Marie Mernes.
Llegué a casa odiando a Mateo, a Julián y a Agostina por ser así de suelta y decir todo a su papá. Llegué a casa y lo primero que hice fue llevar a Agostina a la cama porque ya es tarde. No le permiti preguntar ni decir nada mientras la hacía dormir porque sinceramente me duele la cabeza y el cora' para hablar temas del pasado.
—¿Por qué dejaste que la viera? —pregunté mirando a Mateo molesta por haber dejado que la viera.
—Fue sin querer, estaba comprando y cuando me di cuenta él estaba ahí, se acercó y nos saludó —contestó elevando los hombros—. Además no le dije que era tu hija, dije que era sobrina de mi novia.
—¡Ay, pero vos sos boludo! —me quejé frustrada—. Es obvio que se dio cuenta y vos tenés la culpa de dejar que la viera y hablara con ella —me enoje súper molesta.
—Yo no tengo la culpa que él sea el padre —elevó los hombros dejándome sorpendida—. Y ya creo que es momento que le digas es el padre porque no puedes estar ocultándote todo el tiempo como una rata, Mar.
—¿Que? —la miré sorpendida—. ¿Que decís Mateo?
—Lo que escuchaste Mar. Quizás ya sea tiempo de decirle la verdad... Mar, ¿cuánto esperaste este momento? Un montón y ahora que le tenés acá y tenés la oportunidad de decirle no la pierdas porque no se si en algún otro momento vas a tener otra vez una oportunidad así como la que estás teniendo ahora. Ya pasó un montón de tiempo y vos seguís con la misma mentira... Decile de una vez que es el padre, decile de una vez que él es su padre de Agostina. No podes estar mintiendo a todos, sobre todo a tu hija que te vas a querer matar cuando se de cuenta que le ocultaste su padre —suelta mirándome fijamente a los ojos intimidandome, pero no lo deje.
—¡Mateo! —lo miré con los ojos abierto grande—. ¡Él me pidió que no apareciera más en su vida! Vos mismo sabes cómo sufrí todo este tiempo por él, no puedo de la nada decirle que tiene una hija, no puedo dos años después... —aganché la cabeza limpiándome las lágrimas que no se en qué momento empezaron a salir.
—Pero Mar... Ya no importa lo que haya pasado, no tenes que hacerlo por vos, tenés que hacerlo por ella, ella lo necesita, necesita a un padre —soltó dándome un golpe en el alma porque tiene razón—. Ayer cuando salimos al Parque, me preguntó por qué no tenía un papá, por qué no podía verlo, conocerlo y pasar tiempo con él... Ver a un montón de chicos con sus padres, le lástima y duele porque ella no puede tener eso. Tenés que decirle de una vez y acabar con todo esto de una vez porque se que también te está haciendo mal verlo y no decirle.
Estalle en llantos sabiendo que tiene razón. Me duele demasiado todo lo que está pasando últimamente. No puedo hablar con él y entiendo porque después de todo no se cómo decirle que tiene una hija y esa es Agostina.
—Shh... Tranquila Mar —me abraza y mientras me acaricia mi espalda susurra—; tenés que decile Mar, no podes estar con esta mentira todo el tiempo, solamente te hace mal. Ya pasaron dos años, decile de una vez.
Llore en sus brazos porque no podía más. Me duele todo, me duele como se tuvieron que dar las cosas. Me duele no poder decirle a Julián que es el papá de Agostina. Me duele que por mí él haya tenido que ser un padre ausente. Me duele que él se haya ido antes de tiempo, antes que le dijera que es papá de una hermosa niña. Me duele todo el tiempo que pasamos separados. Me duele que sea yo la mala de una historia mal contada. Me duele que todo este tiempo haya tenido que ocultar mis sentimientos. Me duele que después de dos años nos reencontremos. Me duele no podes decirle la verdad a mi hija. Me duele que ella sufra por mi culpa. Me duele que no tenga un papá presente. Me duele estar sola. Me duele mucho.

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Agostina | Julián Álvarez
Fanfic"Después de dos años renace el amor." Marie, actríz y modelo, se muda a Buenos Aires por una gran propuesta de trabajo. Sin embargo, aquel no es solo un trabajo sino también un reencuentro con el padre de su hija, quién ni siquiera sabe que la tiene...