Capítulo 25

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Dan respiró hondo. Inhaló, exhaló y trató de no encogerse cuando Jaekyung se levantó rápidamente de la silla, empujándola y haciendo que golpeara el suelo estrepitosamente antes de girarse con un gruñido y salir del consultorio. Podía escuchar la conmoción a través de la puerta cerrada. Jaekyung gritando que se movieran de su camino y enfermeras, con voces agudas y asustadas, pidiéndole que se tranquilizara. Dan juró escuchar una voz llamar a los guardias. Cerró los ojos, tragando la impotencia que aplastaba su garganta y miró al doctor Song con una sonrisa de disculpa.

—Lo siento, señor Kim —habló primero en un intento genuino por disculparse con lo que había dicho.

—No es su culpa.

—Tiene que saber que tampoco suya —Dan lo sabía, pero era algo completamente diferente entenderlo. ¿Cómo no sería su culpa si su único trabajo era mejorar su lesión?

El peor temor de Dan había sucedido. El desgaste había empeorado.

Habían llegado al hospital diez minutos antes, Jaekyung condujo por la ciudad a una velocidad ilegal. Dan no dijo nada, solo se agarró al asiento y esperó a que llegaran. Continuaron en un silencio del carro hasta la sala de espera, incluso cuando entraron a la oficina y esperaron al doctor para empezar con los estudios.

Dan podía ver la cara de la enfermera cuando Jaekyung regresó con un ceño fruncido y los hombros anchos en una tensión que se notaba en su mandíbula, y cuando el doctor Song habló, con Jaekyung presente porque se rehusaba a salir, solo pudo bajar la cabeza y aceptar lo que escuchaba, como una sentencia a muerte. Inevitable y fatal.

—¿No hay nada que podamos hacer? —preguntó en un intento fútil por calmar la ansiedad que comía sus órganos internos y subía por su garganta, como un gusano viscoso que sabía a hollín y humo.

—La única opción es operarlo, pero como vimos no está dispuesto a eso —dijo mirando por donde había salido un enfurecido Jaekyung. Cuando el doctor mencionó sus opciones (no eran muchas y cada una era peor que la anterior), Jaekyung no había terminado de escuchar cuando ya estaba negándose. Dan creía que la mejor opción era la cirugía, tenía esperanza y con dedicación podría volver a competir en ligas menores. Le costaría tiempo, dolor y su ego, y sabía que Jaekyung no estaba dispuesto a eso—. Además, no es una garantía que pueda volver a pelear, al menos no a nivel competitivo. La operación sería más bien para garantizar la función motriz de su brazo.

—¿Eso es todo?

¿Así era como acababa? ¿Con Jaekyung retirándose por una lesión en la cúspide de su carrera? ¿Qué más podía hacer? Las manos le temblaban y apretó los reposabrazos fuertemente hasta que sus nudillos se volvieron blancos. Se enfocó en regular su respiración, sintiendo la visión borrosa y la cabeza ligera. Estaba aterrado y desesperado.

—Sí.

—Gracias —Dan se levantó, en un trance del que no estaba consciente. Asintió con una sonrisa que esperaba fuera agradecida, pero la sentía como una mueca agria. Cerró la puerta detrás de sí, escapando la mirada de lástima del doctor Song. Entendía a Jaekyung ahora, esa mirada se sentía como una bofetada con un guante de cuero. Preferiría que le escupieran en la cara. No debía enojarse con el doctor Song, era irracional.

Cuando salió del hospital, con los resultados en la mano, buscó el automóvil de Jaekyung esperando encontrarlo ahí, había estacionado cerca de la entrada. El automóvil no estaba y Dan pensó que tal vez había olvidado el lugar donde estacionaron, pero tras dar una vuelta entre los cajones disponibles más cercanos, se dio cuenta que era imposible. No era un automóvil difícil de confundir, era lujoso y brillante.

Jaekyung se había ido y lo había dejado ahí. Dan no lo podía culpar, de verdad no encontraba un sentimiento en su cuerpo que creciera en rencor. Sabía que no podía llegar a entender cómo se debía sentir Jaekyung, así que reprimió la urgencia de tomar su celular y llamarle. Necesitaba tiempo a solas, al igual que Dan. Salió del estacionamiento y caminó a la parada de autobús más cercana, sabía cómo llegar de regreso al gimnasio y un poco de tiempo a solas le vendría bien.

Jinxed JawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora