08 - Salida desastrosa.

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—Un trago más —te incitaba Matthew con un acercamiento coqueto sosteniendo el pequeño vaso con alcohol—, esto aún no comienza

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—Un trago más —te incitaba Matthew con un acercamiento coqueto sosteniendo el pequeño vaso con alcohol—, esto aún no comienza.

Toma tu espalda en un intento de hacer que él mismo te dé a beber el alcohol, sin embargo retrocediste con un pequeño tropiezo. Niegas con la cabeza y sonríes, la música no permite que tus palabras sean claras pero haces el esfuerzo de aclarar tu garganta rasposa y alzar la mano, llamando su atención de manera confusa.

—¡N-no gracias! Mierda, he bebido mucho hoy... —sobas tu cabeza y le das golpecitos en el pecho a tu amigo— ¿Dónde está Dan? —Te preguntas dirigiendo tu mirada hacia todo el antro con luces parpadeantes y gente alocada.

Matthew ríe y el pequeño vaso que sostenía para ti lo bebe.

—Está allá —señala con su dedo índice el bar, ahí está ella sentada recibiendo dos botellas de whisky—, celebrar su cumpleaños siempre fue un caos, hoy no es la excepción.

Se encoge de hombros y toma tu brazo, torpemente caminas atrás de él siguiendo su ruta pasando y golpeando gente accidentalmente, ves que se dirige hacia Dan y los demás.

—¡Hey! —llama el castaño, teniendo la atención de varias personas— ¡Feliz cumpleaños a la perra de Dan, ojalá el próximo cumpleaños sea estando en su velorio!

Las carcajadas no se hicieron esperar e inmediatamente alzaron sus bebidas, gozando y celebrando a la pelinegra. Ella rueda los ojos divertida y le muestra el dedo de enmedio.

—¡Tu cumpleaños se acerca también, el primer muerto serás tú, imbécil! —Todo el mundo se burla y grita con emoción.

Alzas los brazos uniéndote también, querías decir algo pero el rostro de Matt se apropia de tu campo de visión, te sonríe nuevamente.

—¿Un brindis? —No pierde la oportunidad de tu vulnerabilidad y toma tu rostro para que bebas el alcohol, el fuerte líquido quema un poco tu garganta y aún así lo disfrutas, te lames los labios y cierras los ojos en aprobación.

—Deja de embriagarme —lo miras y eructas rápidamente—, a este paso voy a acabar en la calle y será tu culpa.

Matthew no pierde el tiempo de tomar otro pequeño vaso y acercarlo, esta vez lo bebe él con un ligero puchero. Tus ojos comienzan a ver borroso, estás llegando a tu límite.

—Mañana no tienes trabajo, ¿de qué te preocupas? —pregunta arrugando las cejas— Puedo llevarte a tu casa...

Desvía los ojos.

—O a la mía, como prefieras.

Se aclara la garganta con un ligero rubor en las mejillas, está claro que sus palabras tenían otras intenciones, a lo que ríes y niegas a pesar de no querer usar las indirectas para responderle. Lo ves bebiendo más, era un mecanismo para evitar el rechazo, o bien, esperar a que aceptaras.

One Shots • Leon KennedyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora