Capítulo 18

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Capítulo 18

Ahora tu eres mi vida

Anahi no supo cuando se durmió, solo recuerda haber hablado con Edward respecto a su especie y las teorías de Carlisle sobre los rasgos que traen los humanos cuando son convertidos a vampiros (solo que más intensificados) para luego sus ojos se cerraran por el cansancio mientras el vampiro acariciaba los mechones café oscuro y tarareaba una nana a la joven guardiana, su voz suave y masculina parecía como la de un ángel cantándole al oído.

Se sintió cómoda y protegida en los brazos del vampiro nuevamente, no tuvo pesadillas atormentándola con recordarle la muerte de Levi a manos de ella ni ha tenido sueños proféticos mientras el vampiro velaba su sueño.

Finalmente, después de tres años pudo dormir en paz.

A la mañana siguiente la guardiana despertó por la tenue luz de otro día nublado. Yacía con sus brazos abrazando una almohada dandole la espalda a la ventana, parpadeó confusa y perdida observando la almohada que abrazaba como si fuese lo más interesante del mundo. Su subconsciente se encontraba entre consciente como inconsciente respecto a lo que sucedía a su alrededor.

Al estar un poco más consciente de su alrededor gruñó y rodeó sobre su costado esperando volver a dormir un poco más mientras volvía a abrazar su almohada. Pero entonces lo sucedido al día anterior interrumpió en su consciencia.

Se levantó deprisa ocasionando que la cabeza le empezara a dar vueltas.

- tsk, mierda -gruñó volviendo a acostar su cabeza en la almohada para mermar el mareo.

- Tu pelo parece un nido de pájaros aun si tienes una trenza, pero me gusta -comentó Edward sentado en el pequeño sillón de la habitación como el día anterior nuevamente con un libro en manos.

Anahi al escuchar la voz del vampiro lo miró con tranquilidad, sabía que se iba a quedar con ella, los libros de la saga como los fanficcions que ha leído en su vida pasada siempre decían que él siempre se quedaba en la habitación de la protagonista, y al final notó que era cierto. Por lo que no estaba sorprendida de que se quedara.

- Oh, Edward, buenos días -dijó la guardiana tapando su boca mientras soltaba un profundo bostezo.

No se levantó de la cama, se sentía tan cómoda y calientita en sus sábanas que amortiguaban la fría mañana.

- Buenos días -respondió con una suave sonrisa, se levantó del sillón para luego dirigirse donde estaba la menor aun acostada, se sentó al lado de la menor dejando que ella recostara su cabeza en su regazo.

Él acarició con suavidad la cabeza de la menor acomodando algunos mechones sueltos detrás de la oreja de la guardiana. Soltó un suave suspiro de tranquilidad en el regazo del vampiro inspirando el olor del mayor.

- Estaba convencida de que era un sueño -susurró entre su regazo.

- No eres tan creativa -mofó y la menor le dió un pequeño golpe en el costado de su cintura.

- ¿Papá ya se despertó? -preguntó curiosa al vampiro, no se quería levantar del regazo del mayor, se sentía cómoda en ese lugar porque le recordaba como alguien antes lo hacia pero no recuerda quien ocasionando que se sintiera perdida por un momento.

¿Quién le acariciaba la cabeza mientras estaba ella en su regazo? se preguntaba la menor internamente, lamentablemente no lo recuerda. Aguantó hacer una mueca de dolor al sentir la punzada en su cabeza por lo que lo más justo e inteligente que hizo fue en dejar de tratar en recordar.

En otro momento trataría de buscar las respuestas, por ahora se centrará en relajarse en el regazo del guapo vampiro que tiene de novio.

- Se marchó hace una hora a su trabajo.

Reencarnando en crepúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora