Capítulo 23

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Dan pensó que todo sería igual después de "el incidente"; lo había empezado a llamar así porque no quería pensar sobre lo que en realidad había sucedido. Las otras opciones eran: "el orgasmo", "el rodeo" y "la vez que casi tengo sexo con mi jefe-amigo a pesar de que dije que no pasaría nada", y Dan las descartó todas, era mejor no pensar demasiado en él sobre Jaekyung o en ninguna posición.

Estaba equivocado. No sabía qué había sido, pero Jaekyung se comportaba extraño. No era como la vez después del beso que compartieron en su apartamento, era diferente. ¿Había decidido que cruzó la línea y lo despediría? ¿Pediría tener a otro fisioterapeuta y a Dan lo dejaría olvidado? No supo por qué, pero ese pensamiento fue el que más le hirió. Podía soportar que Jaekyung pensara que besaba como un adolescente sin experiencia o que el orgasmo que habían tenido fue mediocre, a lo mucho, pero no toleraría que prescindiera de sus habilidades en la fisioterapia. Dan estaba orgulloso y confiado en lo que sabía, que alguien como Jaekyung a quien había empezado a admirar y querer, lo cambiara por alguien más sería demasiado.

¿Querer? ¿Lo admiraba y lo quería? Ese era el problema. Dan sabía que no podría controlar sus sentimientos si dejaba que las manos de Jaekyung lo siguieran tocando. Era un novato terriblemente ingenuo, nunca había tenido una relación y nunca se había enamorado de alguien más.

¿Enamorado? Estaba tan jodido. Y era únicamente su culpa. Y la de Jaekyung por lucir de la forma en la que lo hacía, y besarlo tan jodidamente fuerte y duro, y agarrarlo de las caderas como si fuera agua que se escurría de entre sus dedos, y mirarlo como si Dan fuera el Dios falso al que deseaba rezarle, hincado, todas las noches.

Jaekyung no había mencionado nada los días siguientes, ni siquiera en la fiesta de celebración que el entrenador organizó después de la pelea. Dan se mantuvo alejado de él, comiendo la carne que Yoon Gu le pasaba, ajeno a la incomodidad de Dan, y se retiró demasiado temprano alegando que tenía dolor de cabeza. Por un momento, vio a Jaekyung queriendo acercarse, pero se giró y pretendió que no lo escuchó llamarlo.

Cuando se acostó en su cama, los sucesos de la noche anterior se repetían detrás de sus ojos cerrados. Fue difícil para Dan dejar de pensar en el pene de Jaekyung debajo de él y sus gemidos en su oído, o las respiraciones jadeantes en su mejilla. Y aún más difícil dejar de tener sueños eróticos con él. Parecía que la nueva experiencia de Dan había abierto la posibilidad para muchos otros escenarios, porque había noches en las que despertaba después de tener a Jaekyung cogiéndolo en la habitación de su pent-house, o sobre la orilla de su inmensa piscina.

Eso solo hacía la vergüenza y el enamoramiento de Dan crecer. ¿Cómo olvidaría a Jaekyung cuando en lo único que podía pensar era en su pene dentro de él y sus labios en su cuello? Pensó que tal vez la mejor manera de olvidarlo era sucumbir a la tentación, y tener sexo con Jaekyung. La idea le pareció excelente, al principio. ¿Qué haría después? ¿Continuar con su vida después de haber tenido un encuentro casual con Joo Jaekyung con quien Dan sabía ahora estaba enamorado? Dan quería una relación formal, quería despertar a su lado y hacer las cosas que veía a las parejas hacer. Él no estaba hecho para el ambiente de intimidad casual y sin ataduras que veía hoy en día.

¿Qué pensaría Jaekyung de eso? ¿Prefería los encuentros casuales? Dan suponía que sí, alguien como él no se decidiría por una persona cuando podía tener a todos los hombres que quisiera.

Solo había una persona que le podía ayudar en esto. Dudó demasiado en hablarle, apenado por molestarlo, de nuevo, con sus incertidumbres amorosas e indecisiones, como un adolescente con su primer amor. Si Dan lo miraba desde esa perspectiva, este era su primer amor. Era peor de lo que había imaginado. Si no hubiera besado a Jaekyung, si no se hubiera frotado sobre él, ¿sentiría lo que siente?

Jinxed JawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora