Primera prueba de embarazo: positiva.
Segunda prueba: positiva.
¿Habría que tener una tercera oportunidad para poder asegurar tu bienestar y descartar un posible... embarazo? Tu cabeza daba vueltas y tus pies se descontrolaron por todo el dormitorio. Ir nuevamente al baño a verificar por tercera vez ese tormento sólo lo haría más difícil.
No pueden fallar dos pruebas, ¿por qué una tercera te daría el resultado que deseas y no el que esperas que sea incorrecto? El miedo parece consumirte porque el temblor en tus piernas aumenta con velocidad que ya no eres capaz de dar vueltas alrededor de tu cama.
"No, esto no es posible", piensas con temor. Las pruebas permanecen encima de la sábana, con verlas te causa náuseas y un mareo indescriptible.
—L-la protección... —tartamudeas en voz baja, tomando tu cabello con las dos manos—... no pudo haber f-fallado.
En ti hay emociones negativas: culpa, incredulidad, desespero, angustia. Una pesadilla que te asustaba se hizo realidad y no querías asumirlo.
Estabas embarazada.
Semanas anteriores habías tenido relaciones con Leon, tu novio. Bebieron algunos tragos y la tensión sexual los aproximó a acostarse. Es decir, lo normal, ¿cierto? No puedes recordar mucho de esa noche, sin embargo, lo que no dudas es que Leon tuvo la responsabilidad de cuidarse.
Es un chico asustadizo como tú, y en su poca estabilidad, se puso un condón para protegerlos a ambos.
¿Qué salió mal?
Los pensamientos volvieron a ser borrosos y tu vulnerabilidad te orilló a correr hacia el retrete para vomitar. Las lágrimas se mezclan con el horripilante revoltijo de emociones y a duras penas puedes detenerte, lo que debía ser una mañana normal se ha convertido en un infierno viviente.
Limpias tu boca y tiras de la cadena. Por impulso tomas tu teléfono en busca del contacto de tu novio, hace más de tres horas que se fue a la academia de policía a tener sus cursos para ser un oficial, así que se fue de casa dándote un cariñoso beso en la frente y arropándote mientras dormías. Despertaste con náuseas y repetidos dolores de cabeza, justo como días antes.
Eso alteró tu mentalidad: se empezó a hacer repetitivo y no pensaste con claridad si lo que dedujiste o no era... verdad.
Las pruebas de embarazo te las dio Claire un día antes, prometiéndote que si sucedía lo inesperado, ella estaría para ti sin importar qué decisión tomaras. Leon no sabía de esto, por supuesto, era suficiente tu miedo y tu preocupación. No querías que se angustiara por un error tal vez.
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One Shots • Leon Kennedy
Fanfiction«No seré gentil. No mereces gentileza, mereces una follada increíblemente dura». ────────── • Pequeñas historias sobre Leon Kennedy x Reader con clasificaciones distintas. • Contenido explícito, lenguaje maduro. • Escritos de mi propiedad. No copiar...