mi hija retira el desayuno. Debe tener hambre realmente porque casi nunca lo hace y de hecho siempre peleamos para que lo haga, pero bueno, espero que ya vaya aprendido a que debe comer todo y sin quejarse tanto como suele hacerlo.
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Agostina | Julián Álvarez
Fanfiction"Después de dos años renace el amor." Marie, actríz y modelo, se muda a Buenos Aires por una gran propuesta de trabajo. Sin embargo, aquel no es solo un trabajo sino también un reencuentro con el padre de su hija, quién ni siquiera sabe que la tiene...